Atrás dejó su pueblo, con la emoción de los seres queridos, atrás quedó la Vieja Italia, y confiando en el empuje de su juventud y la fe en sus ideales, echó a andar por el camino que conducía a un mundo nuevo. Un mundo de libertad de igualdades y de trabajo, donde el fantasma del hambre y el horror de la guerra no tenían espacio. Tal aparecía La Argentina de sus años mozos.
Los días de actividad laboral en nuestra tierra no fueron fáciles, pero siempre puso por delante su férrea voluntad de trabajo y su hombría de bien, valores que pronto le trajeron el reconocimiento de sus compañeros.
Hombre leal a su sindicato en las buenas y en las malas, fue siempre respetado por camaradas y adversarios, por su inquebrantable fe en sus convicciones. En las duras jornadas de lucha que a nuestro gremio le tocó vivir, su voz se hizo escuchar en asambleas, reuniones y debates, con un análisis profundo y esclarecedor de los acontecimientos que se estaban viviendo.
Sufrió persecución y cesantía, cuando trabajaba en la empresa Agua y Energía Eléctrica, por defender sus derechos y mantenerse fiel a un lineamiento de conducción gremial, cesantía que compartió con un grupo de compañeros, que merced a la lucha organizada logramos reinstalar en sus puestos de trabajo, en momentos que el servicio eléctrico estaba en manos de la empresa D.E.B.A.
Ya en su vida de jubilado siguió muy de cerca todas las actividades que emprendió nuestra institución en defensa del convenio 36/75, la lucha contra las privatizaciones etc. participando en actos, marchas y caravanas. Colaboró estrechamente, en el funcionamiento de nuestro Centro de Jubilados Luz y Fuerza.
El día 28 de marzo del año en curso, a la edad de 74 años, apagó su vida nuestro entrañable compañero Melchor Brunetto, desde aquí queremos despedirlo con una inmensa gratitud por su aporte a la lucha de nuestro gremio, a la defensa de la dignidad y el trabajo, lo hacemos de la forma que él gustaba: {{¡Adiós Camarada Brunetto!}}