En nombre de la Central de los Trabajadores Argentinos, de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina y de mi sindicato de base, que es el Sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata quiero reiterar un saludo solidario y fraternal a este encuentro y agradecer a los organizadores por la invitación.
{{{Agradecimiento a Isabel Rauber}}}
Quisiera hacer también un especial agradecimiento a la compañera Isabel Rauber quien planteó esta ponencia y tuvo la voluntad de ceder su lugar para que la exposición la realizáramos los trabajadores de la energía de la CTA.
Isabel Rauber, como tantos argentinos inspirados en la experiencia del Che, nació en la Argentina pero estudió y vive en Cuba. Para la CTA, Isabel Rauber es uno de los mejores ejemplos de intelectual orgánico del que hablaba Gramshi.
Pensamiento y acción social, conocimiento y transformación se articulan dialécticamente entre la CTA e Isabel Rauber.
{{{Argentina, hoy}}}
Antes de ingresar directamente a la ponencia quisiera brindar un par de datos sobre Argentina para saber cual es el estado de situación.
Argentina es un país rico, excedentario en alimentos, hay un 1.7 banca por habitante, sin embargo es un país desindustrializado.
Mueren 55 chicos por día antes de cumplir un año. Hay 250 mil niños que trabajan en Argentina.
En 1952 los trabajadores participaban en un 50% de la renta nacional, hoy participamos en un 20% del Producto Bruto Interno.
Los capitales ingresados por privatizaciones entre 1990 y el 2000 suman 1.600 millones de dólares. Las utilidades giradas al exterior de esos capitales son 8.868 millones de dólares, un 55% han ingresado.
Ya no queda qué vender. Los 10 grupos económicos más grandes del país ganan 533 dólares por minuto.
Un jubilado cobra 145 dólares por mes.
La canasta básica de alimentos para una familia tipo es de 1.030 dólares. La Deuda Externa está en el orden de los 140 mil millones de dólares. 12 mil millones de intereses por año se pagan.
Los pobres son un total de 8.917.000 habitantes, los indigentes 3.108.000, los desocupados suman más de 5 millones. El 70% de la población económicamente activa está precarizada o trabaja en negro, es informal, etc.
{{{Menos que un esclavo}}}
Quisiera hacer dos breves comentarios, ¿Cuál es la diferencia entre este modelo y la esclavitud de la época del Imperio Romano? En el Imperio Romano el esclavo era considerado una cosa, pero si el esclavo realizaba las tareas domésticas o agrícolas de acuerdo a lo que su dueño establecía, era cuidado, y se alimentaba a él y a su familia. Y si el esclavo tenía valor en el mercado también lo cuidaba y alimentaba porque luego el dueño realizaba un negocio con él. Este sistema es peor que la esclavitud, no sólo no cuida al hombre, no sólo no cuida al ser humano que al quedar desocupado se convierte en un paria en su propio país, sin cobertura económica ni social, poniéndolo al borde del abismo de la muerte, sino, que además este sistema no cuida al medio ambiente de manera tal que no cuida lo que circunda al hombre, por lo tanto es absolutamente inviable.
{{{Frente a las privatizaciones, la defensa en espiral}}}
En el marco de la estrategia que nosotros hemos establecido para enfrentar al modelo y en las propuestas que estamos trabajando, nos dimos una estrategia que consiste en resistir y crear nuevas organizaciones al mismo tiempo y en esto hemos aprendido de aquella novela de Alejandro Beck, «Los hombres de Panfilov» cuando este general para defender la carretera de Volokolamsk y detener a los nazis, estableció la resistencia en espiral.
Era una resistencia que no frontal, era absolutamente móvil. Pero mientras resistía iba generando fortalezas y nuevas defensas. Nosotros en Argentina hemos establecido esta política, resistir el modelo económico social, pero al mismo tiempo que resistimos el modelo económico social vamos creando nuevas organizaciones, nuevas estructuras sociales que nos posibiliten establecer una nueva defensa y la posibilidad de la ofensiva.
En ese marco, analizar la realidad de la globalización neoliberal, refiere, al menos a dos ángulos fundamentales estrechamente interpretados: Uno concentrado en los problemas globales, más generales, del modelo, y el otro en las realidades nacionales en las cuales el neoliberalismo cobra existencia singular, y es en la realidad cotidiana donde se viven y padecen los devastadores efectos sociales, pero también es desde allí dónde nacen y crecen las resistencias de los pueblos. De allí va surgiendo y fortaleciéndose las organizaciones y las propuestas alternativas, éstas experiencias con conciencia del poder transnacional mundial actual, se articulan en espacios globales, desarrollando las nuevas formas de resistencia y lucha contra la globalización.
{{{Potenciar las luchas sociales}}}
Se trata de potenciar las luchas sociales, sectoriales, nacionales, regionales, para luego articular nuestras acciones en lo global, es así que podemos entender que estamos en camino de la transformación radical de la sociedad, porque creemos que lo local, sectorial, reivindicativo o político no perdió sentido.
Lo que sí perdió sentido es pretender que esta situación pueda resolverse en forma aislada de otros sectores o que esta problemática pueda resolverse sectorialmente o a nivel de un solo país.
Del mismo modo, no se trata de abandonar lo local, sectorial o nacional en aras de lo global, por el contrario, se trata de articularlos cada vez más de modo que, para ser efectivos, cuanto más global es la dimensión más puede encontrarse en lo local, en su impacto, en los actores y sus resistencias, en sus propuestas de salidas. Hoy más que nunca, se pone al desnudo la dialéctica interactuación de los fenómenos sociales, entre lo local y lo global, entre lo reivindicativo y lo político, entre lo social y lo económico, entre la política y la economía, entre los actores sociales del cambio y la posibilidad del cambio mismo.
Lo global se expresa en lo local-nacional, lo uno no existe sin lo otro. De ahí que lucha contra el neoliberalismo necesita atarse simultáneamente a la construcción de vías que en el plano nacional permitan su enfrentamiento, cuestionamiento, desarticulación.
Esto a la vez va sedimentando las alternativas que sirven para superar el estado actual de las cosas, dando nacimiento a las nuevas propuestas transformadoras de nuestras sociedades desde la perspectiva de los pueblos, en un proceso simultáneo de maduración-constitución de los sujetos y de construcción de poder popular social, económico, cultural, político, desde abajo.
{{{Articulación de la Tarifa Social y el Seguro de Empleo}}}
Los dos ejemplos que Isabel Rauber tomó de la experiencia de la Central de los Trabajadores Argentinos, el Seguro de Empleo y Formación y la Tarifa Social demuestran una vez más la estrecha interacción entre economía y política, entre el aparato superestructural del poder y las estructuras económicas dominantes.
Si desde la economía se hace política, esto quiere decir que es posible incidir, transformar la economía desde la política y esto no es un asunto reservado a los políticos ni a los partidos, sino, fundamentalmente, un eje de la actividad de los pueblos organizados, contenido en el accionar de los movimientos sociales (sindicatos, organizaciones barriales, de campesinos pobres, de los pueblos originarios, de las mujeres, de los jubilados, de los chicos de la calle, de los sin tierra, sin vivienda, sin empleo…), que son en virtud del contenido y la proyección de su cuestionamiento y propuestas, movimientos claramente sociopolíticos, que definen un carácter y un contenido nuevo al quehacer político y a las formas y tareas de la transformación socio-económica toda.
Esta situación reclama al menos, la conjugación de dos elementos:
Para transformar las actuales políticas de exclusión hay que transformar la economía de exclusión y viceversa.
Esto no es un problema exclusivo de teóricos ni economistas sino que constituye, ante todo, un problema de masas, cuya solución resulta íntimamente relacionada con la participación de amplios sectores de la población.
Es necesario construir amplios espacios de articulación social a nivel nacional e internacional para enfrentar la globalización neoliberal, pero no solo para expresarse contra ella, sino para construir alternativas, levantar muros de contención a su avasallamiento, cavar trincheras sociales de resistencia que, una vez asentadas, puedan ir creciendo y desarrollándose en propuestas de construcciones radicalmente diferentes.
Creemos que va siendo hora de que comencemos a hablar de un nuevo rol para el Estado en el marco de la globalización. Si queremos transformar la sociedad, si queremos cambiar la economía en función de los intereses de las mayorías tenemos que pensar en estados nacionales diferentes. Por eso estamos convencidos que es posible transformar este contenido egoísta y excluyente y los que están en mejores condiciones son aquellos que resistieron el proceso privatizador, aquellos que enfrentaron dignamente el modelo de la muerte.
{{{La centralidad del trabajo}}}
La Central de Trabajadores Argentinos nació en Argentina al articular la lucha de muchos sindicatos y trabajadores que resistían el proceso privatizador. Resistir y realizar construcciones nuevas al mismo tiempo.
Aquellos que resistimos las privatizaciones, somos los que luego de 10 años comenzamos a plantear la nueva etapa, la de la posprivatización. Para Rauber, un análisis científico de la realidad debe definir en cada país, cual es el tema que adquiere centralidad. En algunos puede ser prioridad la paz, en Argentina estamos convencidos que es el trabajo, de pensar en el trabajo como eje central, como convocante y nucleante para el conjunto de la sociedad. La CTA parió el Seguro de Empleo y Formación y sumado a esto una propuesta articulada que estamos llevando adelante en la provincia más rica del país que es la provincia de Buenos Aires, que consiste en una campaña para garantizar el suministro eléctrico en los hogares carenciados y que llamamos «Tarifa Social».
El Seguro es una propuesta y la Tarifa Social es una construcción que ya obligó a las empresas multinacionales a bajar los valores del costo domiciliario de la electricidad. La Tarifa Social tiene un contenido reivindicativo, económico inmediato, pero también es un primer peldaño en la recuperación y en la construcción del estado nacional y que la energía además es un bien social.
Cuando se privatiza el Sistema Eléctrico Nacional y en el estado provincial, los trabajadores hacemos campañas diciendo que esto traería como consecuencia entre otras cosas aumento de tarifas, despido de trabajadores y la desaparición de las cooperativas que en el sistema eléctrico administran todavía la distribución de la electricidad. La Cooperativa es una organización social que precedió y convivió con el sistema eléctrico estatal.
Llegamos a hacer un plebiscito popular y aunque la gente rechazó la privatización, el gobierno igual avanzó. Nuestro gremio plantó una Carpa denominada de la Dignidad, frente al gobierno municipal en la ciudad de Mar del Plata, una de las principales ciudades de Argentina. Allí planteamos una alianza entre trabajadores y usuarios, creamos desde el Sindicato un servicio de atención a los mismos para informarles de sus derechos.
{{{Las multinacionales negocian con los barrios}}}
Con el avance de la desocupación la empresa corta la luz a la gente, le quita los medidores, los deja a oscuras, sin calefacción en invierno, en una zona donde la temperatura llega a nivel de bajo cero y sin agua. Pero aparece un dato nuevo para la empresa multinacional, con el desempleo y la pobreza, también ellos pierden clientes.
Se calculan en más de 70 mil los hogares que no pueden pagar la luz en la ciudad de Mar del Plata. Los carenciados se movilizan a la empresa, el gremio apoya, se suman universitarios, pequeños y medianos empresarios, instituciones cooperativas, todos perjudicatarios del sistema privado, la protesta crece. La empresa multinacional finalmente tiene que sentarse a discutir con los representantes barriales, los desocupados, una nueva dirigencia de los pobres, con la CTA y con el gremio. Apurada con la realidad la empresa accede a suspender los cortes y establecer un precio especial para los desocupados.
{{{Se legaliza la Tarifa Social}}}
El gobierno provincial se preocupa y saca un decreto, baja los impuestos provinciales de la tarifa eléctrica, el municipio también baja los impuestos y entre todos se obliga a la empresa a reducir un 40% los costos del Kw/h del precio de lista. Hoy, la rebaja para hogares carenciados alcanza por ley al 50% y no está dicha la última palabra. Todos los días se produce alguna negociación en la que la gente, los pobres, los desocupados comienzan a avanzar junto a los gremios y otras organizaciones sociales.
Se quiebra el concepto publicitado por el sistema de que ya no se podía hacer más nada y que el fin de la historia era ese. Se identifica como enemigo a la multinacional que además controla el gas, el agua y otros servicios.
{{{Crece la conciencia de la gente}}}
La conciencia de la gente crece, en la globalización son los grandes grupos económicos el enemigo principal y esa idea se construye en el reclamo por las necesidades básicas insatisfechas. En 10 años la gente que antes había dado consenso a las privatizaciones, comienza a elaborar desde la lucha cotidiana una cosmovisión diferente, es así, que las organizaciones que mantuvieron la coherencia, que resistieron, que no dejaron en manos del enemigo el manejo de los tiempos son las que están en las mejores condiciones de proponer lo nuevo.
Con la Tarifa Social el estado se reacomodó frente a las empresas y las multinacionales, tuvieron que negociar con los pobres y los sindicatos.
Con la defensa en espiral de Panfilov, se pudo conservar un núcleo importante de cuadros sindicales y sociales que desde una metodología de análisis que comprende el juego de las contradicciones, protegían la ideología, mientras analizaban la nueva composición del sujeto social de la transformación.
{{{La fabrica y el territorio}}}
Si la gran masa de la clase trabajadora queda afuera de la fábrica, no se puede seguir llorando por la leche derramada, hay que buscar nuevas formas organizativas y si los trabajadores que estaban en la fábrica, ahora están en el territorio, bueno, el sindicato tiene que abrir local en el territorio, por eso es que la CTA no solo congrega al trabajador con trabajo, sino a todos los trabajadores, estén donde estén y tengan la edad que tengan, aprendiendo del trabajador sin empleo las nuevas formas organizativas y sus modelos de acumulación, articulando experiencias y saberes, porque nadie puede enseñarle a nadar a alguien que se está ahogando, se necesita de la articulación de las distintas experiencias y no imponer y eso también lo estamos aprendiendo.
En este proceso desempeñan un papel muy importante los logros concretos, permiten entender a los sectores que participan de la lucha o experiencia social de que se trate la realidad y que se desenvuelva el proceso y consolida la idea y la convicción de que es posible cambiar porque lo cambian, de que existe un mundo diferente al neoliberal, porque lo construyen y lo palpan y de que es posible y muy necesario avanzar más, pasar sobre lo hecho, profundizando las pequeñas conquistas hasta llegar a las transformaciones más de fondo, hasta llegar a un nuevo estado nacional, que hoy, salvo para cobrar impuestos y sancionar leyes antipatrias es inexistente.
{{{Recuperar el rol social del estado}}}
Las propuestas del «Seguro de Empleo y Formación» y de la «Tarifa Social», articuladas entre sí, están por la recuperación del rol social del Estado y, en ese sentido, a una transformación estructural -económica y social- de la sociedad toda.
Hablar del trabajo es hablar de la relación entre el capital, los trabajadores y los medios de producción, la materias primas, etc.
Es por eso que aniquilar el trabajo, achicarlo y acondicionarlo a las necesidades del capital transnacional, supone a nuestro medio, de las estructuras productivas del país, el desmantelamiento del Estado y sus funciones sociales de la mano del despojo (privatización) de las propiedades estatales que, enmascaradas en supuestas búsquedas de una mayor competitividad y eficiencia económica, abrió sin pudor las puertas al saqueo de los bienes nacionales.
En nombre del progreso y el desarrollo se destruyó el aparato productivo. El trabajo entendido como acto de trabajar a partir del desenvolvimiento de la contradicción antes mencionada condensa la posibilidad de la vida y la muerte, del que lo tiene y del que no lo tiene, el empleado y el desempleado, los divide con una barrera poderosa, vida-muerte, pero a su vez los articula porque la suerte de uno depende de la del otro, no son dos realidades, es una sola.
Una manera de pensar este momento de la historia es a través del destino de la globalización le otorga al desempleo, al excluido, a diferencia de lo que sucedía en el esclavo del Imperio Romano, hoy el que pierde el trabajo se convierte en un paria, pues se queda sin cobertura económica, sin protección social alguna, no tiene acceso a la luz, al gas, al agua, a la educación, a la salud.
En la Argentina, hacerse cargo de que el trabajo es el eje, el problema central, nucleante de la problemática nacional, habla de la necesidad de reconstruir el aparato productivo, de reconstruir un estado nacional, de volver a ser país, a ser un pueblo con ciudadanos, en lo que el trabajo se reconozca como derecho escencial.
De ahí la centralidad estratégica que moviliza y despliega la CTA por un «Seguro de Empleo y Formación» que propone $ 380.- para cada uno de los desempleados y jefes/as de hogar y $ 60.- para cada hijo de los desocupados y ocupados.
Para esto se hicieron todo tipo de acciones para poner en el escenario esta propuesta. Los fondos para el seguro calculado en 9 mil millones de dólares surgen de reoreintar los subsidios que el Estado le da al capital privado.
{{{Hacia una nueva distribución de la riqueza}}}
El Seguro de Empleo y Formación no es un subsidio, el planteo de fondo es una nueva distribución de la riqueza, frena la ofensiva del capital por seguir bajando los salarios, el tope sería los $ 380.-
No habría ningún hogar por debajo de la línea de la pobreza, le permite a los hijos de los trabajadores reconocerse en su familia, o sea que todos los padres, con empleo o sin empleo recibirán $ 60.- por mes.
El trabajo y la formación serán hechos concretos sobre las necesidades de la población de cada distrito, de cada municipio. En los sistemas educativos de salud faltan agentes, faltan trabajadores, el Seguro de Empleo y Formación es una construcción, el trabajador ocupado o desocupado lo necesita y para imponerlo se requiere fuerza popular organizada, por eso es que la CTA lanzó en un año electoral un movimiento político pro-consulta para obligar a los gobiernos a discutir con el pueblo propuestas para resolver el desempleo.
La CTA desafió al gobierno y a las otras fuerzas a poner en la mesa de debate propuestas contra la desocupación y hasta el momento no ha surgido ninguna.
El Seguro es una herramienta de concientización.
Para finalizar, como dice Isabel Rauber: ser hombre hoy, ser ciudadano del siglo XXI pasa por luchar, por construir, organizarse y ser protagonistas de la política y la economía.
Me cuento entre los que creen que es posible una Argentina diferente, construida desde abajo, con todos, y esto lo estamos haciendo no sólo desde la CTA y no estar solo, resulta hoy un buen logro.
{{{Construir desde los logros}}}
Otro país es posible, esta certeza ideológica, resulta económicamente importante, es el motor de la decisión de transformar la realidad, y es así, porque lo nuevo se construye desde abajo y se van palpando los logros palmo a palmo en el protagonismo de cada uno y de cada una que a la vez se funden en un protagonismo colectivo que va generando también aquella conciencia de que somos un país, una nación, un pueblo, que queremos ponerle fin al genocidio nacional e internacional, y queremos volver a ser felices.
Muchas gracias.
Esta intervención se construyó con elaboraciones propias de José Rigane, junto a materiales de la CTA editados y reelaborados por Néstor Piccone sobre la ponencia escrita y propuesta por Isabel Rauber, quien cedió el espacio a la FeTERA y CTA para la defensa de las propuestas.
La Ponencia fue seleccionada, entre otras, por su nivel propositivo tal como era la tendencia del Encuentro.
Se destacó en el mismo la presencia del Banco Mundial y del Premio Nobel de Economía Robert Solow quienes accedieron a polémizar sobre el modelo económico de la globalización.