{{{Cosas que son una pintura}}}
Como es costumbre, convocamos al grupo de compañeros cesantes, siempre dispuestos a echarle mano a la cosa y ahí los pueden ver, encaramados en una estructura tubular (aquí el refrán les viene como anillo al dedo) más serios que “perro en un andamio”.
Con la predisposición de siempre, procedieron a preparar las paredes, sellaron fisuras con enduído plástico y lijaron, para finalmente aplicar dos manos de látex sintético de exteriores, pintura lavable de buen resultado, en paredes que presentan las exigencias de un gimnasio.
{{{Reparaciones de mampostería}}}
El mismo equipo de muchachos que llevó adelante los trabajos de pintura, se desempeñó con éxito en los quehaceres de albañilería, picando paredes, preparando material, revocando, todo bajo la atenta dirección de Carlitos Poveda, hombre ducho en estas lides, que cuando agarra la cuchara no es para tomar la sopa, tampoco tiene pereza si hay que trabajar con el pico y con la pala. Si ustedes no lo creen, ahí está la foto que no nos deja mentir.