Tal vez respondiendo a su ancestro vascuence, fue que ganó los caminos, cuando era un mozo fuerte, caminos que más tarde lo trajeron a orillas del mar.
La Ciudad de Mar del Plata de sus años de juventud crecía al impulso de un ejército de hombres que formaban el mundo del trabajo. Una estructura heterogénea que en su mayoría integraba: socialistas y comunistas criollos, con anarquistas y republicanos españoles, camaradas italianos y algunos otros. Ellos lo sumaron a esa fuerza, porque tenían conciencia de clase, porque era uno más para luchar por mejores condiciones de trabajo, porque era otro puño apretado para defender los derechos.
Desde que comenzó a trabajar en la “Usina Vieja”, Compañía Eléctrica Sur Argentino (C.E. S.A), allá por el año 1956, se ganó el aprecio de sus compañeros, por su franqueza y lealtad, condiciones que lo acompañaron durante toda su vida. Cuando la gran empresa nacional Agua y Energía Eléctrica se hace cargo del servicio eléctrico local, es reubicado en el sector Redes Aéreas de la misma, sector donde se jubilaría con la categoría de Oficial.
Todos los años de lucha que llevó adelante nuestra institución, lo tuvieron como protagonista mientras fue un trabajador activo. Como jubilado siguió ligado a este Sindicato, poniendo el hombro con otros infatigables camaradas integrados al Centro de Jubilados Luz y Fuerza y hasta colaborando en los actos eleccionarios, como por ejemplo el del 28 de abril del año 2000, que en un marco democrático los compañeros renovaron su apoyo a esta conducción gremial.
Nuestro querido Vasco don Clemente Anrique, un 23 de agosto, nos dijo adiós, su cansado corazón no quiso más. Ante su desaparición física, los que nos nutrimos con su ejemplo, los que cultivamos su amistad, le ofrendamos un compromiso irrenunciable, por los ideales que él luchó.
Rubén Reyna