Argentina y Alemania analizarán el relanzamiento de la construcción de la central de energía atómica Atucha II durante la gira del presidente argentino Néstor Kirchner a Alemania. Kirchner se reunirá hoy en Berlín con el vicepresidente de Siemens, Uriel Sharef, y será recibido mañana por el canciller alemán, Gerhard Schroeder, a quien tiene previsto anunciar el relanzamiento de las obras de la central nuclear con la inversión de empresas alemanas, dijeron fuentes del gobierno peronista citadas por la prensa trasandina. La propuesta de Kirchner busca dos objetivos, uno, contrarrestar la crisis energética por la que atraviesa su país, y dos, conseguir el apoyo de Alemania a la posición argentina en el directorio del Fondo Monetario Internacional. La señal, además, apuntaría a mostrar la recuperación de las relaciones con Siemens, conflictivas luego de que el gobierno de Fernando de la Rúa suspendiera un contrato con la alemana para la fabricación de cédulas nacionales de identidad. El caso está en el Ciadi, del Banco Mundial. Siemens construyó en Argentina la central atómica Atucha I, que entró en operación comercial en junio de 1974. En 1980, ganó la licitación internacional para la construcción de Atucha II (potencia eléctrica bruta de 745 MW), pero luego de múltiples retrasos las obras se paralizaron a mediados de la década del 80, con un avance de 81% en el reactor. El gobierno de Néstor Kirchner incluyó Atucha II en el plan de obras eléctrico 2004-2008, presentado en mayo del año pasado. Ya se iniciaron las conversaciones con la empresa Framatome, en la que se fusionaron las operaciones nucleares de Siemens con las de la francesa Areva, en 2001. Aún no se ha informado en detalle respecto de plazos ni de mecanismos de financiamiento. El presupuesto original para la planta era de US$ 1.900 millones. Una estimación hecha en 1999 de la posibilidad de completar el proyecto hablaba de US$ 800 millones, hoy, tras la devaluación, se manejan cifras de US$ 400 millones. Sin embargo, esto no considera los cambios tecnológicos de las dos últimas décadas que sería necesario incorporar al proyecto.