“El proceso es guiado por principios políticos compartidos y por mecanismos institucionales establecidos. Los principios políticos del proceso dictan que éste debe incluir a las 34 naciones de las Américas con gobiernos elegidos democráticamente que operen con economías de mercado libre, que lleven a cabo negociaciones internacionales multilaterales con bases igualitarias y que tomen decisiones por consenso.”
La primera cumbre con las características que hoy conocemos se realizó en 1994 en Miami y los organizadores aseguraban que “existían condiciones históricas favorables para que los gobiernos de las Américas se volvieran a reunir una vez más. El fin de la Guerra Fría trajo consigo una nueva era de consenso y entendimiento en un momento en el cual los pueblos del continente seguían enfrentando problemas importantes, ahora menos ideológicos y más concretos.”
Hegemonizada por los EEUU y con un discurso que levantó las banderas del fin de la historia y las ideas, la Cumbre de la Américas construyó su tiempo.
Lejos estaba el fantasma de la Cumbre de abril de 1967 en Punta del Este, Uruguay, con la presencia del Che.
La caída del Muro de Berlín y la instalación de las más duras políticas neoliberales controladas por los organismos de crédito internacional alentó a EEUU a convertir a la Cumbre de las Américas en el trampolín que permitiera instalar una visión de libre comercio al sur de los Estados Unidos en el Hemisferio. Con la mirada única de Estados Unidos.
Bajo la fachada de volcar el debate en los temas “Lucha contra la pobreza y por la igualdad democrática”, la Cumbre de las Américas tendrá, en Mar del Plata, dos objetivos claros: la instalación en todo el hemisferio de tratados de libre comercio como el ALCA y el estimular procesos de militarización en todo el continente que, tras el falso eslogan de luchar contra el terrorismo, busca el control, por parte de EEUU, de los recursos naturales del continente. Como en Irak para abastecerse de petróleo.
{{{Globalizar la solidaridad}}}
Desde el 2.001, en pugna a la también llamada, Cumbre de los Presidentes, se realiza la Cumbre de los Pueblos. Este espacio se para en oposición al proyecto del Área de Libre Comercio de las Américas que se ha venido negociando.
¿Quiénes soNº Bajo la denominación la Alianza Social Continental, la Cumbre de los Pueblos reúne la voz de las organizaciones sindicales, populares, de medio ambiente, de mujeres, grupos de derechos humanos, de solidaridad internacional; de asociaciones indígenas, campesinas, de estudiantes y de grupos ecuménicos.
“Nosotros rechazamos este proyecto de liberalización del comercio y de las inversiones, de desregulaciones y privatizaciones. Nos oponemos a un proyecto neoliberal racista, sexista, injusto y destructor del medio ambiente.”
“Proponemos la construcción de nuevas vías de integración continental basadas en la democracia, la igualdad, la solidaridad, el respeto al medio ambiente y a los derechos humanos.”
En un documento elaborado en Québec, la Alianza Social Continental, asegura que “desde la Cumbre de Miami de 1994, los jefes de Estado y de gobierno acordaron fortalecer la democracia y los derechos humanos, a apoyar la educación, y a reducir la pobreza en las Américas. Tras siete años, nada se ha hecho. La única agenda que ha prosperado, amparada por el déficit democrático, ha sido la negociación del Área de Libre Comercio de las Américas.”
“El proyecto del ALCA es un estatuto de derechos y libertades para los inversionistas, consagrando la supremacía del capital sobre el trabajo, transformando la vida y el mundo en mercancías, negando los derechos humanos, saboteando la democracia y socavando la soberanía de los Estados.”
{{{La mirada local de la Cumbre de las Américas}}}
Mientras el sector político local se suma a los preparativos para recibir a los presidentes y sus delegaciones, distintas organizaciones sociales, gremiales y políticas de la ciudad trabajan en diferentes posicionamientos ante el hecho. “En el Llano”, reúne a artistas, asambleístas y vecinos en la idea de concientizar, a través de diferentes acciones, sobre los verdaderos objetivos e implicancias de la Cumbre. En tanto “La Asamblea Antiimperialista Mar-platense” puso la mira detrás de una premisa, repudiar la presencia de George W. Bush en la ciudad. Por eso se trabaja en una campaña de firmas para repudiar la llegada del presidente de los EEUU y para que no se lo declare ciudadano ilustre.
{{{Las asimetrías en las Américas}}}
– una población de 800 millones de personas, de las cuales cerca de 500 millones viven en América Latina y la mitad de éstas en la pobreza;
– una deuda inaceptable de 792 mil millones de dólares con los países del Norte, de los cuales 123 mil millones de dólares se destinaron al pago de la deuda sólo en el año 1999;
– una concentración de capital, de tecnología y de patentes en el Norte;
– Estados Unidos y Canadá concentran el ochenta por ciento del peso económico;
– un mercado laboral donde una proporción alta de los empleos pertenece al sector informal, un sector sin voz ni amparo y donde los derechos laborales son constantemente transgredidos.