El Congreso se llevó a cabo en un escenario político sindical bastante positivo. España viene de un período de 8 años de gobierno de derecha con políticas antisociales, sin aumentos salariales, con un sistema educativo deficitario, en medio de un conflicto bélico en Irak.
El gobierno actual aparece como más sensible ante los planteos de los trabajadores. Tanto UGT como las Comisiones Obreras (CCOO), consideran que se trata de un gobierno amigo, aunque no descartan que pueda haber problemas.
En este contexto, la UGT atraviesa una situación muy ventajosa: entre el congreso anterior y el actual han realizado más de 30 mil afiliaciones. Cuentan 8 mil delegados más ante las empresas. La recaudación de más de 95 millones de euros por año en concepto de cuota sindical, demuestran el crecimiento que viene desarrollando. Tienen más de 600 sedes distribuidas en toda España, 225 más en un solo año.
Entre CCOO y UGT han firmado 3 mil convenios y poseen más de 15 mil negociadores. La UGT creó una fundación para capacitar profesionales, y una escuela para los trabajadores. En este Congreso se reafirmó la utilización de un aporte del 0,7% por cuota sindical destinada a la cooperación solidaria Internacional, contra el hambre y la pobreza. UGT fue fundada en 1.888, está próxima a cumplir 117 años de vida. Tiene a su cargo, en la persona de su Secretario general, Cándido Méndez, la Secretaría General de la Confederación Sindical Europea.
La pobreza y el tema migraciones fueron dos de las problemáticas debatidas durante la realización del congreso. El compañero José Rigane, en dos informes sin desperdicio, nos plantea algunas definiciones para seguir pensando.