Tras una reunión de directorio, la empresa dijo que los accionistas decidieron transmitirle al gobierno «un pedido formal» para que en 30 días hábiles «tome las medidas conducentes para restablecer el equilibrio del contrato».
La decisión se encuadra dentro de las disposiciones del contrato de concesión para los casos de fuerza mayor o extraordinarios que pueden derivar en la rescisión por parte del concesionario.
Aunque el grupo francés Suez, operador y accionista mayoritario de Aguas Argentinas, anunció en marzo que se iría a fin de año del país si antes no lograba un acuerdo para renegociar el contrato, desde hace más de un mes se considera que ya no hay posibilidades de que llegue a un entendimiento con el gobierno, y la sensación se profundizó ahora.
Resguardos No obstante, el grupo francés y los otros accionistas deben cumplir con los pasos establecidos en el contrato para no ser acusados de abandonar la concesión, sobre todo por tratarse de un servicio considerado de primera necesidad para la población.
Por otra parte, tanto el concesionario como el Estado nacional están buscando los mecanismos para quedar mejor resguardados en el juicio que Suez seguirá sustanciando en el CIADI, tribunal arbitral dependiente del Banco Mundial donde se tramitan los casos en que se consideran vulnerados los tratados de protección recíproca de las inversiones que la Argentina tiene firmados con gran parte de los países del mundo.
Esto explica que el ministro de Planificación, Julio De Vido, dijera el lunes que «se está negociando» con Aguas Argentinas. Otro aspecto que obliga a las precauciones de Suez y del gobierno es el fuerte endeudamiento de Aguas Argentinas.
Son unos 600 millones de dólares, en gran parte provenientes de créditos de organismos financieros internacionales, en particular la Corporación Financiera Internacional que tiene además 5% de las acciones de la prestadora local.
El 7 de este mes, el directorio de Aguas Argentinas anunció que elevaría al gobierno «una última y definitiva propuesta» y que en caso de no llegar a un acuerdo, « analizaría otros cursos de acción» en la reunión que se realizó ayer.
• Sin alternativas Tras el encuentro, la empresa dijo que analizó «la respuesta recibida del gobierno a su presentación» y constató que «no considera las propuestas hechas por la empresa pero tampoco ofrece alternativas».
El comunicado destacó que «a pesar de la enorme cantidad de información transmitida a la Unidad de Renegociación desde hace tres años, el documento recibido no contieneninguna referencia económicafinanciera, contrariamente a la anterior propuesta del gobierno del 15 de junio».
Esto significa que en su último ofrecimiento, la unidad de renegociación no estaría incluyendo suba de tarifas para 2006, aunque en una versión anterior se ofrecían dos aumentos durante el año próximo, llegando a sumar casi 40%. Esa propuesta no había sido aceptada por el concesionario debido al decisivo rol que se reservaba el Estado en la definición de inversiones y gastos, y a que el gobierno no había aceptado darle un crédito blando para sustituir parte de su endeudamiento en dólares.
El comunicado de Aguas Argentinas también indicó que «tomando en cuenta el proceso continuo de degradación que afecta a la concesión, los accionistas han decidido transmitirle al gobierno un pedido formal para que en un plazo de 30 días hábiles, conforme a las disposiciones contractuales, tome las medidas conducentes para restablecer el equilibrio del contrato, dejando abiertas instancias de diálogo durante tal período».
Por último, de acuerdo con el documento, «el directorio de Aguas Argentinas considera que en su propuesta del 7 de julio, los accionistas expresaron sus máximos esfuerzos, después de asumir durante tres años y medio sus responsabilidades en condiciones muy difíciles».
En esa ocasión, la empresa había pedido un crédito o directamente una subvención para hacer frente a las inversiones de este año en el que no habría suba de tarifas. A eso, el gobierno respondió con una oferta menos concreta y con mayores exigencias, como la renuncia al juicio en el CIADI, lo que desencadenó la cuenta regresiva que inició ayer Suez para irse de Aguas Argentinas.