Pasaría a controlar un 40% de las acciones de la distribuidora. Pero en tanto, avanzan hoy con la energía renovable: hidrógeno y biodiésel.
Fuentes del sector petrolero dicen que «antes de fin de año» firmarían un acuerdo con Repsol-YPF. Enarsa empezó a operar comercialmente en marzo, cuando recibió su número de registro fiscal (CUIT).
Desde entonces, su principal logro fue asociarse con Aeropuertos Argentina 2000 para distribuir combustible en las estaciones aéreas.
Ahora están encarando varios proyectos, pero el segundo paso será asociarse con otra empresa estatal, Energía de Entre Ríos SA (Enersa), que es producto de la reestatización de la distribuidora provincial de energía.
El gobernador Jorge Busti reconoció que no cuenta con fondos para capitalizar la compañía, y que entonces cedería el 40% de las acciones a cambio de dinero fresco.
Enarsa haría esa capitalización, aunque aún no está definido el monto del aporte.
Entre Ríos, en tanto, para dar más valor a la empresa, le sumó como activo un gasoducto provincial.
«En este mes se cierra el acuerdo», dicen fuentes cercanas a Enarsa, compañía que ha elegido el silencio sobre sus proyectos como parte de su estrategia de negocios.
En la cual integra el directorio el formoseño y ex ministro de Economía provincial, Ricardo Cabrera. Pero la energía tradicional no es el sector en el que más esté avanzando hoy Enarsa.
Acaban de firmar un acuerdo con Innova-T, una empresa de investigadores del Conicet, para el desarrollo de una planta de generación de hidrógeno (producto que se perfila como el combustible que sustituirá en el futuro al petróleo) a partir de bioetanol, que se elabora con productos vegetales.
«Este proceso tiene la ventaja de que no requiere grandes cantidades de electricidad, que es la razón que está frenando el uso del hidrógeno», dicen quienes siguen de cerca la negociación.
Por otro lado, Enarsa selló un convenio con la española Abengoa Bioenergy, para el desarrollo de biodiésel, un combustible derivado de aceites vegetales. «Apuntan a la producción comercial -agregan las mismas fuentes-, y los españoles quieren hacer una planta.
Pero también hay un inversor austríaco que les está proponiendo 7 plantas de producción de biodiésel». «Enarsa considera estratégicos sus proyectos de hidrógeno y biodiésel, porque buscan sustituir el uso del gasoil», aseguran esas fuentes.
Las negociaciones con el Grupo Dolphin para ingresar en Edenor y Transener como accionistas, proyecto al que Enarsa había apostado con fuerza, están frenadas, dicen cerca de la empresa. Pero en cambio avanzan las discusiones con Repsol-YPF.
«Enarsa quiere algo que vaya desde la exploración de áreas petroleras hasta estaciones de servicio», dicen en el sector.
«Pero hoy está algo demorada la discusión porque Repsol pretende exclusividad en la exploración de áreas en el Mar Argentino, y Enarsa entonces le exige que aumente los compromisos de inversión», agregan otros ejecutivos del sector.
Repsol-YPF ya tiene destinados 129 millones de dólares para invertir en exploración en las áreas mar adentro de Enarsa.