La decisión, anunciada ayer en conjunto por Edenor, Edesur y Edelap, responde a los problemas advertidos con las facturas emitidas a partir del 10 de este mes: más que las penalizaciones superpuestas, el problema serio es que el plan de ahorro que rige desde los consumos de junio y julio implica castigos muy severos: para las industrias y comercios medianos y grandes un recargo promedio de 15%, y para los usuarios residenciales de consumo medio significa un cargo adicional que oscila entre 35 y 45 pesos sobre consumos equivalentes a un gasto de 80 a 100 pesos.
La noticia sorprendió al gobierno precisamente en el momento en que se inicia formalmente la campaña electoral.
El primer indicio surgió de una asociación de consumidores que advirtió que en las últimas facturas recibidas, en algunos hogares, había fuertes recargos de hasta 100 pesos.
• Superposición Empresas y autoridades atribuyeron en primera instancia el hecho a que se está superponiendo el castigo del último bimestre del PUREE (Plan de Uso Racional de la Energía Eléctrica) dictado en 2004, que se cobra en el período posterior con el PUREE reformado dictado en mayo de este año, en el que la penalización se cobra en el mismo momento de la facturación.
Sin embargo, cuando las distribuidoras comenzaron a mirar en detalle la situación, advirtieron primero que los recargos a industrias y a comercios se ubican entre 10% y 15% como promedio, pero superan 20% en algunos casos.
Después empezaron a estudiarse los datos de los residenciales y se advirtió que mientras en el plan de ahorro anterior el castigo promedio se ubicó en 8 pesos, por el nuevo programa la multa oscila entre 35 y 45 pesos promedio, pero hay un importante porcentaje de consumidores de clase media con recargos de hasta 100 pesos.
Esto es así porque el nuevo plan exige a los hogares ahorrar 10% o más con respecto a la energía consumida en igual bimestre de 2003, mientras hasta ahora se pedía 5% de racionalización. Por otra parte, hasta el momento el kilovatio consumido en exceso costaba 0,043 de peso y ahora se factura al doble, a lo que además hay que agregarle 28% de carga impositiva en Capital Federal y 44% en el Gran Buenos Aires.
• Postergación Frente a esa situación, la Secretaría de Energía que conduce Daniel Cameron postergaría la aplicación del nuevo programa y, mientras tanto, lo revisaría.
Una de las modificaciones ya resueltas es que el castigo no pague impuestos. Funcionarios del área consideraron que «el plan de ahorro no puede eliminarse porque falta energía y porque, como la tarifa está barata, hay despilfarro».
No obstante, también es cierto que faltó una campaña que les explicara a los consumidores que los castigos se habían prácticamente cuadruplicado con respecto a los vigentes hasta junio. En el PUREE primera versión hubo más premios que castigos.
En una de las dos distribuidoras más grandes, dijeron ayer que las multas del último bimestre por ese programa fueron de 600.000 pesos, y los premios superaron un millón de pesos.