{{«El gas no calienta».}} La frase mil veces escuchada no tiene asidero, según el Enargas. Cada vez que hace mucho frío, la llama de las hornallas es más baja y los calefactores no tienen la misma capacidad para calentar la casa; además el agua en la pava tarda mucho más en hervir. {{¿Las empresas diluyen el gas con aire?}}, {{¿llega con menos calorías?,}} {{¿baja la presión?}}
El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) acaba de refutar una vez más todas estas preguntas frecuentes que en forma casi de afirmaciones se hace todo el mundo cuando llega el invierno.
Por más que, efectivamente, la llama parezca menos intensa, el ente asegura que no es el gas lo que se modifica en invierno sino las condiciones que lo rodean: «lo que ocurre es que los ambientes, los fluidos y los recipientes se encuentran a temperaturas más bajas y para calentarlos se necesita mayor tiempo».
Quizás lo más importante que un consumidor deba tener en cuenta es lo que se le paga a las distribuidoras como Camuzzi no es volumen de gas sino energía.
Para decirlo de otro modo: la empresa debe entregar gas con 9.300 calorías; si es mayor, cada metro cúbico costará más caro, lo que no significa una modificación de la tarifa. En la factura de Camuzzi aparece claramente el poder calórico entregado en el bimestre.
«El gas es, como su nombre lo indica, un combustible natural. No se fabrica en ningún lugar sino que proviene de yacimientos formados en distintos lugares y distintas épocas geológicas y tiene, por lo tanto, composiciones distintas según la cuenca que se explote», explica el Enargas.
Es un producto natural pero antes de ser inyectado en la red de transporte recibe tratamiento en las cabeceras de los gasoductos.
En las plantas de tratamiento se le eliminan elementos perjudiciales y se extraen los hidrocarburos más pesados «que podrían condensar dentro de la cañería y disminuir la capacidad de transporte».
El ente propone un desafío: verificar si las condiciones del ambiente no modifican también el calentamiento de un recipiente con agua cuando se usa una hornalla eléctrica.
El Enargas aseguró que la calidad del gas natural «es controlada en varias instancias durante el manejo del fluido desde que sale del yacimiento hasta que llega a los lugares de consumo».
Esos controles los realizan los productores que operan los yacimientos, los transportistas que manejan los gasoductos y el distribuidor que tiene a su cargo las redes (ver infografía).
Además, cada uno de estos controles son auditados por el ente regulador.
Pero lo cierto es que en los hogares no hay forma de medir si se cumplen con los estándares de calidad que las normas establecen.
Difícilmente una familia cuente con la herramienta capaz de detectar, por caso, la presión con la que el gas llega a su medidor.
A los consumidores entonces no les queda otra alternativa que confiar en lo que el regulador le dice. (AC) Refutaciones frecuentes a críticas clásicas El Enargas detectó para refutarlos los clásicos cuestionamientos relacionados con el poder calórico del gas en invierno:
•El gas natural no calienta como en el verano porque es de peor calidad. Según el ente, esto no es cierto; la calidad es siempre la misma.
«El tratamiento que recibe el gas en invierno es justamente el mínimo, a los efectos de aumentar el transporte de energía a los centros de consumo», explicó.
•En invierno el gas tiene menos calorías porque tardo el doble que en verano para calentar agua. La refutación indica que cuando hace frío se requiere más energía para elevar la temperatura de los líquidos.
«Los tanques y cañerías están expuestos a la temperatura exterior y por ende el agua que sale de las canillas es más fría, aunque fueran pocos grados, que en verano», dice el ente.
También en la cocina hay menos calor que en verano, lo que influye en la llama. •El gas que llega a la casa tiene menos de 9.300 calorías, lo que obliga a consumir más, generando un aumento encubierto de la tarifa.
La respuesta en este caso es que si el poder calórico de gas fuera menor, también lo sería el precio del metro cúbico consumido. Las distribuidoras pueden llegar con el gas hasta cada casa con un rango de calorías que va de las 8.850 y las 10.200, pero la referencia es 9.300.
•Para abaratar costos diluyen el gas con aire. Es una mezcla explosiva y sería perjudicial para la distribuidora porque caería le consumo de gas a 9.300 calorías. (AC)