Según datos difundidos ayer por el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), en los primeros seis meses del año la extracción de gas totalizó 25.419 millones de metros cúbicos -140,438 metros cúbicos diarios (m3/d)-, un 1,97% menos que los 26.072 millones de m3 que se habían obtenido entre enero y junio del año pasado.
La producción semestral de petróleo también cayó un 3,61%, al pasar de los 20,357 millones de metros cúbicos logrados en 2004 a los 19,515 millones de m3 obtenidos en igual período de este año, a un promedio de 107.918 m3/d, o 678.804 barriles por día.
Sin embargo, con el crudo el dato no sorprende. Pese a que el precio internacional del barril de WTI ayer volvió a batir otro récord, al cerrar a u$s 63,94, la producción de petróleo en la Argentina viene en caída libre desde 1998, cuando la industria obtuvo 49,148 millones de m3.
En su informe, el IAPG confirmó otro dato que enciende luces amarillas tanto en el Gobierno como en el sector: a diciembre de 2004, las reservas comprobadas de petróleo totalizaron 393,97 millones de m3, un 7,22% menos que las de 2003. Y las de gas natural se desplomaron aún más fuerte: alcanzaron los 553.427 millones de m3, un 9,46% menos que las de 2003.
Apunten a Loma La Lata
Al ser consultados sobre cuáles fueron los factores que provocaron el recorte en la producción del fluido, desde el sector apuntaron los cañones hacia Loma La Lata, la principal área gasífera del país, propiedad de Repsol YPF, que en mayo aportó 35,90 millones de m3 diarios, 24,33% de la producción total.
«Entre marzo y abril, Repsol YPF realizó tareas de mantenimiento, y cualquier variación del aporte del área más grande impacta sobre los volúmenes totales», explicó una fuente.
Para otro petrolero, a esa causa debe sumarse la madurez de los yacimientos. «Tal como pasa con el crudo, en el gas también hay una declinación natural de la producción. Y a eso se agrega que, por el aumento exponencial que registró la demanda desde 2002, los pozos vienen trabajando a full. Por eso, una caída así es normal, más aún después de la producción récord de los dos últimos años».
Otro ejecutivo del sector incluyó dos factores más que, a su juicio, explican la merma de producción de gas: «Durante varios días, distintas medidas de fuerza sindicales paralizaron plantas de procesamiento en Neuquén, Chubut y Santa Cruz, y terminaron afectando la producción. Además, este invierno está resultando más benigno que el de 2004, cuando debimos salir a abastecer consumos residenciales más altos, porque se empezaron a registrar temperaturas más rigurosas en los primeros meses del año», graficó.
Finalmente, desde la industria sostienen que otro factor que condicionó el recorte de la producción fue la importación de gas desde Bolivia. «En 2004, el país había empezado a importar 4 millones de m3/d recién en junio. Este año, en cambio, se están importando entre 5,5 millones y 6,8 millones de m3/d desde enero. Esos volúmenes reemplazaron producción local, y permitieron operar al sistema, sin tener que recurrir a la sobreexplotación de yacimientos».