Durante cada una de las jornadas, los jóvenes participaron en decenas de foros, conferencias y mesas de discusión sobre los problemas de los pueblos del Sur, la política estadounidense y la guerra en Iraq, la depredación del ambiente y la defensa de los derechos de minorías nacionales y el asedio de Washington sobre Cuba y Venezuela. Y por las noches, los espacios del festival y las plazas que los circundaban se inundaron de música y bailes.
La Federación Mundial de la Juventud Democrática, que organizó el festival con el gobierno venezolano (con una inversión estimada entre ocho millones y 10 millones de dólares) recogió las conclusiones de los debates en un largo memorando de críticas a las políticas de Washington y la tesis de que “el imperialismo no es invencible y puede ser derrotado”.
{{{El Tribunal Antiimperialista}}}
Uno de los acontecimientos centrales del Encuentro fue la realización de un enjuiciamiento a la política de Estados Unidos y el gobierno de su presidente George W. Bush, “ocuparon el banquillo de los acusados” en el Tribunal Antiimperialista que condujo el vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel.
Allí, jóvenes como Bui Teh Giang, expusieron los daños que la guerra química y biológica causó en Vietnam, la brasileña Socorro Gomes habló del saqueo de los recursos de la Amazonia y Antonio Cruz expuso la situación colonial de Puerto Rico.
Como testigos de honor, declararon en el Tribunal el propio Chávez y el presidente del parlamento de Cuba, Ricardo Alarcón. Chávez denunció “los 200 años de agresión imperialista” de Estados Unidos contra América Latina, reiteró su acusación de que Washington animó el golpe de estado que lo apartó del gobierno durante dos días, en abril de 2002, y planteó “la urgencia de desmontar el imperialismo norteamericano antes de que acabe con el planeta”.
Por su parte, Alarcón reclamó por la prisión que padecen, en Estados Unidos, cinco compatriotas suyos que se infiltraron en organizaciones de la derecha anticastrista para, según explicó, prevenir atentados contra la isla, y que fueron condenados por supuesto espionaje.
El Tribunal, que escuchó a fiscales y testigos, condenó “al imperialismo estadounidense por sus crímenes contra la humanidad y por ser una amenaza permanente contra la supervivencia de la especie humana”.
Rangel dijo que, aunque el Tribunal “tiene un valor simbólico”, enviará las conclusiones a la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, a la Organización de Estados Americanos y a entidades como Amnistía Internacional, la organización no gubernamental con sede en Londres.
{{{La declaración del Festival}}}
“Volvemos a nuestros países a incrementar las luchas de la juventud y los estudiantes”, dijo en la sesión final el portugués Miguel Madeira, presidente de la federación organizadora, antes de ratificar la declaración “contra el imperialismo, contra la guerra, por la paz y por construir una nueva sociedad”. El documento se extiende por más de 10 carillas, por lo que para nuestra publicación realizamos una síntesis con los conceptos más significativos. Entre ellos, la declaración recogió las críticas vertidas contra las políticas de Washington y registró que “crece y se fortalece la resistencia en todo el mundo, pese al esfuerzo del imperio por identificarla con el terrorismo”. La extensa requisitoria recordó que en el mundo sobreviven 1.000 millones de personas con menos de un dólar al día, cinco millones mueren al año por enfermedades asociadas al hecho de no acceder al agua potable o al saneamiento básico, y 130 millones de jóvenes integran la extensa legión de analfabetos.
El documento se solidarizó con los reclamos de los derechos de la mujer a una adecuada salud sexual y reproductiva, y de los jóvenes al empleo, a un ambiente sano y a los beneficios de la educación, la salud, la cultura y la tecnología. También expresó solidaridad con los pueblos de Iraq, Palestina, Nepal, Birmania, así como de Marruecos, a ejercer soberanía sobre los enclaves españoles de Ceuta y Melilla, y exigió el retiro de las tropas estadounidenses estacionadas en la península de Corea.
{{{Y la invitación}}}
“Durante los años por venir, previos al próximo Festival, nos encontraremos en muchas ocasiones, luchando y ampliando nuestro alcance, con más fortaleza y determinación. Ésta es la mayor garantía para la realización exitosa del 17º FMJE y continuar con su gloriosa historia, en este Siglo que comienza y que debe ser el Siglo de los pueblos y la juventud, el Siglo de la victoria de los pueblos sobre el imperialismo.
{{¡Por la Paz y la Solidaridad, luchamos contra el imperialismo y la guerra!
Delegados al 16º Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.
Caracas, República Bolivariana de Venezuela.
15 de agosto de 2005”.}}
{{{Las Etapas}}}
Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insiste en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierde la alegría y el sentido del resto de la vida.
Cerrando círculos, cerrando puertas, cerrando capítulos. Puede pasarse mucho tiempo de su presente revolcándose en los por qué, en devolver los casetes y tratar de entender por qué sucedió tal o cuál hecho.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanos, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podés estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué…
Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
NO…! Los hechos pasan y hay que dejarlos ir. Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar.
Los cambios extremos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas; hay que aprender a perder y a ganar.
Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.
El pasado ya pasó. No espere que le devuelvan, no espere que le reconozca, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted. Suelte el resentimiento, el prender su televisor personal para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Porque si usted anda por la vida dejando puertas abiertas, por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción. Noviazgos o amistades que se clausuran, posibilidades de regresar (¿a qué?), necesidad de relacionarse que no se dijeron, silencios que lo invadieron. Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo, si no, déjelo ir, cierre capítulos.
Dígase a usted mismo que no, que no vuelve. Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio. Usted ya no es el mismo que fue hace dos días, hace tres meses, hace un año, hace muchos años…, por lo tanto, no hay nada a qué volver.
Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.
Es salud mental, es amor por usted mismo desprenderse de lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir, porque:
Cuando usted vino a este mundo llegó sin ese adhesivo, por lo tanto es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse, y, humanamente, se puede lograr, porque, le repito, nada ni nadie nos es indispensable.
Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero… cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.
{{ESA, ES LA VIDA…!
Adriano Espíndola}}