El compañero Galíndez, que fue reelegido en su sector, resaltó, en diálogo con 8 de Octubre, que en San Clemente se le logró torcer el brazo a los contratistas, “ya casi no existen”, afirmó y destacó que la lucha pasa, ahora, por la incorporación de personal al plantel a partir de la Bolsa de Trabajo del gremio.
“Hace 12 años que no entra nadie, lo que marca la política de EDEA”, señaló Galín-dez, “pero gracias a la acción del Sindicato pudimos sacarle a la empresa que por cada persona que se jubila, ingrese un compañero”.
“Ya tuvimos el primer ingreso con estas características”, marcó el compañero delegado.
{{{La primera vez}}}
“Estos logros se alcanzan desde la organización y a partir de ésta se defienden los derechos que nos corresponden”, manifestó Claudio Riccitelli , quien fue elegido delegado por primera vez. “Eso me motiva a representar a mis compañeros”, sintetizó el compañero.
{{{La despedida y una anécdota.}}}
Después de unos mates calientes y una charla fluída con los compañeros, invitación mediante a un asado -el que los junta a todos los trabajadores cada viernes- nos vamos de la delegación de San Clemente, que lleva el nombre de Pablo Daniel Centurión, en homenaje al compañero jubilado fallecido.
Una anécdota le ronda en la cabeza al que escribe. Es la que habla de cómo se levantó esta delegación. Producto del esfuerzo y horas robadas de todos los compañeros. Producto de la organización y la convicción de querer y poder. Es el sinónimo de la vida. “El día que estábamos todos trabajando en el hormigón armado, nació la hija del Negro Suárez (un compañero de la delegación)”, afirmó Riccitelli, “el compañero estaba dirigiendo la obra cuando se enteró que su mujer estaba en el hospital a punto de parir”.