{{{El trabajo honesto y solidario.}}}
– Durante la fiesta del 62 Aniversario, no pudimos dar lectura a un saludo acercado por el compañero Pedro Malavento, que publicamos a continuación:
“Como sobreviviente de la Comisión Directiva que fundó este gremio, quiero decir que estos 62 años que han transcurrido encierran fechas y recuerdos inolvidables.
El 13 de septiembre de 1938 me incorporé a la familia de Luz y Fuerza, por lo que recientemente se cumplieron 67 años de ese hecho; este 7 de octubre cumplí 29 años de jubilado lo cual representa para mí una inmensa alegría; compartir esta conmemoración trae felicidad pero también tristeza por la ausencia de seres queridos que siempre recordaremos.
Ya que tengo la oportunidad, quiero transmitir un cordial saludo a los presentes, en especial a los integrantes de la actual Comisión Directiva, delegados de otras filiales, jubilados, pensionados y a los invitados a esta reunión.
Es un motivo de satisfacción poder compartir en familia este festejo haciendo un alto en nuestras actividades habituales. Sabemos que es un momento de dificultades; conocemos los problemas que enfrentan quienes conducen el gremio y la tarea que llevan a cabo en la búsqueda de soluciones.
Además de felicitarlos por su dedicación y por sus logros, quiero alentarlos a que sigan siempre por la senda del trabajo honesto y solidario; es el mismo camino que antes transitaron muchos compañeros que aunque físicamente ya no estén junto a nosotros, se mantienen vivos en nuestra memoria por todo lo que hicieron en beneficio de la familia de Luz y Fuerza.
A todos les deseo lo mejor; y a quienes con su diario esfuerzo actualmente conducen los destinos de este Sindicato que tanto queremos les digo muchas gracias y… ¡Feliz cumpleaños!”
{{{El Octavo, en décimo lugar.}}}
– La fecha de nuestra celebración, movilizó al compañero Juan Baliani a acercarnos un texto que se introduce en un posible significado para el nombre dado al décimo mes del año:
“Etimológicamente octubre remite a ‘octo’, que significa ocho, lo que cuando menos, parece ser una contradicción.
¿Quién cometió este error? Ningún error. Fue una decisión de los nobles romanos que advirtieron que enero, mes destinado a honrar a Jano, no podía quedar relegado al lugar que ocupaba en su momento, onceavo. Ocurre que en tiempos del reinado de Rómulo, regía un calendario primitivo en el cual el año empezaba en marzo y terminaba en diciembre (tenía 304 días, divididos en 10 meses y ninguno se llamaba enero ni febrero). Eran Martius, Aprilis, Mais, Junus, Quintillis, Sextilis, September, October, Nouember y December. Como era un calendario lunar, siempre comenzaba en Luna Nueva.
Martius era en honor a Marte, dios de la guerra y supuesto padre divino de Rómulo y Remo, al que le seguía un mes probablemente llamado Aprilis por la apertura de la primavera (en aquel hemisferio). Mais provenía de Maya, diosa del crecimiento y Junus de Juno, esposa del Dios del Olimpo. El resto tenía connotaciones numéricas por su orden. Enero y febrero fueron agregados por el sucesor de Rómulo al final del calendario, hasta que se los ubicó al inicio para seguir representando el inicio, la apertura.
Así, septiembre, que equivale a siete, quedó en noveno lugar, y octubre, que representa el 8, pasó al décimo lugar del calendario.”
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{{{Desde un lucero resplandeciente.}}}
– Lucio Eber Jorge, es el nombre del padre de otro compañero del gremio, Marcelo Jorge, quien nos acercó el mensaje que su padre escribió para su nieta María Constanza, cuando ella tuvo que mudarse por su trabajo:
“Te vas para Mar del Plata…, son las cosas de la vida. De este momento argentino que disuelve las familias. Que enajena el patrimonio que costó generaciones. Que pone la economía sobre todas las razones.
¿Siempre será así? Yo espero que renazcan decisiones que nos llenaron de orgullo ante todas las naciones. Mientras tanto, tus cuatro años sentirán las sensaciones de una experiencia lejana que abre nuevas emociones.
El ratoncito descansa de los juegos de creaciones. Y el ‘Manchi’ espera absorto seguir tus expediciones. “No siempre se puede todo” decías en tus reflexiones, pero cabe deducir un mundo de sensaciones.
Terminarás el jardín en otras jurisdicciones, y vendrán los complementos que la educación impone. Para qué apurar el tiempo, mejor así retenerte, y en un agitar de manos pensar en volver a verte.
Y desearte lo mejor es muy poco al sentimiento, que suscita tu partida en estos dispares tiempos… Coti, cuando sobre el mar, resplandezca algún lucero, piensa que de allí te miran como siempre, tus abuelos.”
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{{{“Aquí está lo verdadero.”}}}
– También Oscar Poveda quiso dirigirse a los compañeros en una reivindicación muy hermosa, sobre la amistad:
Ser un buen compañero
_ No hace falta la grandeza
_ Solamente ser sincero
_ Y un poco de su nobleza.
Ser un buen compañero
_ Es sentirse respetado
_ Puede ser un gran compañero
_ Sin que no haya estudiado.
Hay que saber respetar
_ Para ser un compañero
_ Hay que aprender a escuchar
_ Para uno sentirse entero.
Ser un buen compañero
_ Es aprender en la vida
_ Que no exista el embustero
_ Ni tampoco que haya envidia.
Se es un buen compañero
_ Compartiendo la igualdad
_ Se es un buen compañero
_ Sin perder su dignidad.
Puede ser analfabeto
_ Y ser un buen compañero
_ Si es de lo más honesto
_ Aquí está lo verdadero.
Se es un buen compañero
_ Cuando pueden dialogar
_ Sea un peón o un ingeniero
_ Ambos se pueden juntar.
Mis padres a mí me enseñaron
_ Que la honestidad está primero
_ Para aquéllos que se olvidaron
_ De ser un buen compañero.
Siempre estaré agradecido
_ De mis grandes compañeros
_ Hoy algunos son amigos
_ Y otros están en el cielo.
{{Oscar Poveda}}