En un trabajo inédito realizado por dicho personal, se recupero el turbo generador N°7 que había salido de servicio por rotura en Diciembre del 2003.
A partir de allí se produjo el desarme correspondiente, verificando que el rotor de alta presión se encontraba doblado, por lo que se hizo un trabajo de recuperación del mismo en forma satisfactoria y realizando las tareas en la Central. Es aquí cuando se encuentran los primeros problemas para seguir con la tarea de reparación. Hacían falta repuestos para reempaletar los rotores de las turbinas y también la parte fija de la máquina.
En ese momento teníamos la incertidumbre de que iba a pasar con nuestros puestos de trabajo si quedaba fuera de servicio el otro generador (el N°8).
En una conversación mantenida por quien firma esta nota con el jefe del taller de mantenimiento de máquinas, al cual pertenezco, le sugerí el uso de los «fierros» de la máquina, que estaba fuera de servicio desde principios de los 90, y que estaban en muy buenas condiciones.
En cierto momento no sabíamos que hacer ya que los materiales que necesitábamos para adecuar los rotores a la otra máquina no venían. Pero una vez llegado el material, los trabajos se realizaron en el taller de tornería de la Central por los trabajadores del sector.
De ahí en más se comenzó a avanzar en el alineamiento de los distintos rotores de la máquina y en el posterior armado de la misma, concluyendo los trabajos en los primeros días de Octubre del corriente año. Se hizo la primera prueba del equipo en forma muy satisfactoria y a la semana se puso en funcionamiento en forma definitiva conectada al mercado.
La mayor satisfacción de mis compañeros y la mía es haber demostrado que se podía hacer el trabajo.
Quiero agradecer a mis compañeros que participaron en esta reparación, a los ingenieros Rodríguez y Sousa, y la mayor satisfacción, la de ayudar a salvaguardar la fuente de trabajo de más de 100 familias que conformamos el plantel de la querida Central 9 de Julio