Eric Toussaint, historiador y militante belga, director del Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM), aseguró que “hay que recordar que venimos de un éxito creciente con la quinta edición del FSM en Porto Alegre en enero de este año donde hubo más de 150 mil participantes. Sin olvidar que un primer cónclave del Mediterráneo les permitió reunirse en junio pasado a más de mil delegados del mundo árabe con un gran número de europeos. En cuanto al sexto FSM, estamos frente a un desafío no “planificado”. Recordemos que en el 2004 se abrió un debate importante en el Consejo Internacional sobre el ritmo frenético del FSM. Una serie de foros nacionales-continentales, así como movimientos y campañas consideraban que el ritmo era demasiado intenso y que era conveniente avanzar hacia una periodicidad bienal. Finalmente se logró el consenso para realizarlo anualmente pero de forma policéntrica, en varios lugares al mismo tiempo.”
Desde el 19 de Enero el Foro largó en África, más precisamente en Malí. Entre el 24 y el 29 también de enero, se trasladó a Venezuela, lo que ya concitó una particular atención por empalmarse con el proceso de la revolución bolivariana. Luego será el turno de Karachi, en Pakistán, país donde se realizará previamente un encuentro nacional preparatorio.
“Hay una dinámica tal del movimiento social que lo que va a primar y priorizarse es la capacidad de unificación del proceso”, aseguró Toussaint, refiriéndose al nuevo proceso que se da en el 2006.
El proceso FSM y el evento FSM continúan siendo objeto de evaluación y reflexión. El gran interrogante es cómo pasar a la acción, tomar posiciones que sean más tangibles y realistas frente al escenario mundial y que adquiera fórmulas programáticas alineadas con determinados proyectos alternativos que se generan en países o que formulan algunos liderazgos o fuerzas políticas.
La instancia de Caracas surgió, ante este interrogante, como el espacio ideal para que los movimientos sociales realicen una mirada crítica, a partir de los ejes, no sólo del enfoque y análisis sobre estos procesos de intentos hegemónicos de dominación y resistencias de los pueblos, sino al mismo tiempo una mirada crítica sobre las propuestas que ya se comienzan a instrumentar en los países como alternativas al neoliberalismo y que impulsan los gobiernos en algunos países del continente o que forman parte de las propuestas programáticas de las fuerzas políticas que pretenden alcanzar el poder mediante elecciones.
En Caracas una de las actividades que fue centro de atención fue el debate sobre los “Nuevos patrones de poder global: relación movimientos y organizaciones sociales, partidos y Estado” que se propuso en los ejes definidos en el Comité Hemisférico del Foro. Venezuela fue, sin duda, un escenario inmejorable para contrastar la eficacia de las políticas sociales inclusivas; el rol protagónico y la participación de los sectores populares en los ensayos de nuevos modelos de desarrollo; las diferencias entre acumulación de fuerzas electorales y acumulación de fuerzas sociales, ciudadanas y políticas.
En Caracas, además, los participantes del foro encontraron, también, un escenario desde donde hace meses se empezó a debatir sobre el Socialismo del Siglo XXI. El socialismo, esa categoría olvidada, enterrada y desterrada del debate desde 1989, ahora vuelve a colocarse sobre la mesa y se transforma en pregunta, en búsqueda: ¿otros socialismos son posibles?
Desde esa mirada se dió continuidad a dos debates permanentes de los últimos años que abogan a favor de la soberanía de los pueblos y la búsqueda de otra integración posible, como es el caso del ALBA y la Carta Social de las Américas. Pero también uno de los lugares donde más fuerte se desarrolla el discurso y el debate de confrontación entre USA-América Latina.
Se dispondrá de excelentes condiciones para que el Foro tenga un sistema multimedia de comunicación, que reivindique los movimientos, organizaciones y redes de comunicación alternativa que se han diseminado por todo el continente, especialmente por lo visto en Venezuela.
Todo indica que en enero de 2006 se podrán recargar las energías del FSM para retomar el impacto social, político y mediático que le corresponde en el concierto mundial y poder incidir, como conjunto y por separado, en la agenda política mundial.
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¿Qué es el Foro Social Mundial?
-El FSM es un espacio de debate democrático de ideas, profundización de la reflexión, formulación de propuestas, cambio de experiencias y articulación de movimientos sociales, sindicatos, redes, ONGs y otras organizaciones de la sociedad civil que se oponen al neoliberalismo y al dominio del mundo por el capital y por cualquier forma de imperialismo. Después del primer encuentro mundial, realizado en 2001, se configuró como un proceso mundial permanente de búsqueda y construcción de alternativas políticas neoliberales. Esta definición está en la Carta de Principios, principal documento del FSM.
El Foro Social Mundial se caracteriza también por la pluralidad y por la diversidad, teniendo un carácter no confesional, no gubernamental y no partidario. Él se propone facilitar la articulación, de forma descentralizada y en red, de entidades y movimientos engajados en acciones concretas, del nivel local al internacional, por la construcción de un otro mundo, pero no pretende ser una instancia representativa de la sociedad civil mundial. El Foro Social Mundial no es una entidad ni una organización, pretende ser un espacio de reflexión para la acción.