Es el primer aumento que se le arranca a EDEA. Indudablemente, sienta un precedente y es acá donde nos tenemos que detener. La empresa ya no puede decir no porque, a pesar de que el gobierno en materia económica se muestra tan conservador, es la comunidad, como en los 90, la que ya no compra el verso del tren del desarrollo y son los trabajadores los que, desde el pie, consideran que es el turno del protagonismo. Semejante contradicción en materia de política económica no hace más que redoblar el esfuerzo, pero en estos meses de conflicto con EDEA, ningún compañero le sacó el cuerpo a esta virtud que históricamente tenemos los trabajadores.
Pero el acuerdo con EDEA no sólo tiene la significancia resaltada, es avanzar sobre las tercerizadas, que no es otra cosa que avanzar sobre el modelo de los 90.
Ése que América del Sur empieza a aplastar desde la acción, a pesar de las contradicciones.
Evo Morales volvió a marcar el camino, la recuperación en manos del pueblo de nuestros recursos naturales.
Lo entiende Bolivia, lo entiende Venezuela, lo entienden los trabajadores de América en sus luchas, las organizaciones sociales, la comunidad organizada.
De entender depende ser protagonistas para transformar.