“Éramos muy jóvenes cuando nos conocimos”, señala Ilda, “yo tenía 18 años y él creo que andaba por ahí. Nos conocimos en un baile de Carnaval en el Club Unión. Bailes que eran inolvidables, no sólo por que allí conocí a mi compañero de toda la vida, sino porque reunían a muchos vecinos. Eran multitudinarios y divertidos. Una tradición que se repetía en la mayoría de los clubes de barrio de la ciudad y que lamentablemente se fueron perdiendo”, resalta Ilda con mucha nostalgia desabordándole. Recuerda que con Salvador solían asistir a esos encuentros imprescindibles no sólo para los jóvenes de aquellos años, sino también para la familia, y que sin lugar a dudas, además de convertirse en espacios sociales y de relación entre los vecinos, eran un ámbito que reafirmaba la identidad de la comunidad.
“Si mal no recuerdo, cuando nos conocimos, Salvador ya trabajaba en el sector eléctrico, creo que en la cooperativa, luego pasó a las sucesivas empresas del Estado. En Agua y Energía empezó como toma estado. Después se dedicó al tema de cobranzas para finalmente desempeñarse en el área administrativa donde termina jubilándose.” Hablar de Salvador la conmueve. En su pequeño santuario, la cocina, hay fotos de ella con Salvador, sus hijas y sus nietos. La familia que se multiplica en imágenes, manteniendo vivo el recuerdo. En la mesa hay unas viejas 8 de Octubre y algunas fotos de la militancia de Salvador que, celosamente guarda su hija Inés, y que Ilda pudo convencer que se las prestara para la ocasión. «Para Salvador el sindicato era su vida», dice Ilda revisando fotos y revistas. «Luego del trabajo, pasaba por casa, almorzaba, dormía una siestita rápida y se iba al gremio. Esa era su rutina, la que no iba a cambiar por nada del mundo. Para él el gremio era una herramienta fundamental para sus trabajadores, era la única que podía garantizar lo conseguido. Por eso consideraba que no podía apartarse, que tenía que estar presente.» La compañera recuerda que Salvador comenzó realizando tareas de prensa en el Sindicato, «¡si habrá escrito artículos para la revista!», rememora. «Luego pasó a desempeñar tareas en la Gremial, donde llegó a ser Secretario, función que cumplió hasta su jubilación».
{{{Sindicato a capa y espada.}}}
Ilda repite una y mil veces en la entrevista que, para Salvador Di Gesu, el gremio era la vida. “Y yo respeté mucho esa decisión, la familia, amigos me decían que le dijera que no se lo tomara tan a pecho, pero él era un convencido y yo no podía hacer más que respetar su decisión acompañándola. La fortaleza y el convencimiento que ponía en cada tarea del sindicato reafirmaba sus convicciones”, sintetiza Ilda, “y eso que en la época de los militares estuvo detenido varios días. El no aflojó, la defensa de sus pares era lo más importante”. Sin lugar a dudas esos años duros e inciertos templaron almas. También existieron otros, que a muchos sorprendieron. “La separación del Sindicato fue un golpe durísimo para Salvador, no podía entender tanta traición”, asegura Ilda y se estremece cuando habla como si las palabras de su compañero, confesándole el dolor, le volvieran a susurrar los oídos. “Salvador no podía entender cómo se podía regalar tan fácilmente lo hecho durante tantos años, y el esfuerzo que eso significó. A veces pienso que el dolor por la traición, en Salvador era más fuerte por su paso como dirigente de la FaTLYF”.
{{{La familia lucifuercista.}}}
“Salvador era un padre muy confidente y el diálogo con sus hijas estuvo siempre. A ellas le trasladó su pasión por el trabajo, y las dos, Inés y Chiche, entraron a la empresa a través de la Bolsa de Trabajo del gremio”. Inmediatamente Ilda es ganada por otras imágenes, los compañeros de Salvador, sus familias, los encuentros en el gremio. “Eran fiestas muy lindas las que proponía el sindicato. Multitudi-narias. Siempre lo fueron. Pero el clima era de tanta amistad, parecíamos todos familiares”, se ríe Ilda y nos propone un mate. Las fotos y los recuerdos seguirán transcurriendo en las rondas, pero también una convicción, la de la fortaleza de esta familia, a la que buscamos en estas entrevistas sumar a su historia, Luz y Fuerza Mar del Plata.