Los dichos del Senador Jorge Saravia, -integrante de la coalición del gobernante Frente Amplio-Encuentro Progresista- sobre que la Argentina prepara un segundo Chernobyl, ¿será la respuesta del gobierno uruguayo frente a la acentuada oposición que nuestro pueblo demuestra en cada uno de los cortes de los puentes que nos unen al vecino país en contra de la instalación de las papeleras?
Queremos creer que no, que fueron fruto más del desconocimiento en lo nuclear, o bien de su por ahora decisión de no incursionar en esta materia desde el punto de vista de producción energética. Desde el humilde lugar que nos toca como trabajadores/ras queremos expresar a modo no solo de información, sino porque no de esclarecimiento, que nuestras dos centrales en operación y la tercera en construcción, aludida por el compañero senador posee una tecnología que lejos de ser obsoleta, según sus dichos, es la misma o similar que la de 400 centrales nucleares en el mundo en operación.
Lejos de polemizar ya que insistimos que deben ser producto de la desinformación, nuestros hermanos uruguayos jamás deben pensar en la remota idea de un segundo Chernobyl en la región ya que las diferencias en seguridad con esa central rusa aludida y la nuestra son tantas que sería descabellado pensar algún grado de similitud con la misma. Nuestra central no solo posee una esfera de contención con un espesor de 1m de hormigón armado que es la que se ve a simple vista cuando paseamos por Zárate. La Central tiene calculado su blindaje como para que aún cayendo un avión sobre ella ésta se mantenga intacta, ya en el interior de la misma en el recipiente del reactor está contenido por una pared de concreto y hormigón armado de 4 metros de espesor, y como si esto fuera poco, todas las operaciones siempre deben tener por lo menos doble barrera de protección y contención frente a cualquier incidente, lo que asegura que jamás podría haber un escape de material nuclear al medio ambiente ya que la barrera de blindaje y protección lo impedirían, antítesis de Chernobyl que era una central a cielo abierto.
Habría otras diferencias técnicas, pero para no ahondar en ello los/las trabajadores/as del área energética nuclear debemos llevar tranquilidad sobre las expresiones vertidas por el gobierno uruguayo y nos ponemos a su disposición para esclarecer sobre un tema tan sensible como éste, a sabiendas de la preocupación que obviamente ocasionaron.