Repsol sorprende al mercado: baja sus reservas 25% y cae la acción: Las disminuye en Bolivia y Venezuela por cambios en las regulaciones. En la Argentina, por razones técnicas. Pero prometieron continuar con las inversiones. En la bolsa el papel de la petrolera perdió 8%.
Es un disgusto, arrancó desde Madrid Antonio Brufau y así dio la sorpresa a los periodistas reunidos ayer especialmente en Buenos Aires. El jefe de Repsol-YPF, la mayor empresa del país y una de las diez principales petroleras del mundo, informó que redujeron un 25% sus reservas. Brufau, conectado vía satélite, pidió varias veces desdramatizar la noticia. Pero en las bolsas del mundo el papel de Repsol se desplomó velozmente, incluso se llegó a interrumpir la cotización. Al final del día, cerró un 8% abajo.
Lo cierto es que el 25% de disminución de reservas equivale a 1.254 millones de barriles de petróleo. Es casi dos años y medio la producción de Repsol-YPF. Y por lo que le toca a la Argentina implica el 6% de las reservas totales del país, de acuerdo a distintos expertos. En el gobierno no quisieron hacer comentarios.
«Con los cambios políticos en la región, Repsol tenía que hacer este ajuste», dijo un analista. Las reservas disminuyen 52% en Bolivia y 41% en la Argentina. Y Brufau distinguió razones. Así, explicó que la disminución en Bolivia obedece al cambio de marco regulatorio. En la Argentina, a razones técnicas por culpa de yacimientos que ya están maduros. Según el experto Francisco Mezzadri: «Esto es cuanto menos, una luz amarilla», advirtió.
Brufau insistió que en Argentina seguirán con las inversiones comprometidas. En cambio puso en duda los 400 millones de dólares destinados a Bolivia. Lo explicó de este modo: «Faltan precisiones sobre el criterio de aplicación práctica de la nueva Ley de Hidrocarburos aprobada recientemente». Aunque enseguida aclaró que hay que darle tiempo al nuevo gobierno de Evo Morales para que precise cómo serán los contratos entre las empresas que estamos operando en el país y la estatal YPFB», señaló Brufau.
Con relación a la baja de las reservas de la compañía en Venezuela, Brufau dijo que «en el contexto de la ley de Hidrocarburos vigente en ese país hemos constituido sociedades mixtas con la estatal PDVSA». Es decir que comparten la propiedad de los yacimientos en una proporción de 60% para la petrolera estatal venezolana y 40% para Repsol. Y de pasó mandó el mensaje: «Bolivia y las petroleras debemos encarar un diálogo que contemple los intereses del Estado y de los inversores privados en la actividad».
Sin embargo en cada pausa, Brufau puntualizó que la decisión adoptada «obedece a una valoración técnica ligada a las normas de la SEC ( Security Exchange Comission) de Estados Unidos y no a criterios políticos» (por el cambio de gobierno y la nacionalización de los hidrocarburos). La SEC vigila de cerca el comportamiento de las empresas que cotizan en la bolsa norteamericana.
Con estas correcciones, el nivel de reservas probadas de crudo y gas de la compañía pasó de 1.200 millones de barriles equivalentes de petróleo a 600 millones.
El ejecutivo máximo de Repsol admitió que las compañías petroleras están expuestas en el mundo a la modificación de reglas de juego. Por eso mismo habló de ser prudentes. El ejecutivo en cuanto llegó a la presidencia de Repsol inauguró un nuevo estilo al diseñar un comité de auditoría de reservas. Se trata de un activo que los accionistas siguen muy de cerca. Precisamente el año pasado la angloholandesa Shell tuvo que admitir que había sobre estimado sus reservas y luego dio a la baja el 20% del total en medio de un escándalo.
En la Argentina Repsol es por lejos la compañía número uno. Entre enero y setiembre del año pasado (últimos datos disponibles) facturó casi 23.000 millones de pesos. Aquí la disminución de sus reservas se da en el yacimiento Loma La Lata, que es el principal del país y en el que Repsol tiene la concesión hasta el año 2027. Brufau habló de inversiones de alta tecnología. ¿Está pidiendo más tarifa?, se le preguntó. «Esto no depende de tarifas», respondió tajante.