Por el contrario, dijo «Hay ilegalidad para miles de organizaciones sindicales, el gobierno no avanza en esa democratización y escucha a los grupos económicos que se vienen beneficiando, desde hace 30 años, con la concentración de la riqueza, con el invento del hambre y de la desocupación, la caída de los salarios y precarización laboral: evidentemente necesitamos construir nuestra fuerza».
Anunció que «vamos a definir qué Central queremos y qué país queremos» el 30 y 31 de marzo, cuando más de 8.000 delegados de esa central volverán a encontrarse en esta ciudad en un nuevo plenario de esa central de trabajadores.
El 7º Congreso Nacional de Delegados sesionará bajo una impronta especial: conmemorando los 30 años de resistencia al golpe genocida del 24 marzo de 1976, los 15 años de aquel grito de Burzaco en el que se empezó a construir una nueva experiencia del movimiento obrero, y a 10 años de haber dejado de ser Congreso de los Trabajadores para pasar a ser Central de los Trabajadores.
En el lanzamiento del congreso estaban los representantes de los trabajadores estatales, docentes, judiciales, barriales, desempleados, de la energía, de la comunicación, de AMMAR.
«Estamos convocando al 7º Congreso de Delegados de la CTA que será una conmemoración que tendrá fuerza, alegría, impacto porque son 30 años de resistencia. Tenemos una oportunidad histórica para avanzar y construir un nuevo proyecto de país y un nuevo proyecto de CTA», señaló De Gennaro ante más de 300 militantes de la CTA.
Añadió que «queremos recuperar nuestro orgullo de resistentes, el orgullo de ser parte de los que derrocamos a la dictadura y recuperar la memoria de nuestros caídos, de nuestros mártires, y reivindicar su proyecto de vida».
De Gennaro llamó a «no ser inconscientes para avanzar y construir la nueva sociedad. Por eso el Congreso lo vamos a empezar el 30 de marzo, porque es día fue cuando los trabajadores pusimos fin a la dictadura militar».
«Recuperamos la Plaza de mayo el 30 de marzo -continuó- para gritarle a todos, a quienes no nos consideran, a quienes no nos creen, pero también a nuestros hijos, a nuestro futuro, que nos sentimos orgullosos de pertenecer a la clase trabajadora Argentina, que fue la que derroto a la dictadura militar».