{{{De Gennaro, exaltado y eufórico.}}}
La motivación era atractiva: había dos horas de una emisión que se reprodujo en simultáneo a través de más de 30 radios comunitarias en todo el país, a través de las cuales desfilarían participantes del congreso, charlando con los conductores, hasta que Víctor De Gennaro iniciara su discurso, que se transmitiría completo. La transmisión y el discurso no coincidieron, así que se cumplió con una serie de más de 10 entrevistas con trabajadores y desocupados organizados en la CTA de todo el país, y buena parte del discurso gritado y sentido por el titular de la CTA ante más de 8 mil personas. Y ni bien se bajó, gracias a una gestión del equipo de prensa de la Central, mágicamente Víctor de Gennaro estuvo, casi sin voz y con una gran sonrisa, sentado 15 minutos en esa transmisión. De ella, tomamos varias de sus palabras:
“Pobres los oyentes que ya me escucharon en el escenario, en un discurso que fue con el cuerpo y con el alma, no les voy a repetir todo ahora. Sí quiero destacar lo importante de esta organización, después de 30 años de estar resistiendo el genocidio, 15 años de cuando dimos el Grito de Burzaco y nos fuimos de la CGT, y 10 de construir una central como ésta, que es muy difícil.
Es tiempo de consolidar un nuevo Movimiento Político Social y Cultural, con todo lo que eso significa”. En referencia al permanente planteo sobre su presentación a elecciones, se mostró irónico: “A mí me sorprendió que me preguntaran los periodistas que responden a sectores hegemónicos de la comunicación, acerca de si dejo la CTA y me dedico a la carrera política. Soy trabajador, ¿cómo es que no podemos los trabajadores hacer política?, hacemos política, y me sorprende esta cosa de la carrera política. Somos militantes de la vida, militantes del trabajo, militantes de la política. No es una carrera, es una actividad permanente, que va con la sociedad, con la familia, con la vida, somos trabajadores toda la vida”.
En la transmisión le preguntaron qué hay que hacer para convencer al gobierno de la legitimidad de la Central, a lo que De Gennaro dijo simplemente que “no hay que convencer al gobierno de que tiene que cumplir la Constitución Nacional. Eso es una perogrullada. No la cumple, eso es así. Hay que preguntarse a quién defiende con esto”.
“La CGT, a través de uno de sus abogados, Héctor Recalde, también diputado, ha presentado por primera vez un rechazo a la personería gremial nuestra, con lo cual defiende el unicato en la actividad privada, con la misma ley que avala por otro lado que uno pueda estar en uno u otro gremio. De los de base, de los que hoy hay, por ejemplo para los trabajadores del Estado, en un mismo ámbito. Con lo cual para nosotros queda claro quiénes son los herederos de Martínez de Hoz, que desindustrializó el país, que es emblema del empresariado que persiguió a los trabajadores. El 67 por ciento de los desaparecidos eran trabajadores. Y estos fueron los empresarios responsables de todo esto en la dictadura. Así como los hubo militares y religiosos, ellos fueron civiles empresarios responsables de esta parte del genocidio, los que fundieron el país, de los que lo vendieron.”
“Por eso decimos que las empresas tampoco quieren la democracia, no la quieren, la cierran, tienen seguridad privada, son un país propio dentro de cada una, no quieren la apertura a los trabajadores”.
También se refirió a la ratificación del Movimiento político, social y cultural, lanzado en al congreso anterior. “Estamos en avance, estamos creciendo, la unidad del campo popular es fundamental. No lo vamos a imponer, tiene que ir saliendo. Porque el autoritarismo no es nuestra manera de hacer las cosas. Tenemos que aprender a discutir, debatir para construir, con eso vamos en un buen camino para la construcción del movimiento político, social y cultural.”
Y el cierre de la nota, con un De Gennaro contento pero agotado, fue en torno a la motivación con la que se convocó al Congreso: cuál será la CTA de los próximos 10 años: “No tengo dudas, eso ya está. En Chapadmalal, el año pasado hubo un encuentro de 1200 jóvenes de todo el país, eso me demostró la marcha, la nueva oleada que surge cuando hay movidas populares. Como yo que fui hijo del ‘Cordobazo’, y estas de hoy que ya sabemos de dónde vienen. Y a ellos no hace falta darles la posta, ellos ya la agarraron, en noviembre, en la Cumbre de los Pueblos, en las movilizaciones contra el ALCA, ahora para el 24 de marzo, en este congreso; ya está… Lo que ahora hay que hacer es darles el espacio, sumarlos, y ellos tienen que incorporarse, comprometerse.”
Hay una frase que dice no basta participar un solo día de exaltación en la contienda si no se está preparado en cuerpo y alma para perseverar. Y después el que afloja pierde y el que se baja es un cobarde. Con eso ya está la respuesta.”
{{{Rigane, comprometido y satisfecho.}}}
“Creo que es un congreso espectacular, que marca un antes y un después, porque es un congreso que ratifica autonomía ante los partidos, el Estado, y los patrones; y profundiza otros principios. Abre y profundiza otros principios, y abre y profundiza la democracia. A partir de estas resoluciones que se van a tomar en este congreso, va a haber lugar para la participación para la mayoría y minoría. Va a haber más secretarías, más representación, congresos todos los años, y el grande cada cuatro años. Es decir, que tenemos un congreso que marca un antes y un después, porque estamos definiendo la central que viene, la de los próximos diez años. Y necesitamos una central que sea más central, que sea capaz de representar al conjunto de la clase, capaz de recuperar la identidad de clase. Y en esa dirección tenemos que poner todos los esfuerzos, los sacrificios y todos los objetivos; y tener claro que la central necesita imperiosamente elevar la convivencia política entre quienes partimos desde el mismo ámbito de trabajadores, podemos tener miradas e interpretaciones, variantes en la intervención, en el camino a seguir, seguramente no en el objetivo final. En esa dirección, hay que elevar la convivencia, y saber que no pensamos todos igual, ni que todos queremos lo mismo”.
Quien también ocupa el cargo de Secretario de Interior de la CTA, se refirió al tema de la personería gremial. “Va a ser el resultado de nuestro desarrollo y de nuestro crecimiento, va a ser la consecuencia de la capacidad movilizadora que tenga la central, y la convicción para seguir profundizando la pelea por este derecho, que cada vez más ratifican los expertos de la OIT, como imprescindible e ineludible. Como uno de nuestros derechos. Y creo que estamos ratificados y legitimados por un millón 200 mil afiliaciones. También tenemos que lograr que se respeten las leyes y la constitución, que haya democracia sindical, que las organizaciones simplemente inscriptas estén todas absolutamente reconocidas, en igualdad de condiciones. Y que sean los trabajadores los que decidan dónde quieren estar. Y no que sea el Estado, el Ministerio de Trabajo, el que decida quién tiene más o menos poder, quién tiene más o menos representación. Eso es falso, aquí los que definimos somos los trabajadores, y para definir tenemos que comprometernos a participar. A desarrollar la CTA. A hacerla crecer, a tener presencia y sobre todo lograr que tengamos políticas que contemplen las necesidades y las reivindicaciones de los trabajadores en su representación”.
En referencia al discurso de apertura del Secretario General de la CTA, Víctor De Gennaro, Rigane comentó que “lo que hizo fue un análisis importante de la construcción de la Central. Creo que el tema principal es el de la participación política. No estamos construyendo una CTA política sino una central en la que necesitamos que todos participen políticamente, pero que además tenga autonomía, eso es esencial. Y junto con eso, la construcción del Movimiento Político Social y Cultural. Que es imprescindible, ineludible en estas circunstancias. Si ese movimiento es superador, en cuanto a la propia central, porque la central es la representación de los trabajadores pero el movimiento político y social tiene una construcción más amplia, tiene que hacerse con otros sectores. En esa dirección vamos a conseguir no sólo presencia desde un punto de vista del número, sino desde la política, para que entonces podamos disputar las políticas que imponen los grupos económicos multinacionales, que verdaderamente definen la orientación política económica desde hace muchos años. Hay que terminar con el principal enemigo, y el principal enemigo son los grupos multinacionales”.