Durante la dictadura de Onganía, y su Ministro de Economía Krieger Vassena, se dictó la Ley de Represión del Comunismo, que estuvo ejecuto de la Dirección de Investigaciones de Políticas Antidemocráticas, DIPA, cuyos integrantes se encargaron de perseguir, encarcelar y torturar a militantes populares. Se intervinieron, sindicatos y se suspendieron las personerías gremiales. En las universidades, también intervenidas, los estudiantes y profesores fueron desalojados a la fuerza porque eran considerados subversivos y comunistas. A este brutal desalojo por parte de la policía, se lo conocerá, más tarde, como “la noche de los bastones largos”. Se modificó la Ley de Indemnizaciones por despidos y se incrementó la edad de jubilación. Los salarios fueron congelados. Se disolvieron los partidos políticos.
Ante este escenario desolador, desprovistos de todo tipo de garantías y derechos sociales, el Cordobazo fue la respuesta que abrió uno de los momentos más fecundos de luchas y experiencias políticas de los trabajadores. Sin duda, fue el inicio de una serie de acontecimientos futuros, como el desarrollo de las corrientes clasistas en el movimiento obrero y la aparición de grupos guerrilleros.
{{Las movilizaciones}}
_ El mayo francés del 68, la Primavera de Praga. La masacre en la Plaza de las Tres Culturas en México en el mismo año. El ascenso del movimiento negro en Estados Unidos en los 60. Sin duda estos hechos que se suceden en diferentes partes del mundo, alimentan el sentimiento de resistencia y de rechazo en contra de un modelo autoritario y abusivo que tenía como horizonte la implantación profunda de las bases del capitalismo en Argentina, situación que miles de obreros y estudiantes no estaban dispuestos a permitirlo.
El 4 de febrero fue atacada la Sede del Sindicato Luz y Fuerza de Córdoba, se hicieron 8 disparos de arma de fuego y fueron heridos dos estudiantes. El Sindicato fue clausurado y el 5 de febrero Onganía ordeno la intervención del Sindicato LYF Córdoba.
El 29 de mayo de 1969, Onganía presidia, en el Colegio Militar en Campo de Mayo, la celebración del día del ejército. En Córdoba, se realizaba un paro masivo de trabajadores que se movilizaban hacia el centro de la capital cordobesa. Sesenta y cinco gremios habían adherido al paro. Las columnas humanas se unían a otros miles de manifestantes que rechazaban las políticas humillantes y deshumanizante del gobierno de facto. Los estudiantes se mezclan a la gran columna de obreros que marchaban en forma organizada desde distintos puntos de la ciudad.
Nueve meses atrás en setiembre de 1968 la CGT cordobesa y el Frente Estudiantil en Lucha, al cumplirse el aniversario de la muerte del estudiante mendocino, asesinado en manos del aparato represivo del gobierno, Santiago Pampillón, organizó una semana de protesta en memoria de los Mártires Populares, la misma fue reprimida. Nueve meses después las calles se van llenando de gente. Corre la noticia de la muerte de Máximo Mena del Sindicato de Mecánicos. Esta noticia incrementa la resistencia y aglutina a más obreros y estudiantes en la lucha. Muchos factores se habrían de conjugar para que los obreros y estudiantes se organicen y protagonicen una lucha de resistencia tan vehemente. Esta organización de resistencia y combativa, logró desarticular el dispositivo policial que se había organizado para desarmar la movilización. Se produce el estallido popular, la rebeldía contra tantas injusticias, contra los asesinatos, contra los atropellos.
El 30 de mayo, las tropas del General de la IV Brigada de Infantería Aerotransportada, General Héctor Carcagno tienen el control de la ciudad y comienzan a actuar los consejos de guerra que juzgan a los detenidos. Las principales condenas caen sobre el dirigente de Luz y Fuerza, Agustín Tosco y Elpidio Torres, del SMATA: 8 y 4 años, respectivamente. Pero la condena mayor fue para el régimen militar que quedó mortalmente golpeado por el movimiento de masas, que iniciaba una etapa de luchas políticas y sociales que sacudieron la estantería capitalista en la Argentina.
Lo sucedido en Córdoba aquel 29 de Mayo no es solamente la expresión de rechazo al gobierno del dictador Juan C. Onganía y a todas sus medidas antipopulares; es sin lugar a dudas el punto más alto en la historia de movilización obrera y estudiantil, que reclamaban una patria socialista, un modelo distinto de Nación, políticas de gobierno que incluya y considere a todos los ciudadanos.
Han transcurrido 37 años desde El Cordobazo y sin embargo, los ideales y la lucha permanecen vigentes. El modelo neoliberal ha profundizado la desigualdad entre los argentinos y ha creado ciudadanos de segunda clase, sin derechos, sin oportunidades. La lucha contra el modelo y contra los que mantienen el modelo de desigualdad hace 37 años y hoy está vigente.