Con la asistencia de más de 140 delegados, representando a Luz y Fuerza Mar del Plata, el Movimiento Nacional Oro Negro, el Sindicato del Personal de la Industria Química, Petroquímica y Afines de Bahía Blanca, el Sindicato Luz y Fuerza La Pampa, la Mesa Regional de ex Trabajadores de YPF, Petroquí-mica General Mosconi y Gas del Estado de La Plata, Beriso y Ensenada, la Delegación FeTERA San Nicolás, la Corriente de Opinión Felipe Alberti, la Agrupación Renacer Petrolero Marplatense, la Agrupación de Petroleros de Comodoro Rivadavia, la APJ Gas, el Sindicato de Luz y Fuerza de Zárate, ATE y APAY, sesionó el sábado 1 de abril el 7º Congreso Nacional Extraordinario de la FeTERA. Antes, y con la misma presencia, se realizó un encuentro más formal, para pasar por el orden del día con el que se convocó al 6° Congreso Ordinario de la Federación. En ambos, el objeto central fue la discusión de la política de recursos y capacitación, el análisis y una resolución sobre la Política Energética Argentina y de los países de América latina y el Caribe, y la deliberación sobre la situación en el movimiento obrero, además de la resolución sobre Integración Regional, entre otros puntos. Más de 30 delegaciones de importantes gremios internacionales que mantienen relaciones fraternas con las agrupaciones obreras nacionales fueron participes activos de las diversas actividades del Congreso de la CTA y todas sus instancias de discusión, y también de los dos congresos de la FeTERA. Así fue como estuvieron presentes representantes de Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, China, Cuba, España, Francia, Italia, Madagascar, Niger, País Vasco, Panamá. Perú, Polonia, Portugal y Venezuela.
{{{La Declaración.}}}
El documento firmado por los participantes incluyó tres cuerpos: Bases del Proyecto Nacional Energético Alternativo para la República Argentina, en el que se esbozan principios para la reestructuración alternativa del sector energético, desde una perspectiva estratégica, y desde lo coyuntural. También, bajo el sub título “Hacia una acción común”, se establece un posicionamiento que reproducimos:
“Se debe cambiar el Modelo, no corregirlo para mejorarlo o empeorarlo. Se debe nacionalizar, no reprivatizar. Se debe denunciar el acuerdo tácito entre privatizadores de ayer y reprivatizadores de hoy. Los grupos que proponen mantener o recrear estas políticas, oficialistas u opositores, integran la misma filosofía de entrega y dependencia que nos sumieron en la situación actual. No se puede aceptar que se revivan los contratos de concesión o se adecuen en contratos nuevos donde el Estado no asuma la gestión de los recursos naturales de la energía. Los contratos se anulan o abrogan, pero no se los debe renegociar para mantener el espíritu básico con el que se los estableció.
El poder del capital es inmenso en la actualidad y su impulso parece incontenible y espantoso: adquiere, a cualquier costa, las reservas de agua dulce y la renta de los recursos energéticos estratégicos en cualquier lugar del planeta; posee el dominio de las comunicaciones en el mundo; e impone su ideología y su cultura en todos los rincones del universo y lo somete a su avasallamiento y depredación.
Pero la potencia del trabajo es, en el mundo, aún mayor. No sólo por constituir el trabajo la condición esencial humana, sino porque el trabajo tiene por único destinatario al propio hombre y no simplemente al lucro y la especulación. El camino a recorrer está lleno de amenazas y sufrimientos, pero la crisis actual, que pone a la vista el fracaso neoliberal, se resolverá finalmente dando lugar a una nueva era de Justicia y de Solidaridad.
Los trabajadores argentinos de la energía, consideramos que ha llegado la hora, de que todos los sectores populares se auto convoquen, sin discriminación de orígenes, para luchar por el proyecto nacional de cambio. Así como cuando el pueblo se une, ya sea a hechos que la Historia no puede desconocer (las jornadas del 19 y 20 de diciembre) o luchas sectoriales que se repiten todos los días (contra la suba de las tarifas, la denuncia de cortes de prestación de servicios, la provocada por abusos policiales y sexuales), así debe tomarse conciencia de la necesidad de transformar el modelo económico y social que el país sufre. Éste es el camino para la construcción de la soberanía de nuestras sociedades, el desarrollo de un futuro que nos incluya a todos y que recupere la energía para beneficio del pueblo”.
Y como tercer enunciado, se expresa solidaridad con trabajadores de todo el país, desocupados y organizaciones en lucha, y ratifican la realización del Congreso en homenaje a los compañeros desaparecidos hace 30 años durante la última dictadura militar.