Desde siempre hemos entendido que el reclamo por los derechos propios, y sobre todo los relacionados a incumplimientos de la empresa, no pueden desvincularse de la comunidad. Y en cada etapa de las luchas que desarrollamos, nos proponemos interesar a los ciudadanos a través de sus organizaciones e instituciones representativas. En este caso, el armado de la encuesta con la que planteamos la consulta sobre la calidad de la prestación va dirigida a los usuarios. También hemos convocado, a dirigentes del vecinalismo, a varios encuentros realizados en nuestra sede (sobre lo cual informamos en nuestra edición anterior) y en estos días, incorporamos además una serie de visitas y reuniones con vecinos y distintas organizaciones. Hemos conversado con los trabajadores bancarios, con la dirigencia de la CTA Regional, con asociados a APyME (Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios), con dirigentes del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, con vecinos de Parque Palermo, El Martillo, Jorge Newbery, y de la localidad de Batán, entre varios otros.
La respuesta de los usuarios termina de dejar claro que se trata de una problemática común, considerando que el hecho de que la empresa IEBA, que controla a EDEA SA, está en convocatoria de acreedores, con lo que la prestación del servicio está en riesgo. Esto es, cuando menos, llamativo, puesto que en los algo menos de 10 años desde que la empresa privatizada presta el servicio, ha incorporado cerca de 100 mil usuarios, por lo que no se entiende que pueda tener problemas de rentabilidad, o de sostenimiento, ni tampoco para generar las inversiones mínimas, que incumple.
En el intercambio, que siempre permite recoger aprendizajes, y mucha información, además de adhesión al reclamo, fue importante el aporte de los vecinos en torno al tema de la tarifa social, y las precariedades en la prestación. Y por sobre todo sorprendió saber que la empresa está, deliberadamente, levantando el cableado y los postes de varios sitios de la periferia, dejando sin servicio grandes zonas; con la oculta intención de no incorporar usuarios que soliciten el beneficio de la tarifa social. Pero además, a los que ya la han obtenido los viene intimando, bajo pena de quitarles el medidor o pasarlos a la tarifa residencial, a exceder el consumo permitido para esa categoría, en la búsqueda de obtener mayores ganancias.
Hemos aprovechado los encuentros con los vecinos para distribuir la encuesta sobre la calidad de la prestación, en la que todo lo que recogimos en forma presencial también se viene reflejando, con la certeza de que integrar a la comunidad en el reclamo es un paso fundamental para instalar el tema y ayudar a revertir esta serie de incumplimientos e irregularidades que los trabajadores y los usuarios no debemos permitir, ni seguir soportando.