{{Enzo Cionfrini condujo Luz y Fuerza Mar del Plata entre 1955y 1962. Fue una época muy difícil para la vida sindical y para los trabajadores en general. Eran comunes las amenazas, se produjeron luchas históricas como la huelga de los 13 días durante octubre de 1960, y también hubo la oportunidad de encontrarse en el camino con Agustín Tosco.}}
Todo esto lo recordamos junto a Silvia y Alejandra, dos de las hijas de nuestro ex secretario general. “Para que no se pierda la memoria de muchas cosas. Para que quede escrito”. Las hermanas rememoran: “Él siempre vivió con pasión su trabajo en el gremio. Involucraba a toda la familia con su propio sacrificio. A veces hacía los llamados desde casa, o llevaba cosas de oficina, que en el gremio no había, y hasta ponía plata para ayudar a crecer al sindicato”, y agregan: “Hubo cosas muy serias. Varias amenazas, pero pese a todo, no vivimos ese tiempo con miedo. Todos los compañeros se cuidaban mucho entre sí, y a las familias.”
La charla sirvió, además, para reencontrarnos con buena parte de nuestra historia. “Se ponía frente a la máquina de escribir y armaba toda una asamblea”, recuerdan Silvia y Alejandra. Los manuscritos con los que armamos parte de esta nota, nos permiten bastante más todavía. Reconstruyen hechos de la ciudad, de la vida gremial de la organización y también del conjunto de los trabajadores de las décadas del 50 y 60.
El carácter de su conducción.
De esos escritos fechados por Cionfrini ente 1955y 1956, en los que se comentaba el “Congreso de Mayo” de la FATLyF, o se analizaba el Convenio Nacional del ’56, también planteaba que la “nacionalización de los servicios públicos del país son un grave e importante problema puesto que de él se desprende el futuro energético del país”. En la misma época, ya sugería la edición de un boletín o periódico mensual o quincenal para informar sobre la marcha de la organización. Idea que unos años más tarde se transformó en Elevación, publicación en la que quedó eternizada desde su primer número una parte de la historia más significativa de Luz y Fuerza.
{{{La huelga histórica}}}
Alejandra dice: “Papá convocó esa huelga”. La huelga de los trece días es un hecho al que se regresa siempre que se reconocen los hitos de la organización. Y que en este caso, además, presenta un antecedente de la traición de la FATLyF. “Concientes de lo que hacíamos y defendíamos, pero con la firmeza que es característica de los trabajadores marplatenses fuimos a la huelga el día 14 de octubre. Trece días de lucha intensa, brava y decidida sostuvimos. Mas en esos dramáticos momentos de nuestra vida, no estuvimos solos (…). Este paro nos afirmó más en la certidumbre de las simpatías que nuestra lucha despertaba en la población, y que obedecía a la convicción generalizada de que a los trabajadores les asiste toda la razón (…). Pese al entusiasmo y la capacidad de lucha demostrada por el gremio en esos trece inolvidables días de paro absoluto, los trabajadores resolvieron la vuelta al trabajo sin haber logrado la materialización del total de nuestros objetivos: ¿por qué sucedió tal cosa? Ya lo veremos”.
El subtítulo siguiente era: No fuimos vencidos por la empresa y su párrafo más significativo denuncia que “los trabajadores de Luz y Fuerza de Mar del Plata fuimos dejados solos a nuestra sola suerte. Salvo la honrosa disposición solidaria de nuestros sindicatos hermanos de Córdoba, Santa Fe, Estado, Pergamino, Venado Tuerto, San Juan y algún otro, nadie dio muestra de querer poner en práctica las medidas dispuestas por el precitado Congreso, ni aun siquiera la más leve y mínima manifestación de solidaridad a nuestra lucha. Y lo que es más grave, el Secretariado de la Federación, que debió ser la primera voz solidaria en levantarse, permaneció en silencio, mudo e indiferente ante nuestro conflicto; sólo se concreta a expedir notas que llevaban el mismo espíritu de la patronal”.
{{{Con Tosco}}}
Cionfrini compartió congresos y actividades con Agustín Tosco. En una histórica contratapa de nuestra revista, en la que se recordó al gringo, le agradeció su amistad y describió su figura. “Todo lo que pueda manifestarse para destacar con justicia una de las figuras más altivas, brillantes, con definidos y perseverantes conceptos en múltiples jornadas de luchas gremiales, no solamente en su gremio de Luz y Fuerza, sino hacia todo el movimiento obrero.”
{{{Libertadura}}}
Esta expresión, que varios compañeros le copiaron a Cionfrini, le servía para definir al régimen que asumió el gobierno en 1955, cundo él comenzó a conducir la organización. Tuvo la enorme responsabilidad de normalizar el gremio, y luego se abocó a hacerlo crecer. De la “8 de Octubre” de noviembre de 1977, extractamos que Enzo era “poseedor de una oratoria convincente, asentada sobre bases sólidas de democracia, libertad, unidad y respeto (…) que le permitieron jugar un rol decisivo” para la normalización del gremio.
Se dedicó a documentar parte de la historia de nuestro gremio al que amó, también parte de la propia historia del movimiento obrero, y hasta de la de nuestra ciudad. Y tal vez, semejante material sirva para nuevos homenajes de nuestra revista. Pero el de esta edición, no es un homenaje a la ciudad, al movimiento obrero, ni a nuestro gremio, sino al compañero Enzo Cionfrini, presente a 10 años de su partida.