La exigimos porque la practicamos.
Porque a lo largo de 63 años de vida no se nos puede reprochar falta de coherencia.
Aunque a veces las palabras sean sólo eso. Y lo importante es cómo se usan.
Hace unos días, aquí mismo, en Mar del Plata, la FATLyF volvió a repetir su discurso empresarial: “no alarmarse, será un verano sin cortes”. Volvió a expresarse según sus verdaderos intereses reclamando la necesidad de que “algunas tarifas deberían ajustarse a costos reales, deberían aumentar” para garantizar la prestación.
Pero no lo mencionamos porque nos sorprenda. En 1960 -y en esta edición lo rescatamos- nuestra primera experiencia de comunicación ya denunciaba que, ni más ni menos que en medio de la huelga más significativa de nuestra historia,
la de los 13 días, “los trabajadores de Luz y Fuerza de Mar del Plata fuimos dejados solos a nuestra sola suerte (…) el Secretariado de la Federación, que debió ser la primera voz solidaria en levantarse, permaneció en silencio, mudo e indiferente ante nuestro conflicto; sólo se concreta a expedir notas que llevaban el mismo espíritu
de la patronal”.
Ésa es también una forma de coherencia.
La de los que eligen entregar los derechos de los trabajadores.
Mientras tanto, nosotros regresamos victoriosos del anuncio de Repotenciación de la Central 9 de Julio, que tanto reclamamos.
Y en esta fecha en la que es bueno hacer memoria, celebramos nuestra forma de construir una organización, una familia. Nuestra historia y nuestro presente.