A 63 años de la fundación del gremio, aquel 8 de octubre de 1943, estuvieron presentes en la celebración compañeros de Camet, Coronel Vidal, General Pirán, Maipú, Guido-Labardén, Dolores, Ayacucho, también trabajadores de EDEA, la Central 9 de Julio, la Cooperativa Mar del Plata, y compañeras del módulo Atención al público de EDEA de Capital Federal y trabajadores del Sindicato de La Pampa.
Entre las presencias destacadas de la fiesta se encontraban el intendente interino del partido de General Pueyrredon, Dr. Luis Rech, el presidente del Concejo Deliberante local, el contador Mauricio Irigoin, los integrantes de la comisión directiva del Sindicato de Químicos y Petroquí-micos de Bahía Blanca, Gustavo Acosta, Carlos Alonso y Adal-berto Saade, el entonces Secretario General de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), Víctor De Gennaro y el Gerente General la petrolera venezolana PDVSA Argentina, Dr. Jorge Pérez Mancebo. Promediando la fiesta, a todos ellos se los homenajeó con una plaqueta.
En el momento de recibirla, Luis Rech, en representación del poder ejecutivo de General Pueyrredon, y Victor de Gennaro hicieron uso de la palabra. Este último, hoy al frente de la Secretaría de Relaciones Institucionales de CTA, recordó muchos momentos de la conducción del gremio y su importancia en la construcción de la Central. En este sentido, otro de los momentos destacables de la tarde fue el aporte por parte del sindicato de un cheque por 10 mil pesos para la adquisición de la casa propia de la CTA.
El reconocimiento a Irigoin fue especialmente fundamentado por la comisión directiva. Esta fue una oportunidad para destacar la actitud atenta y comprometida que el presidente del HCD mantuvo en todo momento ante los reclamos hechos desde esta conducción, particularmente en el caso de la denuncia por el incumplimiento del PPAP. También dirigieron la palabra a los asistentes, Pérez Mancebo y los compañeros petroquímicos de Bahía Blanca.
Los jubilados Pedro Malavento y Gualberto “Pancho” Acosta (Pinamar) también fueron reconocidos con un presente similar en consideración de su trayectoria y su vida dedicada a la militancia sindical.
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Y llegó el tiempo del esparcimiento y fue de la mano del dúo Videla-Escalante y los cómicos Pipi Grieco y Beto Mena, integrantes de Miraketres, quienes estuvieron a cargo de los espectáculos que animaron la tarde. Luego vinieron las demostraciones de destreza en la pista cuando todos se largaron a bailar solos, en trencito o en pareja.
Los festejos terminaron cerca de las 19, momento en que los trabajadores y sus familias emprendieron el regreso a casa, luego de una jornadas de risas, anécdotas, baile, regalos y emoción.
José Rigane: “No sólo resistimos. También fuimos capaces de construir.”
“Tenemos que aprovechar lo que hemos construido, porque no sólo resistimos, también fuimos capaces de construir”, agregó el Secretario General del Sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata, quien destacó, al igual que De Gennaro, la importancia de la creación de la CTA, la FeTERA y el MORENO, entre otras organizaciones que se fueron creando en el territorio argentino.
Luego de esto, Rigane enumeró las luchas pendientes, entre ellas, la concreción de la democracia sindical: “tenemos que pelear a fondo por la libertad y la democracia sindical; enfrentar a las patronales, que son las que se oponen a que los trabajadores podamos tener la organización que queramos. Quizá no nos damos cuenta nosotros porque somos sindicato con personería gremial, pero en el país hay muchos miles de trabajadores que no tienen los derechos ni las facultades legales que tenemos nosotros”.
“Pero si no participamos -señaló Rigane-, si la miramos pasar, otros deciden por nosotros. Y por eso, cuando hablamos de construir poder, necesitamos la Central de los Trabajadores Argentinos, necesitamos el Movimiento Político Social y Cultural, ambas cosas son estratégicas para solución de un proyecto de país que merezca ser vivido por todos; para terminar con la pobreza, con la exclusión, con la indigencia, con el hambre de los pibes, para recuperar el patrimonio nacional a manos del pueblo”.
Más adelante, y ante la concurrencia que oía expectante cada uno de sus conceptos, Rigane remarcó que se requiere convicción. “Necesitamos soñar de la misma manera que soñamos y trabajamos, de la misma manera que transitamos por cuanto funcionario se nos atravesó durante los últimos siete años, cuando nadie creía, cuando parecía que sembrábamos en el desierto, cuando nosotros planteábamos que hay crisis energética en el centro sudeste de la provincia de Buenos Aires y decíamos que había dos soluciones: o la línea o la repotenciación”, afirmó.
El compañero Rigane habló, en este sentido, del logro que significa el Convenio por la Repotenciación de la Central 9 de julio: “a pesar de la empresa privada y sus proyectos, a pesar de Estrada y sus proyectos, compañeras y compañeros, hoy podemos vivir la felicidad de que hay un convenio firmado para repotenciar la Central 9 de Julio a favor de los derechos de toda la sociedad”. A continuación, evocó muchos momentos críticos en que los trabajadores respondimos con lucha: “en 1994, cuando ya instalábamos carpas, en 1995, cuando despedían a nuestros compañeros, en 1997, cuando instalamos una carpa durante dos años para enfrentar a las empresas privadas… cuando parecía que no podíamos detener esa marea, la paramos”. Hoy, la historia da la razón a las demandas hechas desde el sector lucifuercista.
Rigane consideró que, gracias a las peleas dadas por el gremio, “ya no pueden echar a nadie como antes, y ya nadie pasa por la ventanilla de retiro voluntario como la posibilidad de una solución, porque ya aprendimos que los trabajadores no nos convertimos en empresarios de la noche a la mañana. Ya sabemos qué es lo que no debemos hacer ni aceptar”. Y agregó: “también podemos decir, ahora, que hemos incorporado compañeros a trabajar, ¡y con eso recuperamos la vida!”.
CUANDO NOS ECHABA LA FEDERACIÓN
“En 1992, cuando nos echó la Federación (Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza), parecía que no íbamos a durar más de tres meses en la conducción. Sindicato de base, expulsado de la FATLYF, estábamos como se dice vulgarmente ‘agarrados de la brocha’ y nos echaron por dos razones que sabemos muy bien: porque no aceptamos ser sindicalismo empresarial y porque éramos co-fundadores de la CTA. Ya demostramos que hemos sido capaces, en autonomía, de construir lo que queríamos junto a otros compañeros y compañeras. Ya demostramos que se puede y ya no necesitamos demostrarlo”, explicó José Rigane.
A los que se quedaron, señaló el compañero, no les fue bien. “No sólo porque perdieron cientos y miles de compañeros en despidos, sino porque hoy hay, en muchos lugares, trabajadores que no tienen quién los represente y defienda; que los dirigentes se convirtieron en empresarios constituyéndose directores para defender los intereses de la empresa en contra de los trabajadores, y que, además, tienen a los trabajadores como clientes y no como afiliados a los que hay defender”, dijo.
A LOS NUEVOS TRABAJADORES
Haciendo referencia a la juventud lucifuercista, Rigane declaró que “tienen que saber los nuevos que hubo una organización que peleó, que puso en juego su capacidad movilizadora, que puso en juego lo que tenía y lo que no tenía. Y hubo solidaridad de otras organizaciones sociales, sindicales y políticas que hoy nos acompañan. Los agradecimientos no son personales, no es a la Comisión Directiva, es a un gremio y el gremio somos todos. El gremio está en cada uno de ustedes, está en el trabajador y en la trabajadora. Y eso es lo que hemos logrado en lugares donde parecía que no se podía lograr. Ahora estamos en la última etapa de la pelea para terminar con la tercerización. Ya no más tercerización, ya no más contratación ni subcontratación, pero depende de nosotros, siempre de nosotros, cada día de nosotros”.
Rigane expresó además que, contrariamente a lo que se cree en algunos sectores, “no es cierto que los argentinos no podemos, que sólo pueden los extranjeros” y añadió: “¡nosotros podemos y hay una historia detrás que atestigua que Argentina fue feliz. Hay una historia que dice que el movimiento obrero tiene un papel para jugar al que nunca hemos renunciado! ¡A ese papel convoco en cada uno de ustedes!”.
Para finalizar su discurso, el compañero Rigane reivindicó a “aquéllos que han hecho posible esta organización, a aquéllos que fueron capaces de soñar, que tenían convicción, que creían, que fueron capaces de enfrentarse a la represión, a los obstáculos de la empresa, que se reunían en cualquier lugar con tal de darse a la organización”.
Recordó que -como se dice entre los compañeros- los sótanos oscuros, las cantinas, la milonga disimulada, la cancha de fútbol, cualquiera era lugar para encontrarse y desarrollar la organización y, en virtud de esa formación, el compromiso es el de “no traicionar”. Aunque admitió que “hay que predicar la necesidad, hoy más que nunca, de no mirarnos de reojo. Tenemos el derecho a pensar diferente, tenemos el derecho a mirar de frente, pero no tenemos el derecho a ningunearnos entre nosotros, los trabajadores. Tenemos la obligación, porque ya aprendimos, de considerarnos trabajadores en distinto estado: trabajador desocupado, trabajador subocupado, trabajador jubilado, trabajador precarizado, trabajador en relación de dependencia, pero todos y cada uno conformamos la clase obrera, sin distingos. Y por eso, al enemigo, que es muy grande, muy poderoso y muy fuerte, no se lo puede vencer desde la idea particular y sectorial, porque no hay quien tenga la verdad absoluta”.
Y remató: “el camino es la lucha, la organización y la capacidad para transformar y construir un proyecto que nos lleve directo a la liberación definitiva de nuestro país”.
Víctor De Gennaro.
“La historia no empieza cuando uno llega”
“Uno tiene que aprender, sobre todo los jóvenes cuando empiezan la vida de militante sindical, que la historia no empieza cuando uno llega. Está hecha. Cada ladrillo de nuestro sindicato está hecho con el esfuerzo, el dolor, la esperanza, la lucha de miles y miles de trabajadores y compañeros que ni siquiera conocemos. Somos una clase. Hoy -quizás en mi último acto como Secretario General de la CTA-, quise estar presente, especialmente. Porque estoy aprendiendo a gozar, algo que hablábamos con Pedro (Malavento), que la historia no termina cuando uno se va. Somos una fuerza organizada, una clase consciente de que no sólo va a ser capaz de no ser derrotada sino de cambiar esta sociedad”, dijo fervoroso De Gennaro.
“Vine a decir ‘gracias’, gracias por estos 63 años pero, además, gracias porque en el momento en que se juntaba el destino de nuestro país y de la clase trabajadora, teníamos dudas. Las transnacionales se quedaban con la energía, el petróleo, la luz y el gas, y el retiro voluntario hacía mella en nuestras familias, construimos la Central de los Trabajadores (CTA), que salvó a Luz y Fuerza y a la posterior FeTERA. Es verdad que ayudamos; pero yo quiero decir gracias hoy a la conducta de José (Rigane), a la conducta de todos los compañeros y, en especial, a los trabajadores de Luz y Fuerza de Mar del Plata que, bancándose la presión, fueron capaces de parir una nueva CTA”, continuó el dirigente que hoy ocupa la Secretaría de Relaciones Institucionales de la central.
De Gennaro recordó que hace casi 20 años, cuando conoció a Rigane, “con Silenzi De Stagni nos enseñaron que estábamos arriba de un pozo petrolero. Yo era medio incrédulo porque, como nos decían que era el país de las vacas, me costó aprender que los dos recursos más importantes que tiene nuestro país para obtener dinero cash, sean el petróleo y la riqueza ictícola”.
El gremialista dijo, además, que, en esa época, cuando el barril de petróleo costaba 7 u 8 dólares, Silenzi De Stagni aseguraba “cuando valga 50 dólares, van a venir a sacar petróleo de todos los pedacitos de tierra de la Argentina”, y manifestó: “hoy vale 70… ¡y se lo quieren llevar!”. Al respecto agregó De Gennaro: “por eso me siento orgulloso no sólo por lo que hicimos sino por lo que vamos a hacer”.
“Luz y Fuerza -remarcó- me permitió vivir, aprender desde aquella época, compartir la carpa de los despedidos, la recorrida por toda la provincia de Buenos Aires contra la privatización; me permitió vivir, una y otra vez, luchas que terminaron siendo cotidianas. Pero estoy seguro que la voluntad de los compañeros de Luz y Fuerza, va a ser capaz de hacernos vivir, recuperar el petróleo para los Argentinos y no para los cuatro vivos que se lo están esquilmando”.
CTA: UNA CASA PARA LAS GENERACIONES FUTURAS
En lo que significó otro de los momentos importantes de la tarde, el Sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata le entregó a Víctor De Gennaro un cheque por 10 mil pesos para la adquisición de la casa de la CTA, en Capital Federal, que actualmente funciona en un edificio alquilado en la calle Independencia.
Sorprendido, pero feliz, De Gennaro indicó “estamos haciendo un aporte de todos los trabajadores, no nos financian ni los patrones, ni los partidos ni los gobiernos. La plata sale de los trabajadores. Esa autonomía, que es hoy ejemplo y ética de los compañeros de Luz y Fuerza de Mar del Plata, es algo que recorre a la mayoría de las organizaciones en el país, que en todos los lugares, aún en los más recónditos, tenemos como Central de Trabajadores Argentinos”.
“Quizás vengamos de familias diferentes -continuó-, pero para todos la casa es algo fundamental. No es pensar en el presente. La gente grande sabe lo que significa comprar una casa propia, que no es para uno, sino para generaciones que vendrán. Es la posibilidad de soñar que dentro de diez, quince, veinte ó treinta años, los jóvenes se van a sentir orgullosos de nuestra historia. Que esa puerta se abra para crear la Universidad Autónoma de los Trabajadores, para que nuestros jóvenes no anden deambulando ante la alternativa de la droga o el alcohol, sino en el trabajo, que es el generador genuino de la conciencia y riqueza de nuestra patria”.
Para finalizar, De Gennaro enfatizó su convicción de que “con este aporte no sólo alcanzaremos la casa sino, fundamentalmente, volveremos a creer que se puede ganar” y agregó: “ése es el mensaje que me llevo de acá. Porque la empresa que se quedó con el patrimonio de los bonaerenses en la energía, apostó a la fractura de la familia lucifuercista de Mar del Plata, y la respuesta que dan hoy acá es que la familia no sólo está unida sino que va a pelear por la felicidad futura de sus hijos para construir un país diferente”.