Hasta podríamos decir que llegamos al inicio de este 2007, que recién comienza, con algunos de esos aspectos en calma. Preocupados sí, por las condiciones de prestación del servicio, por denunciar ante los usuarios que se vendrían los cortes que se vinieron. Pero con una instancia importante de acuerdos, de logros, y otra serie de reivindicaciones aparentemente bien encaminadas. En esa lista aparecen una serie de avances en la discusión por los planteles, incorporaciones en la zona, y un compromiso de continuar la lucha por ajustes de salarios, ante el creciente aumento del costo de vida, máxime teniendo en cuenta el constante aumento de la demanda energética y de la cantidad de usuarios, lo que redunda en mayor recaudación para la empresa EDEA S.A., sin considerar el injusto aumento de las tarifas eléctricas que -seguramente- será aprobado en breve por el gobierno provincial.
¿Entonces algún loquito dentro de la empresa se desubicó con un despido, que no tiene nada que ver con todo esto? ¿O fue el despido un hecho aislado y puntual que no cuenta en esta instancia de la relación? Está claro que no. Está muy claro que detrás de esta injustificada e ilegítima cesantía hay enormes objetivos de la EDEA S.A. como empresa, como parte de un grupo multinacional, y como referente de otros buitres que socavan nuestros recursos, nuestro patrimonio y nuestras vidas. A todo eso es que le hicimos y le estamos haciendo frente desde mediados de noviembre, cuando se produjo el despido, y sobre todo desde que nuestro reclamo tomó la calle.
{{{En la calle.}}}
Ni siquiera una profunda descripción de cada acto, de cada manifestación, de cada instancia de lucha, alcanzarán para reflejar el esfuerzo y el sacrificio de todos los compañeros. Así que, para comenzar, una enumeración breve pero completa:
Luego del despido, consulta con los asesores letrados, denuncia ante el Ministerio de Trabajo, llamado a la empresa, ausencia de la empresa, asambleas, anuncio de medidas, paros parciales, volanteadas, radio abierta. Llamado a conciliación. Ausencia de la empresa, aumento de los paros, más volantes, bombos, marchas. Conflicto abierto y directo que la empresa no quiere resolver. Porque está claro que puede hacerlo y que le sería simple. Pero debe sostener el despido, porque es parte de su política y de las prácticas comunes del sector que representa.
En una de las marchas, dijo nuestro Secretario General: “¿Ustedes creen que la empresa se hace fuerte porque las razones son tan poderosas, y el compromiso es tan grande que no puede retroceder y sentarse a acordar cómo salimos de esta situación? No.
EDEA trata de dar un ejemplo, porque detrás de EDEA S.A. hay otros grupos y empresa que ‘bancan’ esta decisión. Porque es un ejemplo que intenta que siga mantenido y sostenido, no hay que quebrar con esto de que EDEA o cualquier empresa pueda despedir sin causa, ellos no pueden permitir que quebremos esta posibilidad de hacer lo que quieran y que no pase nada. Con este “derecho” entre comillas que creen tener las empresa de que pongo plata y resuelvo un problema. Total los trabajadores son un número, y cuando no, son una herramienta que se gasta, se oxida y se deja a un costado.”
{{{Apuntan contra todos.}}}
No lo estamos defendiendo, yo quiero darles la novedad que lo que nosotros estamos defendiendo es un principio que vale para todo el movimiento obrero. No sólo para nosotros. Es el principio de que en el siglo XXI y en esta Argentina no se puede seguir despidiendo a un trabajador sin causa. Aranciaga es un nombre más, y es un apellido más. Pero ¿cuántos trabajadores por día se despiden en este país, en esta ciudad? Todos los días, sin causa, que no tienen justa defensa. Cientos, miles. No en vano, en el movimiento obrero, el 70 por ciento están precarizados, están en negro, no se les reconocen derechos ni obra social, ni pueden sacar un préstamo en el banco.
Porque son parias, tienen trabajo de a ratos, cuando les dan, cobran cuando les pagan y como les pagan.
Entonces cuando estamos haciendo esta lucha, estamos defendiendo un principio que va más allá de nosotros y de Aranciaga. Entonces cambiemos la mirada, levantemos la mirada, no nos miremos el ombligo y veamos que esto es por todo el movimiento obrero”, afirmó Rigane.
{{{Despidos sí, gomas no.}}}
“Acá se perdió una oportunidad de parte de la comunidad, los políticos, los concejales que están preocupados por el medio ambiente. A ellos que les molesta el humo tóxico y les molesta que quememos gomas, pero que no vienen a apoyar este reclamo por la reincorporación del compañero. Parece que nos están diciendo, ‘mirá, humo tóxico no, gomas no, déjense de joder, los vamos a prohibir’, y al mismo tiempo no dicen nada del despido sin causa, parece que estuvieran de acuerdo con el despido sin causa”, dijo Rigane, al tiempo que criticó a quienes, en los días posteriores a esa protesta en la costa, salieron con proyectos para cuidar el ambiente, evitando y sancionando los reclamos con quemas de gomas en la ciudad. Les criticó que “como siempre, van a las consecuencias, nunca a las causas, nuca a las razones de por qué llegamos a quemar gomas, a hacer paro, de por qué nos manifestamos”.
{{{EDEA S.A. en Miramar.}}}
Tanto de lo charlado con el propio Aranciaga, como de la información que posee la Secretaría Gremial, surge que a la comunidad de Miramar no le es nada favorable la manera en que la empresa actúa. Tampoco lo es para los trabajadores que desarrollan su actividad allí. Ni para nuestra organización.
“En Miramar, a cargo está Luis Blanco, un hombre que no tiene mucho conocimiento del trabajo eléctrico, viene de otro tipo de tareas y no conoce bien parte del manejo. La relación con los trabajadores no es buena, es más, llega a proporcionar malos tratos a los trabajadores. Con este despido hay un buen ejemplo; luego de firmar unas vacaciones le impide salir a una compañera, porque tiene que cubrir el puesto de atención al público que les quedó cuando despidieron a Aranciaga”, planteó Axel Zárate, nuestro Secretario Gremial. “Muchas veces se deshace de las resoluciones y decisiones que descarga en los propios trabajadores, cuando en realidad debería tomarlas él”, agregó.
“Yo a la organización me fui acercando cada vez más a partir de ciertas políticas de la empresa, como por ejemplo el otorgamiento de la tarifa social. Discrepancias en cuanto a la interpretación que debía dar la empresa a partes de los contratos con usuarios en los que nunca se podía ceder nada en contra de los intereses de la empresa, incluso en temas que permitían dudar”, afirmó Aranciaga. Y detalló que “en Miramar, con la llegada del nueve jefe, se cortaron totalmente el otorgamiento de las tarifas sociales, directamente no se atiende a las familias más humildes. Tienen que pedir audiencia, eso es inadmisible, pero en Miramar pasa eso y muchas cosas más”.
{{{Con el apoyo de la comunidad.}}}
Algo que las movilizaciones permitieron dejar en claro, es el apoyo de varios sectores de la ciudad. Sectores que, como consideró Rigane, “son compañeros que están en esta lucha con nosotros, que aparentemente nada tienen que ver con esto”. Pero que en realidad comparten el reclamo. Y lo protagonizan. Como los trabajadores camineros, que en medio de su propio plan de lucha (para el que emplearon una modalidad similar a la nuestra en la costa) estuvieron presentes en una de las marchas. También mostraron su solidaridad varios vecinalistas, referentes del MTR, del MST, del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados, y hasta trabajadores de Luz y Fuerza de Córdoba, alineados en la CGT, pero concientes de junto a quiénes estaban caminando:
“Como decía el compañero Tosco, la lucha recién comienza. Siempre nos acordamos por ahí que se decía de nosotros que somos un gremio en soledad. Nosotros nunca vamos a ser un gremio en soledad, porque tenemos la fuerza para cambiar la historia, una historia donde la dignidad no se divide, ni se vende, ni se entrega.
No debemos olvidarnos que cuando estuvo a punto de privatizarse en Córdoba, Luz y Fuerza Mar del Plata siempre estuvo presente”, expresó Gabriel Suárez, Secretario Gremial del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba. Con él también hablamos acerca de lo que significa esta lucha. “La unidad vence el tiempo. Sabemos que hay necesidades obvias de cambiar este modelo y lo que queda hoy de los últimos coletazos de este modelo, se ven por algunos cambios que propone este gobierno. Y nosotros tenemos que volver a construir este estado que se destruyó en la época de los ‘90 para construir los famosos microem-prendimientos, cuando se cambió nuestro sindicalismo histórico, de lucha de base, por un sindicalismo empresario”, dijo.
{{{‘Al que le quede…’}}}
El planteo hecho por Rigane en su discurso toca a varios actores en este tema. Cada uno con diferentes grados de responsabilidad, y de parte en la ausencia de una solución. “¿Cómo puede ser que el poder político, que parece estar de acuerdo en que esto no puede ser, todavía no encontró la forma de presionar al grupo empresario y resolver el problema o ayudar a resolverlo? ¿Cómo puede ser que el poder político que está interesado en el turismo, está interesado en que se vea bien y limpia esta parte de la ciudad, no intervenga para resolver este problema?
¿Será porque detrás de esto hay cosas que no se ven y que hacen que ésta no sea una cuestión sencilla ni fácil?
Y claro, EDEA pone mucha plata en esta ciudad, pone plata en propaganda, en obras de teatro, en la edición de algún libro para hacer la historia de algún barrio, para recuperar la historia perdida. Pone plata en alguna computadora para llevar a alguna escuela. Y además, son limpitos, lindos, de ojos celestes, y hacen todas sus reuniones en el Sheraton y hay que quedar bien con ellos”, expuso.
{{{No se termina.}}}
En el planteo hecho por los dirigentes de sostener el reclamo y de luchar contra la intención de desgaste y desorganización, que parece ser lo que busca la empresa, queda claro que el reclamo está lejos de cesar. Y para graficar esto, fueron muy elocuentes las palabras del compañero Daniel Manzo, en otro de los momentos importantes durante las movilizaciones, cuando planteó que “el poder concedente tiene que decirles a Mantuano, a Mitjans, que si se precian como dirigentes de esta empresa y tienen un poquitito de decoro y dignidad, que de una vez por todas, dejen de hartarnos a los trabajadores. Ya han llegado a su límite echando a un compañero. Pero este movimiento, este sindicato no ha llegado a su límite todavía. Hemos dado muestras y somos capaces de esto y de muchas otras cosas. Así que no tiren más de la soga porque somos capaces de esto y mucho más. Sigamos en la lucha para que no avancen, éste y otros intentos de la empresa, de hacernos tropezar en nuestra lucha”.
A lo que, a su turno, Rigane redondeó con que “nosotros necesitamos mantener la lucha y la unidad, encontrarnos, discutir, acordar, pero mantenernos unidos en esta lucha. Por eso reclamo de ustedes la dedicación, el compromiso, la convicción. Recuerden la carpa que sostuvimos dos años, y logramos recuperar lo que habíamos perdido.
En todo caso, si dudamos, discutimos, si no creemos, nos convencemos, si pensamos que hay que hacer otra cosa, la ponemos en práctica. Pero lo que no vamos a hacer es renunciar a la convicción de que no se puede despedir a un compañero sin justa causa”.
{{Ver también: Galería de fotos de la movilización}}
Origen y contexto de este conflicto.
{{Por Axel Zárate,
Secretario Gremial.}}
El despido, a simple vista, puede parecer aislado, nosotros no sabemos qué líneas internas de acción maneja la empresa, y si este despido puede ser para poner piedras en el camino ante la buena relación que se venía dando, como para dejar de resolver las otras cosas en las que se avanzaba. Entonces, alguien de la empresa deslizó una desinteligencia en la estrategia de la relación con los trabajadores.
También puede ser que la empresa haya quedado con cierta inquina contra el empleado, por afiliarse al gremio, sobre todo por la jerarquía que tenía. En este tipo de empresas esto no gusta nada.
Pero, por sobre todo lo anterior, esto puede ser parte de una política definida para desencadenar un freno en todo lo que se estaba avanzando. Y con la intención de ir socavando nuestra organización, nuestra lucha contra los abusos de la empresa, además de una demostración de poder.
Veníamos acordando o tratando de acordar muchas cosas con la empresa; un acta para 20 ingresos en la guardia reclamo. Veníamos discutiendo la posibilidad de ir conformando los planteles en distintos ámbitos de la empresa, incluso en sucursales de la zona, como San Clemente, Gonzáles Chávez, Santa Teresita, y veníamos bien con todo eso, veníamos avanzando prolijamente con todo eso. También logramos revertir la postura de la empresa ante los ingresantes, y la forma de evaluarlos: la empresa tenía una manera subjetiva y arbitraria de definir los ingresos y las evaluaciones, a la que nosotros nos opusimos y logramos que revieran varios rechazos, y tomaran los ingresos como venían desde la Bolsa. Logramos varios ingresos, primero a prueba, cosa permitida por la ley laboral por 3 meses, y luego en forma definitiva.
Todo esto hasta que en noviembre, sin ningún tipo de aviso, la empresa decidió despedir sin causa a este compañero.