{{“HAY CLIENTELAS CAUTIVAS DE LA PERSONERÍA GREMIAL”}}
Ayer, en el momento de abrir la charla debate titulada “La libertad y la Democracia Sindical”, Horacio Meguira, Director del Observatorio del Derecho Social de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), destacó, entre otras cosas, que la personería gremial de una asociación sindical se está convirtiendo en un sistema de elemento de “clientela cautiva” para algunos sindicatos que son proveedores de servicios.
Acompañado del Secretario General de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (FeTERA) y Secretario de Organización de la CTA, José Rigane, el abogado laboralista explicó que la Ley Sindical permite que los sindicatos utilicen la personería jurídica para vender a sus afiliados las ART y AFJP de las que son socios y gocen para ello de la exclusividad que les garantizan y la ley argentina.
Meguira detalló la situación actual de los sindicatos “amarillos”, que favorecen los intereses de los empleadores, en lugar de defender a los trabajadores, y la ausencia de libertad de elección de estos últimos que propicia el modelo sindical vigente.
“Nosotros no cuestionamos “el régimen de entidad más representativa”. Cuestionamos que una ley obligue compulsivamente a ser afiliados a un sindicato. Esto es lo que cuestiona la CTA a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y al propio gobierno”, dijo Meguira, al tiempo que citó ejemplos de gremios de distintos puntos del país.
Cabe recordar que la CTA, sindicato de tercer grado (el primero lo constituyen los agremiaciones de oficio y/o actividad, el segundo las federaciones y el tercero las confederaciones), cuenta con la “simple inscripción” desde 1998. En el esquema sindical argentino, los gremios simplemente inscriptos no están habilitados a discutir con el gobierno las condiciones salariales y no tienen derechos en igualdad con los que tienen la personería.
Para finalizar, antes de dar la palabra a la concurrencia al seminario, Meguira cuestionó “¿este modelo sindical es hoy efectivo para garantizar la distribución de la riqueza?” y disparó: “en un esquema de tercerización laboral, diversificación de las actividades, internacionalización, globalización, ¿el modelo sindical es apto para dar respuesta a la flexibilización de las condiciones laborales?”.
{{“LOS ACUERDOS IMPIDEN NEGOCIAR
LOS CONVENIOS LABORALES”}}
Otra de las deliberaciones tuvo como eje el tema NEGOCIACION COLECTIVA. Estuvo a cargo del Dr. Luis Campos, integrante del Observatorio de Derecho Social de la FeTERA.
Entre los temas desarrollados y debatidos durante las casi dos horas que duró la actividad, y ante la presencia de unos cien trabajadores y dirigentes de varias organizaciones locales y de otros lugares del país, especialmente invitados para la actividad, se charló sobre: los temas de negociación tomados en los últimos años, la evolución de las negociaciones, las distintas estructuras, ámbitos y sectores en los que se concentró la negociación, y los acuerdos como formas de precarización de las negociaciones.
Justamente a ese respecto, Campos planteó que “gran parte de los temas que permitieron la apertura de negociaciones fueron acuerdos y no convenios completos. Un acuerdo puede significar solo una pequeña parte de una negociación. Esto descomprime y atomiza los componentes que constituyen el convenio y eso implica una ventaja para la patronal, que nunca termina de abrir una negociación por el todo”. Otro planteo incluido en la charla fue a cerca de las temáticas. “No siempre se negocia por salarios. Si bien las remuneraciones fueron los temas principales de negociación de los últimos años, y esto es importante tenerlo presente puesto que implica no poder profundizar otras discusiones, también es importante decir que se abrieron negociaciones por la jornada laboral, las modalidades de contratación y el encuadre gremial, las relaciones homologaciones y la organización del trabajo”.
Entre los datos que se aportaron en el debate, sorprende que solo el 22 por ciento de los asalariados haya quedado incluido en algún tipo de negociación colectiva durante el año pasado. Ese porcentaje se compone de otros, ya que de esa masa laboral, hay un 33 por ciento de trabajadores del sector energético, un 34 de industria manufacturera, y solo un 1 por ciento, en administración pública, en educación y en el sector agropecuario. Pro marcar los casos más significativos.
Cuando se habló de la conflictividad laboral, aparecieron otros datos no menos llamativos. Durante el año pasado se registraron más de 500 conflictos, y de ellos el 70 por ciento fueron en el ámbito privado. Además, casi la mitad de los conflictos surgieron en Capital Federal y provincia de Buenos Aires, y tuvieron que ver, mayormente, con actualizaciones e incumplimientos salariales, contratados, y prácticas antisindicales en las empresas.
{{“LA DISCUSIÓN SALARIAL NO PERMITE AVANZAR EN OTRAS REINVINDICACIONES”}}
En la última actividad desarrolladas ayer como parte del Seminario sobre Libertad y Democracia Sindical, el abogado laboralista Horacio Meguira, del departamento judicial de CTA, junto con Carlos Alonso, del gremio de químicos y petroquímicos de Bahía Blanca, abrieron otro debate, en este caso, sobre conflictividad laboral.
En la oportunidad expusieron que “durante 2006, se registraron más de 500 conflictos, de los cuales un 70 por ciento fueron en el ámbito privado. Y de esa porción, más del cuarenta por ciento se concentraron en Capital Federal y la provincia de Buenos Aires”. Otro elemento significativo refiere a los sectores de trabajo con conflicto. El sector energético sumó el 6 por ciento de los conflictos registrados, muy cerca de sectores como educación, salud que aportaron un 11 por ciento cada uno. Al tope, la administración pública, con el 17 por ciento, y el transporte, que llegó al 22 del total.
“La causa principal de esos conflictos es, por supuesto, la cuestión salarial. La actualización, los incumplimientos; y la situación de contratados, su encuadramiento, y las prácticas antisindicales”, se dijo en la charla. En la que se destacó el lamentable índice de reclamos por despidos, cerca de 90 de los más de 500 que hubo en total.
Con este debate, se dio por cerrado el Seminario, en el que quedó demostrado el trabajo realizado por el Observatorio del Derecho Social de la Central de Trabajadores Argentinos. Un espacio comprometido con la realidad de los trabajadores, y que, con informaciones obtenidas de distintos órganos del estado, analizada y complementada con datos y análisis propios; permite llegar a conclusiones útiles para definir el rumbo de las demandas y acciones de los trabajadores reunidos en la CTA.