El estudio realizado en los barrios Los Guandules y La Ciénaga de Guachupita, en la ciudad de Santo Domingo, desprende una gran cantidad de datos que si bien responden a esa realidad específica, también enriquece el acercamiento a la realidad de otros barrios marginales.
En primer lugar cabe hacer referencia a las condiciones urbano-ambientales donde se fue produciendo el asentamiento humano, en gran parte producto de la emigración del campo a la ciudad engrosada por la pauperización de sectores pobres de la ciudad arrojados fuera del mundo laboral. Ubicados en forma arbitraria y desordenada sobre un suelo cenagoso o venciendo grandes murallones de piedra y tierra, este grupo humano fue creciendo y rápidamente dio lugar a un hábitat compacto con divisiones internas, nombres diferentes, pero problemas comunes aún dentro de manifestaciones ligeramente diferentes entre uno y otro. (…)