“El país se desangra en niños. Más de la mitad de nuestros niños menores de 18 años se encuentran viviendo en la pobreza. Decenas de niños se mueren por día -menores de 5 años- por causa de miseria. Cuando hablamos de mortandad infantil no solamente deberíamos incluir a los pequeños que se lleva la muerte sino también a los niños dañados -para siempre- física, intelectual y emocionalmente antes del nacimiento de las palabras”, denuncia la convocatoria, que ya ha recogido adhesiones de cientos de organizaciones sociales, territoriales y de distintas personalidades.
“El hambre es un crimen que aniquila el prodigio de la vida. Debe ser detenido. Sí o sí. Porque en nuestro país no faltan riquezas, ni alimentos, ni platos, ni madres, ni médicos, ni maestros, faltan en cambio la voluntad política, la imaginación institucional, la comprensión cultural y las ganas de construir una sociedad de semejantes, para decir trabajo, para cantar infancia, para besar familia.” Y concluye: “Sin una infancia sana, amasada y entera, es impensable una Argentina mejor. Porque un país que mutila a sus niños es un país que se condena a sí mismo”, dice el documento.
El 7 de mayo, cientos de niños y educadores comenzaron en Puerto Iguazú (Misiones), la marcha que recorrerá 4.600 kilómetros “para amanecer pueblos labrados como la tierra”. El viernes 18 de mayo llegarán a la Plaza de Mayo buscando “ese latido de cristal que abriga nuestra gente, para terminar con una sociedad -que en la mayoría de los casos- no da hijos sino hambre, que no da futuro sino paco”.
{{{Gran adhesión. }}}
Entre las organizaciones que adhieren a la convocatoria está, además de la CTA y las organizaciones sindicales y territoriales que la componen, la Asociación Madres de Plaza de Mayo; Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Abuelas de Plaza de Mayo; MEDH – Nacional; Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ); Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas y Sociales; H.I.J.O.S.; Asociación Americana de Juristas; Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos; APDH Rosario, San Luis, Tres Arroyos, Mar del Plata, La Matanza y Tucumán; y la Defensoría del Pueblo de Nación.
También organizaciones eclesiales, centrales sindicales de países latinoamericanos y europeos, así como también distintas ONG que trabajan con la problemática de la niñez y la pobreza. Y como todos los años, se suman, a esta denuncia de los chicos, personalidades como Osvaldo Bayer; Joan Manuel Serrat; Juan Gelman; Eduardo Galeano; Teresa Parodi; Mario Benedetti; Daniel Viglietti; Tito Cossa; Eduardo (Tato) Pavlovsky; Suna Rocha; Beatriz De Monte; Jorge Marziali; Cristina Banegas; Manuel Callau; Gastón Pauls; Poni Micharvegas; León Rozitchner; Ignacio Copani; Yamila Cafrune; Roxana Carabajal y Leonor Manso, entre muchas otras.
{{{Itinerario de la marcha.}}}
{{Lunes 7 de mayo}}
_ Puerto Iguazú (Misiones)
_ Eldorado (Misiones)
{{Martes 8 de mayo}}
Posadas (Misiones)
{{Miércoles 9 de mayo}}
Corrientes
Resistencia (Chaco)
{{Jueves 10 de mayo}}
Formosa
{{Viernes 11 de mayo}}
Reconquista (Santa Fe)
{{Lunes 14 de mayo}}
Santa Fe (Santa Fe)
{{Martes 15 de mayo}}
Rosario (Santa Fe)
{{Miercoles 16 de mayo}}
Zárate – Campana
{{Jueves 17 de mayo}}
José C. Paz (Buenos Aires)
{{Viernes 18 de mayo}}
Plaza de Mayo (Capital)
Éstos son los valores que exalta la convocatoria del “Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo”.
Los niños son de todos, si comen o no comen, si van a la escuela o la abandonan, si lloran más de lo que ríen. Es deber moral y político de toda la sociedad modificar este estado de cosas. La Argentina tiene hoy la responsabilidad moral, cultural y política de dar a cada niño una vida que merezca ser vivida.
– No hay salidas individuales felices, sólo hay salidas colectivas felices.
El desafío colectivo entre educadores y chicos debe brotar de las prácticas desarrolladas en la vida cotidiana. El reto permanente es quebrar la cultura individualista en la que estamos inmersos, a través de nuevas relaciones de trabajo, de división de tareas, de nuevas formas de pensar el bienestar conjunto.
– No se crece en base al hambre del otro.
No existe desarrollo económico separado de las necesidades humanas. El verdadero crecimiento de una sociedad es el bienestar de todos sus habitantes.
– Todos nacemos iguales.
La igualdad de oportunidades la tenemos cuando nacemos, lo que nos iguala a todos es la inteligencia humana. Y ella se desarrolla si los medios materiales de existencia son de acceso para todos, entonces el niño accederá a un pensamiento superior si el medio lo provee de los insumos necesarios, de solidaridad, de amor, de ternura. El hombre se vuelve humano, en condiciones humanas, entramado existencial necesario para que los hombres sintamos en la piel la sacralidad de la vida, a los prójimos como propios, sin importar cuán diferente pueda ser el semejante: en sus ideas, en su color, en sus deseos. Sin importar a qué sexo pertenezca, ni cuánta edad, ni cuánto patrimonio, ni en qué lugar habita.
– Detrás de cada padre desocupado hay un niño a la intemperie.
La falta de trabajo es la causa madre de la destrucción familiar, expropiándole el derecho de criar a sus hijos. El trabajo dignifica a los padres y a los hijos porque permite tener infancia y soñar un futuro.