Invitado por nuestro Sindicato para brindar detalles de la reforma, el viernes 20 de abril, el Dr. Horacio González, asesor en Seguridad Social de la CTA y docente de la Facultad de Derecho de la UBA, dio una charla en el salón de actos. Concurrieron trabajadores activos, jubilados y pensionados interesados en el traspaso del sistema de capitalización de las AFJP al sistema de jubilación estatal de reparto, que será efectivo a partir del 1º de enero.
Para comenzar la disertación, González dijo: “estuvimos conviviendo con un Sistema Previsional que no se adecuaba a la Constitución, y esto realmente es así. Sin embargo, yo voy a caracterizar a esta reforma como una reforma parcial, como un inicio de la necesidad de una reforma en serio del Sistema de Seguridad Social y en particular de la Previsión en la Argentina, que restablezca las bases de un Sistema Público, de un sistema que garantice certidumbre sobre las prestaciones”.
“Cuando se reforma en el ‘94 y se crea el Sistema Privado, se golpea fuertemente el Sistema Público, y se desvincula del salario la jubilación. Hoy, la jubilación no está más vinculada al salario -con la actual reforma- sino que está vinculada a los años de aporte y se mejora la prestación en función de la cantidad de años de aporte que tenga la persona. El Estado, hoy, está pagando una Prestación Básica Universal de alrededor de 200 pesos a toda persona que se jubila -esté en el sector del ANSeS o en una AFJP- paga una prestación compensatoria. Es el reconocimiento de los aportes realizados hasta julio de 1994 por la persona, y paga una prestación por permanencia que son los aportes que realizaron los trabajadores, o que están realizando los trabajadores que se quedaron en el Sistema Público, desde julio de 1994 en adelante”, detalló González, antes de mantener, con los compañeros presentes, un valioso debate.
“Nosotros tenemos, en el Sistema de Capitalización, una experiencia muy cercana, que es la del régimen chileno, que se instauró en 1981 y que hoy ya tiene casi 26 o 27 años. Hoy, el Estado chileno está planteándose hacer una reforma integral para poder garantizar a los trabajadores una jubilación cierta en el futuro, porque se encuentra con que la gran mayoría de los trabajadores, aquéllos que no tienen remuneraciones altas o aquéllos que no han tenido un número importante de años de aporte, cuando llega el momento de jubilarse, en la cuenta individual, lo que tienen no les alcanza para tener una jubilación mínima; no les alcanza como para que se les pueda calcular una jubilación mínima y el Estado les tiene que garantizar un complemento, o lo que se llama una Pensión Asistencial”, continuó el letrado.
{{{“La jubilación no es un problema individual.”}}}
Cabe aclarar que la CTA asume que es falso que haya dos sistemas de jubilación: el sistema público de reparto es el único y las AFJP sólo representan un sistema de ahorro particular, de capitalización, con un beneficio incierto, ya que está sujeto a variables financieras y bursátiles. El sistema público alberga el derecho al 82% móvil y a la reactualización del haber jubilatorio.
Es necesario fortalecer el sistema público porque eso permitirá recuperar la posibilidad de ejercer el derecho a la administración del Instituto de Previsión Social y sus fondos. Porque la jubilación estatal permite plebiscitar democráticamente las políticas en materia de Seguridad Social, mientras que las AFJP son administradas a través de directorios que nadie elije y en los que nadie participa.
“La jubilación del Estado es una jubilación cierta, y de nuestra actitud y de la posición que tomemos va a depender el futuro jubilatorio de los trabajadores activos y va a depender también la jubilación que cobren, en los próximos años, los actuales jubilados. ¿Por qué les digo esto? porque la garantía de volver a un sistema jubilatorio que esté en el marco de nuestra Constitución depende de que logremos que vuelva al Sistema Público el 90 por ciento de los trabajadores. Si nosotros logramos que de los 11.300.000 trabajadores que hoy están en el Sistema Privado, 9 millones se pasen al Sistema Público, cambiamos estructural-mente la situación jubilatoria en la Argentina, porque dejamos de tener un Sistema Público residual y pasamos a tener un Sistema Público de base que garantice la jubilación”, enfatizó Horacio González.
Aseguró, además, que “vamos a poder, a partir de ese momento, volver a discutir un derecho constitucional fundamental que es la movilidad de las jubilaciones y pensiones; volver a plantear la necesaria relación entre la jubilación y el salario en actividad, que hoy está destruido, destruido para el conjunto de los jubilados. Hoy, el 70 por ciento de los jubilados cobra el mínimo jubilatorio y esto va cada vez más en aumento. El 70 por ciento está en 530 pesos, sea de AFJP o del Sistema Público. A principios de los 90, sólo el 17 por ciento estaba en el mínimo jubilatorio, todavía regía la Ley anterior, todavía teníamos un régimen jubilatorio vinculado al salario. De ahí la importancia de restablecer una jubilación cierta y definida, que justifique los aportes que uno hace al sistema jubilatorio a lo largo del tiempo”.
“Está en juego el futuro de las jubilaciones de los activos y está en juego que los jubilados actuales cobren una jubilación digna. O sea, hay realmente en juego un criterio de solidaridad que tenemos que restablecer entre las generaciones de activos y de jubilados. La jubilación no es un problema individual. El que lo ve así se equivoca, porque no va a tener una jubilación cierta. La única posibilidad de una jubilación cierta es que restablezcamos criterios de solidaridad, de vinculación entre el activo y el pasivo, y de que, en realidad, el salario y la jubilación van juntos”, concluyó.