El modo de articulación política sociocultural que impone, reafirma y recrea el tipo de poder dominante fue definido por Gramsci como hegemonía, concepto que hoy cobra peculiar significación práctica en el proceso de confrontación de los oprimidos con el poder dominante, en el que se desarrolla también las construcciones de poder propio (hegemonía popular) desde abajo. Esta mirada entiende que el poder condensa las relaciones sociales de fuerzas (políticas, económicas, culturales, ideológicas), articulándolas -de modo subordinado y jerárquico- en función de una clase o sector de clase, que se constituye en bloque dominante-hegemónico. (…)