Recurrimos a ellos todo el tiempo, reconocemos su labor una vez al año. Sabemos que no es justo. Pero, aunque sea hoy, cercana la fecha del 7 de junio, recordada por la fundación de un histórico primer registro gráfico de prensa en nuestro país, ponemos en valor la tarea de todos los periodistas que día tras día toman nuestros mensajes y los multiplican.
Y en alguna medida nos miramos hacia adentro, como colectivo, como organización, y nos encontramos un poco también en este rol. Cuando decidimos militar por la representación de los compañeros, cuando decidimos enfrentar a la patronal, y luchar por arrancar reivindicaciones al Estado y exigir el cumplimiento de derechos; nos es imposible eludir la responsabilidad de registrar nuestra acción, sistematizarla, comunicarla, analizar los contextos, abrir debates. Este órgano nace con ese espíritu, y lo renueva cada vez que ve la luz una nueva edición.
La presente, como reflejo de una historia coherente y sin descanso, nos encuentra conmemorando 10 años de abusos y explotación devastadora de EDEA-Camuzzi. Nos encuentra queriendo evitar que Repsol se deshaga de una empresa que nunca debió dejar de estar en manos del pueblo, luego de exprimirle el jugo a placer. Nos encuentra describiendo un capítulo más de una crisis energética instalada, y para la que hay una solución que venimos planteando, que no se quiere admitir.
Pero también nos encuentra sosteniendo una bandera a la que hasta la OIT ha hecho flamear con mucha fuerza: la CTA debe tener su personería gremial. Nos corresponde. La esperanza que cada lucha abre, nos mantiene vivos. ¡Y comunicados!