“Hoy no faltan recursos energéticos en la Argentina, lo que falta es una política de recuperación del patrimonio nacional y una planificación para anticiparse a los crecimientos de consumo”, aseguran en el documento el titular y el secretario de Organización de la FeTERA.
“Desde Argentina se exporta gas, petróleo y naftas; estas exportaciones las realizan las empresas multinacionales que disponen de nuestros recursos, gracias a la libre disponibilidad de hidrocarburos que les otorga el Estado Argentino, violando la ley de Hidrocarburos. ¿Hasta cuándo la política de reservas, exportación y consumo va a seguir estando en manos de los intereses privados?” se preguntan los compañeros.
El documento refuta las afirmaciones que aseguran que no hay gas para las usinas, para el consumo doméstico o para los transportes y destacan que lo que existe es “un privilegio hacia los intereses de las empresas multinacionales que prefieren vender en dólares en el exterior a vender en pesos en la Argentina.”.
Rigane y Martínez se refirieron también a las inversiones afirmando que “el Estado Argentino autorizó la inversión de cientos de millones de dólares en gasoductos y poliductos para exportar a Chile, a Brasil y a Uruguay ; lo que no se hizo fue invertir en redes de distribución troncal para que los argentinos puedan tener gas; así el 40% de nuestra población depende del gas envasado, fundamentalmente la garrafa, que es cara y difícil de conseguir. Asimismo, a los que tienen redes también les falta gas”.
“Con respecto a las tarifas, sostenemos que entre el costo de extracción de gas y petróleo, y los precios de venta en el mercado interno, de los productos sin refinar, las empresas ganan más del 600%, por lo que tampoco es cierto que haya que aumentar las tarifas y precios finales de combustibles y electricidad para poder mejorar los servicios; al contrario, hay que bajar los precios para no seguir pagando como si importáramos todo de Arabia Saudita.
“Como trabajadores de la energía sostenemos que la energía es un bien social, y como tal es un recurso que pertenece a los argentinos, forma parte de nuestro patrimonio, y es una riqueza que se está depredando. Nuestro planteo es que la energía debe volver a estar en manos del pueblo”, concluye el documento.