Un poder independiente de los poderes del gobierno. Que le permite acordar poniendo sus condiciones. Presionar para que ni siquiera se incida en su conveniencia. Y canjear una obligación por una deuda. Mientras, muchos nos quedamos pensando en la cantidad de cosas que se podrían hacer con 17 millones de pesos en Mar del Plata. Donde se enjuicia a quienes no pueden pagar la Tasa de Servicios Urbanos. Por esto la Ordenanza 18.104, promulgada a través del Decreto 1406, quedará en la historia. En su artículo 2 define el acuerdo como una condonación de la deuda de la empresa (“Art 2º .- Condónase, con los alcances del artículo 4º, la deuda que en concepto de Derechos de Ocupación o Uso de Espacios Públicos mantiene la firma Camuzzi Gas Pampeana S.A. con la Municipalidad de General Pueyrredon devengada a partir del 1º de septiembre de 1998” ) como para despejar dudas respecto de quién le debía a quién, quién no le cobró a quién, y si estaba o no demostrado que había una deuda adquirida.
La movida sirvió además para allanar todo el camino hacia delante. El Artículo 6 aclara que de acá en más “estarán exentos de los DERECHOS DE OCUPACIÓN O USO DE ESPACIOS PÚBLICOS:
j) Las empresas licenciatarias y/o prestatarias del servicio de gas natural en el Partido de General Pueyrredon, por las obras de tendido de redes conductoras subterráneas en espacios públicos destinadas a la provisión de gas natural domiciliario”.
{{{De cuánto hablamos.}}}
Otra curiosidad es que el convenio que avaló esta Ordenanza no menciona en ningún momento ningún monto. Es decir que se desconoce la significativa cifra sumada desde septiembre de 1988 a junio de 2007. Así como no deja constancia de una inversión concreta para las obras comprometidas. Como para no deschavarse ante la evidencia de los números. Pero sí se encarga de destacar que el convenio se suscribe ante la posibilidad de que el reclamo de la deuda termine por transformarse en un costo para los contribuyentes.
Digamos, en este sentido, que nunca pasó por las mentes de la comuna pararse ante la empresa y los organismos de control en defensa de sus representados ciudadanos y exigir que los contribuyentes no se vean perjudicados por un aumento en la tarifa de un servicio público privatizado.
A la hora de la verdad, el escrito no menciona a ninguna otra zona del Partido de General Pueyrredon que no sea el Barrio Sierra de los Padres (tampoco a La Peregrina), y en lo que la empresa sí asume, se incluye que Camuzzi deberá aportar y ejecutar la construcción de la obra de ampliación, instalación y habilitación de 6.400
metros de cañería de polietileno de 180 mm. de diámetro, y la construcción e instalación de una Estación Reguladora de Presión, en un predio comprado por la comuna y donado a la multinacional. Eso sí, el trabajo y la inversión de Camuzzi van desde la calle 226 hasta el arco de entrada a las Sierras. De ahí hasta cada una de las residencias será otra la empresa que, ganando una concesión, realice esta tarea por la que pagarán los contribuyentes, para que luego le transfieran a Camuzzi esas redes para su cuidado.
{{{Y a llorar a la iglesia.}}}
Si de algo pueden estar seguros los vecinos de Sierras de los Padres es que, en estas condiciones, la obra se va a hacer. Porque el convenio reafirma que si alguna de las partes no cumple con lo firmado la situación se retrotraerá. Con lo que se le podrá reclamar a Camuzzi la totalidad de la deuda, más intereses. De modo tal que, semejante acuerdo, difícilmente sea desperdiciado por la empresa. Eso sí, también se dejó por escrito que “CUARTO: LAS PARTES declaran conocer y aceptar que bajo las condiciones establecidas en el presente acuerdo, quedarán satisfechas plenamente sus pretensiones. En este sentido, a partir de la firma del presente, nada será debido por
la EMPRESA más que las obligaciones asumidas en el presente acuerdo”. Y chau a las buenas intenciones de otras zonas de nuestra ciudad en las que no haya gas, por lo menos hasta que la empresa acumule una deuda, digamos, por cuatro o cinco veces el valor de esas obras. Y aunque la natural razón de existir de cualquier prestadora de servicios públicos deba ser, justamente, llevar esos servicios a todos.
{{{No es letra muerta.}}}
El Artículo 5º puede ser, tal vez, el más polémico. Durante la sesión en la que los ediles levantaron al unísono sus manos para conceder el beneficio a la empresa, se jugó mucho con las necesidades de otros barrios que, al igual que Sierras de los Padres, carecen del servicio. Varios nombres de otras zonas fueron y vinieron entre las bancas hasta decidirse que la redacción fuera: “Encomiéndase al Departamento Ejecutivo gestione ante la Empresa Camuzzi Gas Pampeana S.A. la realización de obras de infraestructura para la extensión de la red de gas en los barrios Hipódromo, Parque Costa Azul, Playa Serena, San Patricio, San Jacinto, Punta Mogotes, Las Dalias, Complejo Habitacional UTA III, La Gloria de la Peregrina , General Belgrano y otros, en el marco de la actual condonación y hasta la total compensación”. Hasta que la empresa puso el grito en el cielo y amenazó con no firmar ningún acuerdo, si se le generaba la misma obligación en todos estos sitios.
{{{Llamemos a un intérprete.}}}
Ante la posibilidad de que todo se cayera, la Secretaría de Legal y Técnica de la comuna salió a analizar las implicaciones de este artículo. En declaraciones a una emisora de radio local, Alejandro Vicente señaló que “lo que entendemos leyendo la Ordenanza es que lo que el HCD ha resuelto es encomendarle al ejecutivo que gestione la realización de obras en otros barrios. Hemos iniciado una gestión administrativa para esas obras, pero no está de manera obligatoria, ni es una exigencia que se logrará. Lo obligado es la obra en las Sierras y la gestión, para la condonación de la deuda”. En referencia a que, a cambio de 17 millones de deuda asumida, sólo se aportaría una parte y qué puede hacer en ese sentido la municipalidad para que la empresa también cumpla con al necesidad de esos otros sectores mencionados, el funcionario afirmó que “no lo dejamos en letra muerta, lo empezamos a movilizar. Pero se trata de una encomienda, de una recomendación, más que una exigencia”.
Los vecinos, entonces, tienen que esperar que estas gestiones sean consideradas como posibles por la empresa, ya que, como dijo Vicente, “es lo que anhelamos. Lo que no tenemos es la obligación de concretarlo porque no está en el escrito de la Ordenanza”.
Traducido en castellano sin rebuscamientos, la municipalidad podrá hacer gestiones pero la empresa va a hacer lo que quiera.
(Las declaraciones citadas fueron vertidas en una entrevista realizada por FM 88.7 De la Azotea.)
{{{Último invierno sin gas en las Sierras.}}}
El Director de Obras Públicas de la Comuna de General Pueyrredon, Ernesto Castillo, precisó al periódico zonal Nueva Sierra, en su edición de agosto pasado, que “en estos momentos Camuzzi está trabajando en el proyecto. Esta obra la licita y la construye la empresa. Por su parte, la municipalidad está efectuando las tramitaciones para la compra del terreno a ceder para la instalación de la planta reguladora. (…) Camuzzi tiene que comenzar a ejecutar el tendido de la red y la construcción de la planta reguladora, después de que la municipalidad adquiera el terreno. Según los directivos de la empresa, esto estaría resuelto en 90 días”.
No es sólo según lo que puedan comentar desde la empresa, desde el convenio esos noventa días es una de las condiciones. En ese sentido lo firmado por la empresa incluye:
-# Provisión, instalación y puesta en marcha de una ERP 45/4 Bar. Caudal 2500 m3/h;
-# Cerco perimetral, separador de polvo, tanque de choque, calentador, iluminación, caminos interiores, de acuerdo a proyecto constructivo aprobado;
-# Provisión, instalación y habilitación de 6.100 mts. de cañería de polietileno de 180 mm de diámetro, de acuerdo a proyecto MPL/PR 203/2270/3;
-# Incluye cruce de ruta 226.
En un plazo estimado de obra: Noventa (90) días aproximadamente.
En la misma nota publicada por Nueva Sierra, el ingeniero Castillo aventuró que en “el próximo invierno habrá gas en la Sierra”.
Y en ese momento también se habrá gasificado una deuda de 17 millones de pesos de una tasa que, una vez más, una empresa privatizada multinacional, prestadora de un servicio público, consiguió que el Estado hiciera desaparecer.