Previamente, durante este mes, cerca de 6.500 dirigentes y militantes de la CTA debatiremos el presente y el futuro de los trabajadores a lo largo y ancho del país. En el temario sobresalen las dos principales iniciativas políticas de la Central en esta etapa: Paritaria Social y Constituyente Social.
En las deliberaciones del Congreso se evaluará políticamente el desarrollo de las iniciativas aprobadas en la última edición realizada en Mar del Plata en marzo de 2006 y, fundamentalmente, se debatirá en torno a dos propuestas de estricta importancia estratégica: Una, destinada a instalar una agenda de reivindicaciones que impliquen una reparación histórica para los excluidos por el modelo neoliberal a través de lo que la Central ha dado en llamar la Paritaria Social. La otra, tendiente a discutir, en el marco de la unidad popular, un proyecto de Nación sustentado en una fuerza social organizada políticamente a partir de la convocatoria a una Constituyente Social para el próximo año.
El debate de una y otra iniciativa se completará con la resolución que ha de adoptarse sobre el alineamiento de la CTA en el marco de la reconfigura-ción de la unidad de la clase trabajadora a nivel internacional, decisión que quedó a referéndum de este Congreso.
Durante el tiempo que resta hasta el 4 y 5 de diciembre, alrededor de 6.500 cuadros de la Central, que integran más de 1.200.000 afiliados, debatirán en los congresos provinciales éstos y otros temas que hacen a la singularidad de cada región, desde la óptica de clase.
{{{Para debatir.}}}
Entre las definiciones de la {{Secretaría General}}, contenidas en el documento para el debate de las Comisiones, se afirma: “El gobierno emergente de la crisis del 2001 encarnó un proceso sumamente contradictorio con continuidades y rupturas en lo económico social y un mejoramiento de las condiciones de pobreza extrema, pero con grandes falencias a la hora de propiciar las medidas político institucionales que permitan avanzar en las profundas transformaciones estructurales que requiere la etapa”.
“El crecimiento económico sin modificación del modelo productivo ni de la matriz de distribución, mantiene los condiciona-mientos estructurales que sostienen la desigualdad pero genera nuevas condiciones para la pelea. Vamos pasando de las luchas defensivas contra los recortes, contra los congela-mientos presupuestarios, etc., a los conflictos que ubican como eje el mejoramiento salarial y la registración laboral.
”
“Tanto las tasas de ganancia empresarial en aumento, como el superávit fiscal, acompañado de una baja de la tasa de desempleo impulsan esta nueva dinámica social.”
“Gran cantidad de esas luchas salariales han sido conducidas por las organizaciones de nuestra Central, logrando horadar los techos con que se pretendía acotar las demandas de recomposición. Por otra parte, se han puesto en marcha una gran cantidad de procesos de lucha que tienen que ver con la inclusión de sectores de trabajo que fueron tercerizados para abaratar el costo laboral y que hoy pujan por el encuadre en el gremio principal de la actividad”.
Y acerca del debate nacional, en un momento que el Secretario General, Hugo Yasky y los Secretarios Adjuntos Pablo Micheli y Pedro Wasiejko caracterizan como “bisagra“, esto plantea: “los debates que vamos a iniciar con miras al Congreso Nacional del 4 y 5 de diciembre próximo, nos plantean nuevos desafíos a resolver pero que se dan en una situación de avance del movimiento popular. Hay que decir también que este próximo Congreso abrirá una instancia inédita ya que será la primera vez que sesionarán los 502 delegados y delegadas de todo el territorio nacional, estos representantes elegidos a través del voto directo, serán los portadores de los mandatos de los congresos provinciales de la Central en las que participarán más de 6.500 delegados de todas las provincias.
Pero la circunstancia en que nos convocaremos será también muy especial. En una suerte de momento bisagra, ya que estaremos a punto de cumplir los primeros doce meses de mandato en los que nuestra Central se sigue reafirmando en su voluntad histórica de constituirse en la herramienta de lucha de la clase trabajadora. Todo un desafío que pone a prueba día a día la solidez de la construcción de nuestra Central, que va ganando reconocimiento como expresión de un sindicalismo democrático, en el que el proyecto político y la voluntad colectiva son su principal sustento”.
Y añaden al texto: “De manera coincidente estaremos iniciando nuestro Congreso, en la primera semana de diciembre, en un tiempo que también será bisagra en relación con el proceso político de nuestro país. El epílogo del gobierno nacional, que con sus más y con sus menos, integró el mapa político regional de esta nueva etapa histórica, caracterizada por la ruptura con la subordinación automática a los dictados del Consenso de Washington, marca un punto de inflexión a partir del cual se intensificará la tensión entre dos campos de fuerzas que pugnan en sentido contrario.
De un lado, los que pretenden abortar cualquier posibilidad de profundizar las transformaciones que demandan los trabajadores y los sectores populares, cuya resistencia puso en crisis a las fuerzas políticas tradicionales que representan los intereses de los factores de poder. Del otro, los que sabemos que si en Argentina y en la región no se avanza en la construcción de nuevas correlaciones de fuerza que fortalezcan la posición de las expresiones identificadas con la democracia, la justicia social y la autonomía nacional, inexorablemente estaremos ante el inicio de la cuenta regresiva de una etapa de restauración de la goberna-bilidad en la versión más ortodoxa del neoliberalismo. Pero hay que señalar que esa pugna entre quienes apuestan a profundizar los cambios y los que empujan para volver a un esquema que se allane a los intereses de los factores de poder, se da hacia adentro del oficialismo y hacia adentro, también, del archipiélago de expresiones heterogéneas que conforman la oposición.”
Por su parte, el {{Bloque Organizativo Gremial}} sostiene: “los principales ejes de nuestra acción para la próxima etapa deberán pasar por un crecimiento mayor y permanente en la representación de los trabajadores del sector privado. Para ello, es fundamental la lucha por la libertad y la democracia sindical, sin caer en la receta única. Por ende, nuestra acción deberá apuntar, cuando ello sea necesario, a impulsar nuevas organizaciones sindicales; en otras situaciones, a recuperar las organizaciones sindicales existentes; y en muchos otros casos, a preservar los espacios conquistados que son objeto de presión y de acoso por parte del sindicalismo burocrático y empresarial.
Teniendo en cuenta que vivimos una etapa de inflación contenida, especialmente en el consumo popular prevemos que en los próximos meses habrá un sensible incremento del costo de vida probablemente acompañado de ajustes tarifarios, por lo que la lucha por mejoras salariales va a ser sin dudas más fuerte que en la etapa actual (…)
El 2008 entonces augura un fuerte aumento de los reclamos acompañado de un endurecimiento de los sectores patronales que no querrán ver disminuir sus enormes ganancias”.
Por otra parte, el documento del Bloque Organizativo Gremial asume que “nuestro país se encuentra en una grave emergencia sindical por su bajo nivel de sindicalización y la extinción de las comisiones internas. Proceso que se agudiza y deviene como un fenómeno estructural por la existencia de una burocracia sindical preocupada por consolidar el ‘sindicalismo empresario’, lo que, a su vez profundiza la caída de la sindicalización por el escepticismo que esto produce en los trabajadores”.
Frente a esto, entienden los representantes a cargo de estas áreas, los principales ejes de acción para la próxima etapa pasan por dos líneas de acción: una línea de acción sindical que tenga por objetivo una creciente recuperación de derechos, incremento del salario real, combatir los altos niveles de precarización, la lucha por la libertad y democracia sindical y, por otro, una línea de activa promoción de la sindicalización que tenga como meta el crecimiento en la organización y representación de los trabajadores, en especial del sector privado.
“Ratificamos en consecuencia los ejes votados en el 7º Congreso Nacional de Delegados: Consolidar el desarrollo territorial de la CTA y fortalecer sus espacios organizativos; fortalecer vínculos y acciones con trabajadores de la actividad privada; plan de acción por la justa distribución de la riqueza; salario mínimo vital y móvil y el 82% móvil para jubilados y pensionados; Seguro de Empleo y Formación; asignación universal para todos los menores de 18 años y para los mayores de 65 años; libertad y democracia sindical; salud, educación, vivienda y trabajo; defensa de las obras sociales, y universalidad de la cobertura social a los discapacitados”, continúa el texto.
Otro aspecto interesante del documento indica que “la negociación colectiva continúa siendo mayoritariamente salarial, sin avanzar sustancialmente sobre otros aspectos de la relación laboral, tales como las condiciones de trabajo, las modalidades de contratación, la organización del proceso productivo, etc.
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Es indispensable tener en cuenta que sin la presencia de la CTA en la calle a lo largo y lo ancho del país, hubiera sido imposible romper el techo salarial acordado entre los empresarios, la CGT y el gobierno.}} Es clave entender este hecho de gran relevancia que legitima el rumbo político de nuestra Central”. El tema es relacionado con la función que se espera, desde la Central, que cumpla el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil.
En este apartado se trata también el reclamo de la Personería Gremial para la CTA: “Entendemos la persistente dilación a reconocer la personería gremial a la CTA y la aprobación parcial del estatuto (dejando afuera del ámbito de representación a los trabajadores precarizados, no registrados, autónomos, cuentapropistas y desocupados, entre otros) como una consecuencia de un modelo que no permite que los trabajadores desarrollen libremente su plan de acción sindical”.
En cuanto a la convocatoria a la Paritaria Social, se expresa en el mismo documento que ésta sería “una paritaria de carácter transformador, organizadora de la demanda social y mutadora de las instituciones para ponerlas al servicio del pueblo, instituciones de un Estado al que debemos convocar, que debiendo estar a nuestro favor, no puede ser neutral y siendo nuestro debemos disputar”.
En lo atinente a la {{Secretaría de Relaciones Internacionales}}, el texto indica que “nuestro mandato fundacional, desde Burzaco (‘El grito de Burzaco’), es construir la Unidad de la clase trabajadora en la unidad popular para transitar el camino Autónomo hacia una nueva sociedad donde hagamos realidad la igualdad social, la soberanía popular y la democracia participativa. Asumiendo la Identidad Cultural de América Latina expresada en la lucha histórica de Liberación de los Pueblos”.
“Ratificamos – continúa el texto-, en este marco, nuestra resistencia a la globalización y a las políticas neoliberales impuestas por las grandes potencias capitalistas. Y a todas las políticas imperialistas expresadas en los TLC, en la dependencia financiera del endeudamiento externo, la militarización y el sistema productivo de las transnacionales, de explotación extractiva de recursos naturales y destrucción del Medio Ambiente, de explotación de la clase trabajadora y de los pueblos.
Definimos acciones concretas para la resistencia, como así también para la construcción de la Integración política social y cultural de Latinoamérica.
Resolvimos cumplir con este mandato fortaleciendo nuestra participación en la Alianza Social Continental (ASC), promoviendo nuestra visión de clase trabajadora en las distintas políticas alternativas que ahí se impulsan como el proyecto Alternativas para las Américas y el ALBA. Definimos participar en la unidad sindical en América y el mundo.
Impulsamos una mayor acción en la OIT frente al deterioro de los derechos de los trabajadores y el cumplimiento de los convenios. Construimos más áreas de trabajo internacional en nuestra central.
Desarrollamos acciones a nivel regional, continental y mundial. Ampliamos y mejoramos nuestra participación en la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur- CCSCS”, dice entre otras cosas el texto de la Secretaría de Relaciones Internacionales, el que repasa hitos históricos de la lucha de la CTA de la mano de bloques y redes internacionales sindicales y organizaciones de derechos humanos.
{{El Área de Ambiente, Recursos Naturales, Modelo Productivo y Distribución de la Riqueza}} surgió en 2006 como respuesta a una realidad que nos mostraba que en todas las regiones de nuestro país y de Latinoamérica vienen creciendo las protestas de los pueblos en contra del saqueo de los recursos naturales y el arrasamiento cultural y, a la vez, vienen aumentando las reivindicaciones en defensa de los territorios, las lenguas, las culturas, las economías en peligro de desaparecer frente un mercado único. (…)
Ha sido fundamental el camino transitado este año con los encuentros regionales y las síntesis en los Plenarios Nacionales. Con este recorrido podemos asegurar que la instancia de diagnóstico está completa y deberemos avanzar a partir del Encuentro Nacional hacia una etapa de propuestas en torno a ese nuevo modelo productivo que necesitamos, donde se trazarán las líneas de acción con todos los compañeros dentro de la política de nuestra Central, con la coordinación del discurso, la organización y las iniciativas”.
A estos documentos se suman los informes de la Comisión del Movimiento Político, Social y Cultural, la Secretaría de Derechos Humanos, de la Secretaría de Prensa y Comunicación, el Instituto de Estudios y Formación, y el informe Administrativo Financiero.
Para conocer más información, ingresar a la página web de la CTA: [www.cta.org.ar->http://www.cta.org.ar]