{{-¿Qué edad tiene?}}
-Cumplo 76 en noviembre. Nací en Dolores el 17 de noviembre de 1931. Viví en Dolores hasta los veintipico, que me recibí como abogado. Estudié en la Escuela Normal hasta el tercer año, porque en esa época había que elegir para recibirse de maestro, o pasarse al Nacional para seguir otra cosa. Eso me decidió a pasar al Nacional porque quería seguir con la matemática, que era lo que me apasionaba en ese momento.
{{-¿Y qué pasó?}}
-La cosa cambió porque con tres amigos dimos el quinto año libre, así que estuvimos un solo año en el Nacional. Y luego de eso, decidí no seguir matemáticas porque la orientación que había en ese momento era sólo hacia el profesorado, y no era nada que me animara el tema de dar clase, y si no, había que trasladarse a La Plata, casi en forma permanente, y eso estaba fuera de mi alcance.
De modo que no podía ir a instalarme. Y elegí la profesión de abogado por esta cuestión, no de que no me gustara, es que tenía una tendencia mayor, porque en el secundario me destacaba en matemáticas. Fue la segunda opción, porque de hecho lo podía estudiar libre, y rendir solo los exámenes en La Plata.
Eso dificultaba rendir las materias porque uno no estaba al tanto de lo que los profesores dictaban. Me costó recibirme, pero lo hice. Y mientras tanto trabajaba. Desde muy chico trabajaba. Primero en el almacén de mi padre donde hacía el reparto a domicilio en bicicleta. Y en el verano me iba a la costa, durante toda la temporada, con mi tío, donde repartía diarios, y luego me pusieron un kiosco.
{{-¿La influencia por lo laboral no surgió entonces de la formación, de la carrera?}}
-No no, fue una cuestión que se ligó con la política. Yo me relacionaba mucho con la familia de los Eyras, en Dolores, que eran socialistas, de los socialistas que después se desvincu-laron del socialismo democrático, y que luego se transformó en el Partido Comunista. Ellos sí influyeron mucho en mí desde lo ideológico, sobre todo el tío de mi amigo, que era abogado. Era el mejor abogado -hasta no hace mucho- que hubo en Dolores. Él, después de terminar la carrera, me facilitó el estudio para empezar, sobre todo para organizar el estudio, que es una cosa importante para el trabajo. A lo mejor otros tienen otros métodos, pero a mí me facilitó mucho todo.
Y me sirve hasta hoy. Esto ahora se hace de muchas otras maneras, pero a mí me sirve para encontrar cosas que otros me preguntan ‘¿cómo es que tenés esto guardado?’, y para mí es natural. Es parte del trabajo. A través de esta familia, me crié con uno de sus hijos, Ciro Ramón, hicimos toda la carrera juntos, desde el primario, hasta la universidad.
{{Esa última parte de la respuesta dio pie para preguntarle sobre su propia familia. Hasta acá vinimos conversando de corrido, animadamente. Y este fue el primer momento en que se mostró emocionado. Contenido. Como sin querer demostrarlo. Entonces Battaglia refirió a sus hermanos.}}
– Somos tres hermanos, uno es jubilado del banco Nación, el otro es Ingeniero Civil, vive en Bruselas, desde hace muchos años.
{{Y nada más. Suficiente. Enseguida volvió a hablar de los primeros tiempos de su profesión.}}
– Luego de recibido, tuve mucha vinculación con el doctor Daguerre, que quería abrir un estudio en Madariaga, eso me facilitaba mucho la apertura laboral. Yo me recibí en diciembre de 1957. En diciembre cumplo 50 años…
Pese a que ya fue reconocido de varias maneras, parecía estar cayendo en la cuenta recién ahora, al hacer el comentario. Pareció alegrarse. Y eso lo animó a entrar en otros temas.
{{-Sabíamos que hizo deportes, que de hecho lo tienen muy bien referenciado en Dolores, en un club de su ciudad.}}
-Yo practicaba básquet, fui jugador de Sarmiento, de Dolores, en todas sus categorías. Fui capitán de la segunda y de la primera, competíamos mucho con Mar del Plata, era casi un duelo clásico, muy bravo, tuvimos partidos aguerridos. A nosotros el ser un distrito militar, hacía que la cantidad de conscriptos pudieran participar, practicaban básquet y eso hizo que se armaran muy buenos equipos. Y muchos amigos, que algunos seguimos en contacto hasta hoy. Hoy todavía nos juntamos; somos unos 200 cada vez que nos encontramos, con todas las familias.
En esa época ganamos un torneo en el año 1947 en Campana, era el campeonato de la costa, y le pudimos ganar en la final a La Plata, un torneo importante, porque eran equipos importantes. Ahí jugué muchos años, todo lo que jugué fue en ese equipo.
Al mismo tiempo, y desde el club, conformamos una agrupación cultural que se llamaba Yerutí. Hacíamos una gran actividad cultural, hacíamos un diario, un periódico, en el que la gente escribía sobre literatura, poesía, etcétera. Nos juntábamos en Empleados de Comercio de Dolores, en el centro, y eso nos permitía hacer muchas cosas. Hicimos que vinieran poetas y escritores muy importantes en esa época. El nombre que le pusimos al espacio, al grupo, Yerutí, refiere a la cosa folclórica que es de donde identificamos el objetivo del grupo, ese fue el origen de ese espacio.
{{{Destino de militancia.}}}
Ya quedó claro que si jugaba al básquet tenía que ser el capitán, si se dedicaba a la cultura, también lo tomaría como un acto de militancia. Y el tiempo demostraría que, a pesar de no dedicarse a la matemática (y vaya uno a saber qué sentido le hubiera dado a los números para que no fueran convenciones abstractas), el Derecho lo tendría como un ejemplo de entrega. Y eso se notó desde el principio, y desde Dolores, en el tiempo en que la profesión parecía necesitarlo.
-Fuimos cabeza de la defensa del Departamento Judicial. En ese tiempo era cabeza del departamento, era una cosa de forma, porque en realidad el crecimiento de esta zona ameritaba que se modificara ese régimen. Pero como el movimiento de todo lo judicial era una fuente de ingreso para todo Dolores, porque se generaba presencia de personas, abogados que venían de otros lados, y el resto de las personas, que generaban circulación de dinero que quedaba en la ciudad; nosotros hicimos todo lo posible para que se quedara acá, hasta que hubo un momento donde se hizo imposible o muy difícil sostener la discusión, y bueno, de hecho muchos profesionales se trasladaron para seguir trabajando acá. Razonando años después, entendimos que era una lucha que no tenía sentido.
{{{Debut político.}}}
La lógica actual indica que uno hace carrera en un oficio, o una profesión y de ahí se produce el salto a la política. Pero la juventud de Alfredo Battaglia transcurrió en otras épocas. Épocas en las cuales, de nuevo, la militancia significaba jugarse desde el principio.
– Yo me había afiliado al Partido Comunista a los 15 años y como no había juventud en el Partido, o sea el espacio para la juventud, no pasé por eso, sino que mi participación partidaria fue militando con todo el resto del Partido. Ni bien me recibí fue la elección de Frondizi y casi que debuté en la política recién recibido porque me postularon como candidato a intendente en Dolores, ese fue mi inicio en la política. Hice esa primera experiencia como candidato político, en 1958. Hicimos una muy buena elección para lo que era Dolores, y el Partido en esa época. Y me fui dedicando a lo laboral, más que nada por convicciones políticas, no por otra cosa. Fue eso lo que me llamó a dedicarme a defender a los trabajadores. Nunca acepté ninguna causa por la parte demandada, era una cuestión de convicciones, de posicionamiento político e ideológico. Y costó; fue una decisión que costó, lo mismo que venirme hasta la costa.
{{{La llegada a Madariaga.}}}
{{-¿En Madariaga sigue trabajando? ¿Se instaló aquí, antes que allá?}}
-El 10 de junio de 1958 abrimos el estudio en Madariaga. Yo me inicié con una máquina de escribir, y eso era todo lo que tenía en el estudio. Yo fui como sapo de otro pozo. La única vinculación era un amigo de mi socio, que nos dijo ‘vengan acá, porque acá no hay nada’. Y Madariaga era un lugar conflictivo, por la cercanía con lugares turísticos, de trabajo de temporada, mucamas, cocineros, mozos, una actividad con mucho trabajo, tres meses de temporada, que en esa época eran trabajos bien pagos, pero con mucho conflicto. La relación laboral del trabajador es siempre conflictiva. Los intereses son contrapuestos siempre. Los despidos, la falta de pago, el pago en negro, estuvieron siempre.
Lo que sucede posteriormente al dividirse el Partido de Pinamar, de Villa Gesell y Madariga, es que deja todo lo turístico en un lado y todo lo urbano en otros; generó la diferencia entre un partido y otro en todo sentido. Eso (lo de la división de los distritos) fue también un tema resuelto durante la dictadura.
{{-¿Y cómo llegó a Mar del Plata?}}
-Al principio no sólo hacía laboral, ése era un 50 por ciento. También hacía otras cosas, civil, comercial, sucesiones. Y mi socio, que se venía expandiendo en la zona, empezaba a tener mucho trabajo también en Balcarce, y eso lo fue acercando a Mar del Plata. Me propuso abrir un estudio en esta ciudad. Nos pusimos de acuerdo, empezamos a buscar un local, y como yo tenía muchos contactos con la gente del Partido Comunista acá en esta ciudad, ellos nos ayudaron mucho con eso, y facilitaron nuestra venida a Mar del Plata, no sólo con el local, sino también con el teléfono, que en esa época no era tan fácil de conseguir. De modo que vinimos aquí, y estando en esa relación, también nos aseguraron el trabajo desde el punto de vista partidario, para ser el abogado del sindicato de la Unión Obrera de la Construcción, de la UOCRA, donde estaba de abogado en ese tiempo el doctor Gulminelli.
{{{La UOCRA en el PC.}}}
El subtítulo permite esconder la sorpresa del entrevistador, traducida en pregunta directa. ‘¿La UOCRA en el PC?’. Con la misma paciencia que durante el resto de la charla, Battaglia se dispone a explicar cómo lo que hoy puede parecer extraño, no sólo no tiene por qué serlo, sino que en todo caso, se acerca más a la idea de añorar un tiempo pasado, pasado por encima.
-La conducción nacional de la UOCRA tenía estrecha vinculación con el Partido. Los dirigentes eran afiliados al partido, los empleados del gremio eran partidarios del PC.
Fui abogado del sindicato de la construcción, hasta que se produjo la intervención del gremio, como consecuencia del cambio de conducción a nivel nacional. Cosa que acá produjo una resistencia durante muchos años por parte de la conducción y los trabajadores locales, que se resistieron al cambio, y a la intervención. Yo me acuerdo que hubo disputas por la conducción muy fuertes, la conducción nacional que había pasado a ser tomada por partidarios del peronismo, dirigida por afiliados peronistas, quería intervenir este sindicato que seguía siendo dirigido por afiliados del Partido, Amalio Arto, Valentino Cortés, el pibe Peisotarubio; que se resistían a la intervención, incluso con episodios en los que terminaba viniendo la policía.
Eran épocas muy fuertes, en las que el gremio tenía mucha fuerza, porque había mucho trabajo, fue la etapa de la construcción de toda la propiedad horizontal, había edificios, como el de Córdoba y San Martín, en los que se trabajaba en tres turnos de 8 horas, se trabajaba las 24 horas, una cosa brutal. Había muchísimo trabajo. Y una cosa que se podía ver y era un espectáculo verlo, era cómo bajaban hacia la ciudad, viniendo desde la costa, una marea humana de bicicletas a las 5 de al tarde, a las 6 de la tarde, con todos los obreros a la hora del cierre de las obras. Y yo, con la poca experiencia que tenía, recién recibido, era una cosa que tenía siempre el estudio lleno, 20 personas, 30 personas todos los días en el estudio por diferentes conflictos y cosas de trabajo. Hasta las 10 de la noche, hasta las 11 de la noche. La situación laboral era muy distinta, los sueldos eran muy diferentes a los de ahora, los trabajadores de esta ciudad en aquella época tenían sueldos muy diferentes, un sobre sueldo, un beneficio, un incremento sobre el jornal muy bueno, por lo menos mientras duró esta conducción con la que yo colaboré en lo legal.
Para terminar de describir lo del conflicto de la intervención, hay que decir que, en un momento, intervino la guardia de infantería, con personal y orden judicial, y eso produjo una huelga muy importante. Bajaron los obreros, y la esquina de Olazábal y 25 de Mayo, que es donde está el gremio, que siempre estuvo en el mismo lugar, puedo decir que estuvo lleno, la calle se llenó. Deben haber habido unas 2.000 personas, y los sacaron a todos, los sacaron a la policía y a los que vinieron a intervenir. Levantaron las persianas, a algunos los tiraron del techo. Hubo una huelga de 60 días, con asistencia integral a todas las familias, permanente, no sólo con alimentos, con todo lo que las familias necesitaron o podían necesitar. Fue fantástico. Era época de lucha y de formación, de control, de aprendizaje, de conciencia. Terrible, no se permitía que nadie rompiera la huelga, ni siquiera se permitía que trabajaran para sí. Impresionante. Eso seguramente venía en los obreros de la época de los anarquistas, que eso lo tenían muy claro; y se manejaban así.
Era una época histórica, en la que pasaban cosas como que a los trabajadores no les descontaban el aporte gremial, sino que los días de pago de la quincena, y de fin de mes, había colas interminables de los obreros viniendo al gremio a pagar su aporte sindical. Esto ahora no podríamos ni pensar que pudiera suceder.
-Esto lo rompió la dictadura…
-La dictadura rompió esto y muchas cosas más. Empezando por la dirigencia y la militancia que aniquiló, desapareció. Digámoslo así, destruyeron la organización y la militancia gremial como un objetivo claro. Liquidaron una generación, se llevaron lo mejor, en el sentido de activismo, de conciencia y convicción, fue eliminado.
Y además dejaron sin efecto toda actividad política, gremial, dejaron sin efecto no sólo estatutos, todo lo relacionado con los artículos relacionados con mejoras salariales fueron suspendidas por la dictadura, se suspendió la actividad de los partidos políticos, se les quitaron todos los bienes, las sillas, los muebles. Fue terrible.
Como podrán imaginarse, la charla no se termina aquí. Hubo tiempo para que recordara la persecución sufrida, su relación con los colegas asesinados en el episodio conocido como “La Noche de las Corbatas”, su llegada a nuestra organización, y una profunda descripción, sobre el Movimiento Obrero de nuestra ciudad, que publicaremos en nuestra próxima edición.