La práctica de esa política genocida y criminal en momentos tan cruciales para nuestro país, después de haber sido sometido a los embates de los huracanes Gustav y Ike, muestra la doble moral del imperio, que hace oídos sordos a su propio pueblo que aboga por la flexibilización transitoria del bloqueo, para dar facilidades crediticias a la compra de alimentos y materiales de construcción, entre otros, pretendiendo dar una ayuda humanitaria condicionada, desconociendo la preparación y capacidad de nuestro pueblo para evaluar los daños y enfrentar esta situación, con el verdadero fin de utilizar este momento para sus aviesos fines políticos.
No nos oponemos a recibir la ayuda de aquellas organizaciones y personas que de buena voluntad puedan contribuir a resarcir los daños. Existen muchos otros gobiernos del mundo, incluso con limitaciones económicas, que nos están aportando su apoyo de manera solidaria y sin condicionamientos.
Por todo lo antes expuesto solicitamos a todas las organizaciones sindicales y fraternales del mundo, se sumen a nuestro reclamo de desmentir la falacia que desde Washington se maneja sobre la posición de nuestro Gobierno y exigir, como lo han venido haciendo durante todos estos años, el cese inmediato del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto de manera genocida contra nuestro país.
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CRONICAS DEL DESASTRE
Olas gigantescas, lluvias, vientos, inundaciones, árboles y postes derrumbados.
Al oriente y centro de Cuba, Ike ha provocado impresionantes daños y destrucción en casas, edificios, árboles y cables.
13 de las 14 provincias de Cuba, en máxima movilización por alarma ciclónica, incluida La Habana.
El gobierno dispuso miles de albergues y transportes para los damnificados.
Más de 2 millones de personas han sido evacuadas para evitar que haya víctimas mortales.
La región del Caribe ha sufrido particularmente esta temporada de huracanes, que va del 1 de junio al 30 de noviembre. (AP Dig.)