{{El texto de la Mesa Nacional de Salud de la CTA que denunció la epidemia de dengue en varias provincias argentinas y determinó la jornada de protesta del pasado 7 de abril, sostiene textualmente:}}
«Ante la nueva crisis que enfrentan los distintos países de los continentes, consecuencia de políticas neoliberales aplicadas en las últimas décadas por los distintos gobiernos y frente a la escalofriante situación socio sanitaria en la que viven millones de compañeros, es imperioso que el Estado mas que nunca se haga cargo y garantice el Derecho a la Salud de su población.
Decía el Dr. Ramón Carrillo “No hay Salud sin justicia social”, y no podemos hablar de esto si en nuestro país todavía no se han abordado políticas nacionales, que, con un profundo sentido federal, garanticen el Derecho a la Vida. Decimos que el derecho a la vida y a la salud conlleva una buena alimentación, viviendas dignas, trabajo adecuado, agua potable, cloacas, preservación del medio ambiente, así como la implementación de políticas estatales de prevención de la enfermedad y promoción de la salud. Para lograr lo enunciado anteriormente, se requiere de una verdadera distribución de la riqueza.
La matriz distributiva se mantiene igual generando y profundizando la desigualdad. Necesitamos nuevos modelos productivos que pongan freno a la concentración económica en manos de unos pocos como también impedir la depredación de los recursos naturales, fuente de riqueza de todos los pueblos.
Sabiendo que 14 millones de argentinos se encuentran en la pobreza y 5 millones en la indigencia, privados de los servicios esenciales podemos decir que las palabras de Carrillo hoy siguen vigentes.
La epidemia de dengue que sufren las provincias de Chaco, Salta, Jujuy, Catamarca y Misiones, la fiebre amarilla, la leishmaniasis, dejan al desnudo las terribles condiciones de vida de nuestros hermanos así como la falta de políticas de prevención de la enfermedad por parte de los gobiernos. El dengue avanza en aquellas provincias con mayor pobreza, casa precarias, sin agua, sin cloacas, con la mayor desprotección de los gobiernos.
Los especialistas ya habían alertado de esta epidemia hace “3 años y hubo falta de previsión, de responsabilidad y de conocimiento”. Son responsables los gobiernos provinciales y el gobierno nacional de velar y garantizar los recursos para una lucha eficiente contra esta epidemia.
Hace años que desde nuestras organizaciones venimos demandando la escaces de trabajadores en el Sistema Sanitario en su conjunto los bajos salarios y las malas condiciones laborales y la falta de recursos del Programa Nacional de Vectores, encargados del trabajo de prevención del dengue, paludismo, chagas sin hallar respuesta. Hoy estos mismos trabajadores se encuentran también infectados, trabajando de lunes a lunes.
Se debe aumentar el número de trabajadores de la salud, con sueldos y condiciones laborales dignas e invertir en infraestructura e insumos para establecer una vigilancia epidemiologica coherente y coordinar políticas de prevención de la enfermedad y atención primaria de la salud.
Hace 2 años, por iniciativa de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA) y la CTA de Salta, 200 compañeros que percibían solo un plan de ayuda social, fueron capacitados por los trabajadores de la salud para llevar adelante tareas de prevención casa por casa, pero no hubo decisión del gobierno nacional ni provincial para incorporarlos a una función estable; de haber sido así seguramente no tendría esa provincia tal nivel de epidemia.
Exigimos su inmediata incorporación con un salario digno y condiciones de estabilidad para continuar con el gran desafío de evitar más muertes.
Los datos que circulan en los medios, de por si son alarmantes y es reconocida, como una situación “muy grave” por la propia Ministra de Salud, y es más, se reconocen errores en el tratamiento del la epidemia, a los que suma la denuncia constante de hospitales abarrotados de pacientes con un solo médico para su atención, enfermos esperando horas para ser atendidos.
Todos tenemos la sospecha que se informan menos casos que los reales, (un día informan 600 casos y a la semana 4600 casos). Relevamientos que hicieron nuestros compañero nos indican 4000 casos en la provincia de Catamarca y mas de 7000 casos considerados como sospechosos de dengue, en el departamento de Orán ( Salta). Compañeros de Pichanal nos informan lo desesperante de la situación y que las autoridades están ausentes.
Se suma a esto el retraso en la confirmación de los casos ya que todos los estudios se realizan en la ciudad de Pergamino, ni siquiera se ha montado un laboratorio en la zona afectada que disminuya los tiempos de confirmación de diagnóstico.
A todo esto se suma que la deforestación mas la utilización de agrotóxicos genera que el mosquito, vector del dengue migre, a otras zonas donde pueda alimentarse y reproducirse.
Parece que solo si las catastrophes toman estado público por los medios masivos de comunicación las autoridades comienzan a hacer algo.
Exigimos que el Gobierno Nacional declare la Emergencia Sanitaria con la necesaria y urgente inversion de fondos en políticas públicas que resuelvan la emergencia actual, más las condiciones estructurales que llevaron a esta epidemia, ya que es la única forma de prevenir la reinfección de los pacientes con el riesgo de presentar la variedad hemorrágica que es mortal, por ello, se deben orquestar la medidas necesarias para que el año que viene no tengamos que pagar mas muertes por dengue.
Distribuir la riqueza es invertir un sistema integral de salud universal que prevenga la enfermedad y promueva la salud, con más trabajadores, sueldos y condiciones laborales dignas, es terminar con la precarización laboral. Es invertir en infraestructura que genere empleo, que resuelva la vivienda popular, el agua potable, las cloacas atacando las causas sociales que generan la enfermedad.»
{{{Por todo lo enunciado}}}
El pasado 7 de Abril, “Día Internacional de la Salud” se llevaron adelante jornadas en todo el país, de unión, organización, protesta y exigencia para decirle al poder político que «acá estamos de pié para marchar a un futuro donde todos estemos contenidos».