La presión social, el malestar que se iba incrementando entre la ciudadanía, la posición de los diputados no oficialistas, la multiplicidad de movilizaciones en distintos puntos del País, obligaron a que el Gobierno suspenda los aumentos en las tarifas de gas y electricidad. La Comisión de Energía fue convocada para tratar los proyectos de ley presentados por FeTERA conjuntamente con organizaciones que conforman el {{Movimiento Nacional contra el Tarifazo}}, articulación política amplia, que demotró tener una actitud constructiva, militante en defensa de los servicios públicos. Si bien los aumentos de las tarifas de luz y gas se desplazan, esto desahoga la angustia de la gente, pero no resuelve el problema, traslada en el tiempo el problema, desinfla la movilización social.