Pretendo abordar un tema complejo, denso, y sobre el que existen posiciones diferenciadas, donde lo importante y significativo es el debate y la posibilidad de intercambiar opiniones, con la mirada más amplia y por supuesto, siendo consciente de que cada quien maneja verdades relativas. Muchas de estas verdades tiene que ver también con la posibilidad cierta de un grado de conocimiento que desarrollamos desde nuestra práctica militante (sindical y político social) en el sector de la energía. Desde ese lugar fundamentamos nuestra posición.
La realidad es que se hablan de muchas crisis; del clima, del medio ambiente, del modelo productivo, entre otras. Todo ello proviene de algún lugar, que sin vueltas, a mí me gusta afirmar que en definitiva, es la crisis del sistema capitalista. Las menciones específicas, son simplemente a los efectos de estudiar y posicionarnos con respecto al fenómeno que se discute y desde el enfoque generalizado con que se lo denomina. Solo así aludimos a la crisis energética o del medio ambiente, cuando en realidad debiéramos hablar de la crisis del sistema capitalista.
Lo que está en crisis es el sistema capitalista, que es la primera definición necesaria para posicionarnos como trabajadores, respecto del sistema y su crisis. Porque el sistema, tiene forma de presentarse en nuestro escenario, de ganarnos, de cautivarnos, e inclusive nos induce a desarrollar conceptos y palabras que, nosotros hacemos propias, pero que provienen del propio sistema y son funcionales a él y por ende a las clases dominantes.
{{Discutamos los conceptos en uso: ¿desarrollo sustentable? ¿Trabajo decente?
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Veamos un ejemplo, ¿qué significa “desarrollo sustentable”? Es una expresión que usamos bastante, ¿qué significa en el sistema capitalista? Con los cientos de años de existencia del sistema capitalista, ¿qué significa desarrollo sostenible? Incluso, otra expresión que nunca entendí es que era “trabajo decente”. No lo viví, no lo vi, y nadie me lo pudo demostrar, pero como consecuencia de las políticas establecidas por el “trabajo decente” miremos el impacto que eso generó en el movimiento obrero europeo, y dicho con mucho respeto y consideración; pero el dialogo social y por las políticas posibilistas entre variadas organizaciones sindicales tradicionales , el sistema cayó sobre el conjunto del movimiento obrero, de los trabajadores y de los sectores sociales menos favorecidos, y hoy están desarrollando una política de pulverización de las reivindicaciones y derechos históricos que esos sectores pudieron obtener confrontando con el sistema, no dialogando con el sistema. El interrogante es por qué, si tenemos tantos siglos de existencia del capitalismo, cuál es la razón por la que los trabajadores no estamos mejor. Lo que verificamos es que estamos peor. ¿Cuál es la razón que seguimos teniendo desocupados, que existen analfabetos, que ya no son dos o tres, son según la OIT más de 200 millones los desocupados y 900 millones los trabajadores empobrecidos, un tercio de la fuerza de trabajo mundial.
Menciono todo esto, porque me parece que la cuestión es discutir ¿cuál es el camino que tenemos que transitar? Como varios indican, todavía no vi ningún manual y hace rato que llegamos a esa conclusión, que establezca como superar el capitalismo, pero no por eso no debemos discutir la situación. Si sabemos y afirmamos que esa es una construcción colectiva, que nos debemos todos. Ahora, lo que deberíamos saber, y si estamos de acuerdo en transitar, es el camino para revertir el sistema capitalista, porque no es lo mismo transitar el camino posibilista (ya vimos como desprotege al movimiento de trabajadores) donde voy aceptando variadas cuestiones que definen el retroceso del movimiento, que optar por el rumbo de la transformación. No es lo mismo uno que otro camino.
El lenguaje del poder y la necesidad de transitar un rumbo de transformaciones
Las políticas del banco mundial, las que vivimos en nuestro país son políticas clientelares que tienen un objetivo, que no es resolver lo que algunos creen, el problema de la desocupación, la falta de educación, de alimentos, y otras necesidades que tienen vastos sectores de nuestra población. Esas políticas intentan desarticular cualquier iniciativa de desarrollo organizativo para la transformación. Eso es lo que buscan, obstaculizar cualquier iniciativa que tenga como objetivo transformar. Por eso existen las políticas sociales masivas (subsidios de carácter clientelar); y está muy claro cuando ante ciento cincuenta mil compañeros “beneficiaros” del plan “Argentina trabaja” y se decide dar el aumento a treinta mil de ellos, que duda hay, se decide desde la presidencia dar el aumento a treinta mil, unos 350 pesos bajos dos condiciones que son dos rémoras terribles de épocas pasadas, una de la época de la dictadura que es el “presentismo” y que afecta los derechos de los trabajadores porque te obliga a ir a trabajar de cualquier manera, y la otra es la “productividad” una herencia del “amigo más fiel de los trabajadores”, Domingo Cavallo. Esa es la política, ese es el sistema, ese es el modelo, y eso es con lo que hay que terminar.
Creo que los trabajadores necesitamos pensar, obviamente este es el dilema, como podemos convertir nuestros planteos, nuestros razonamientos en organización y en poder. De qué manera nosotros podemos construir lo que se necesita para desarrollar, para transitar el camino necesario para las transformaciones sociales por la emancipación de los trabajadores.
Por eso uno cuando se leen los documentos oficiales hacia “Rio+20”, pareciera que en este mundo no existen guerras, ni crisis, ni hambre ni miseria. Quiero detenerme un segundo y pensar que vivimos en un modelo económico social del “primer mundo” y en particular por Estados Unidos, que siempre ha demostrado, que es capaz de matar, desestabilizar, desarrollar guerras, con tal de obtener lo que no tiene y garantizarse de esa manera, la existencia de su modelo. Sin embargo en estos documentos no se habla de esto. Se habla de la economía verde, y bueno interrogarse sobre ¿qué es la economía verde? ¿Qué es el empleo verde? ¿De qué estamos hablando? Porque en nuestro país y en el mundo (según la propia OIT), lo que tenemos es precarización, desempleo, trabajo irregular, mal pago, sin derechos, con explotación y súper explotación. Todo ello no lo puedo cambiar con definiciones que suenan bien, pero no expresan la realidad de la historia y el presente.
Son cuestiones a resolver con “política” y la “política del sistema capitalista” no me da esa respuesta, por lo tanto necesito cambiarla, por más que venga bien envuelta y con algún moño y disculpen mi irreverencia, pero yo no creo en estas formulaciones, y creo que hay que estar muy atentos, denunciar el propósito de las clases dominantes y transitar un camino de lucha y confrontación para asegurar otra realidad, más propia con las expectativas de cambio que existen en nuestramérica.
{{La discusión en la Argentina}}
Hablar del “desarrollo sostenible” para el caso Argentino, supone aludir a la apropiación por parte de los grupos multinacionales de todo nuestro patrimonio nacional, nuestros recursos energéticos, mineros, naturales, etc. ¿Es eso de lo que se habla? Porque no hay una propuesta así, que diga, cómo se resuelven los problemas que tenemos los países denominados, o mal denominados del tercer mundo, está para todos iguales, supuestamente estas soluciones son tanto para los países del primer mundo como para los países del tercer mundo, para los que sufrimos la supeditación precisamente como Argentina de los grupos monopólicos extranjeros ,que tienen en su poder nuestro patrimonio, nuestras riquezas y que se la llevan fronteras afueras dejándonos a nosotros lo que padecemos como parte de la calamidad social que viven muchos argentinos.
No hay respuesta a esto. Entonces por tengo que creer, que ahora, esto va a cambiar y va cambiar para bien y voy a tener lo que hasta ayer no tuve. Alguien señaló que los ricos no quieren dejar el “buen vivir” que tienen, que es en base a la explotación nuestra, y ningún documento se plantea que eso va a cambiar, y tampoco hay un planteo sobre que vamos hacer con la distribución de la riqueza, que es una reivindicación nuestra, o acaso la vamos a abandonar. Entonces, el problema es que hay que cambiar el sistema, y nosotros lo que tenemos que hacer es enfrentar el sistema, porque ese sistema representa la muerte, no solo la explotación, no solo el analfabetismo, no solo la falta de salud, no solo el sometimiento y la exclusión, sino también la muerte. Porque está acabando con el planeta, y si acaba con el planeta no solo está destruyendo la vida humana, que en sí mismo, ya es demasiado.
Cuando falta el trabajo nos falta cobertura social, y nos coloca al borde del abismo, y entonces, ¿que nos queda? ¿Delinquir, el camino de la droga, el camino de la muerte? Esto es lo que hay que cambiar. Siempre y cuando estemos convencidos que nosotros representamos la vida, de que nosotros representamos concepto de solidaridad, de que nosotros representamos, criterio de integración, de desarrollo organizativo, para precisamente tener un modelo que habilite y permita convivir a todos, no con privilegios, no con la explotación de unos por otros.
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Los desafíos de la CTA}}
Por eso la Central de Trabajadores de la Argentina, la CTA, se plantea como cuestión principal, el desarrollo precisamente de su organización, de su representación y va en búsqueda de todos de los que tienen trabajo y de los que no tienen trabajo, de los desocupados, de los sub- ocupados porque entiende precisamente la imperiosa necesidad de que todos somos trabajadores en el estado que nos encontremos. Por eso tampoco hay diferencia entre una organización sindical y los movimientos sociales.
La otra cuestión, es que nos planteamos la unidad de los diferentes y por eso tenemos como iniciativa la Constituyente Social, con el criterio imprescindible de que si no hay unidad no podemos enfrentar a semejante enemigo y para eso necesitamos transitar un ámbito en el que sea posible unirnos aun manteniendo nuestras diferencias, nuestras banderas, pero que tengamos como objetivo central estratégico, transformar esta realidad y establecer cuál es el enemigo principal y ahí la Constituyente Social ,la unidad de los diferentes. Paso seguido claro que esto no es posible sin democracia participativa y sin defensa de la soberanía, no hay soberanía si no hay democracia y no hay democracia si es esta formal, que se convierte en democradura y permite la “ley contra el terrorismo”.
¡Lo que necesitamos es democracia participativa, es otra democracia!
No alcanza con que nos convoquen por cuestiones menores, lo que exigimos es que nos convoquen para ver que hacemos con la mega minería, para ver qué hacemos con el patrimonio. Que nos convoquen para ver qué hacemos con los temas de fondo, estructurales y que hacen al “bien vivir” del conjunto de la población. La lucha por la democracia participativa y la defensa de la soberanía son parte imprescindible de nuestra lucha. Todo lo dicho solo será posible si somos capaces de integrarnos en las luchas de los pueblos de nuestramérica y del mundo. Necesitamos integración con el resto de la región, por muchas razones, una integración que tiene que estar basada obviamente en una planificación, en una propuesta, en un programa, pero integración que nos habilite precisamente a tener criterio de desarrollo y establecer un modelo productivo que tenga en cuenta toda nuestra riqueza, nuestra cultura, nuestras necesidades.
En ese camino no hemos descartado como parte de una propuesta de la CTA la construcción política, y esto forma parte también de una realidad, todo esto conjuga para nosotros de alguna manera, un camino a transitar, a construir, que nos tiene que llevar al proceso definitivo de liberación en nuestro país, en Nuestramérica. Se trata en definitiva de tomar la decisión de enfrentar el enemigo principal, que es el capitalismo.
Buenos Aires, 3 de Mayo del 2012
{ {*Secretario Adjunto de la CTA Nacional; Secretario General de la FeTERA
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