Nueva etapa en la CTA
El director del Departamento Jurídico de la CTA, Horacio Meguira, conversó con FeTERA sobre el desarrollo de la CTA en el sector privado y señalo que en este nuevo periodo que inicia “ingresar a las empresas, organizar y democratizar es la función más importante que nos cabe”. Y agregó que «donde hay CTA desarrollada, donde hay una experiencia, una práctica y una situación deliberativa; en esos lugares va a haber desarrollo en el sector privado porque va a haber apoyo territorial”.
¿Para la CTA el crecimiento en el sector privado es un desafío, una posibilidad o una tarea pendiente?
Es una tarea pendiente. La gran paradoja es que la CTA fue quien desarrollo y quien trabajo más el tema de Libertad sindical. Los fallos más importantes, las declaraciones más importantes, las denuncias más importantes. Creo que se ha tomado conciencia a partir de un accionar constante sobre la lucha por la libertad sindical. Sin embargo, la CTA tiene una asignatura pendiente que es organizar los sectores que tienen contacto directo con el capital, es decir que no tienen intermediación del Estado. Así como en el 90´ el gran desafío fue ir a buscar a los trabajadores al lugar donde estaban. La mayoría estaba en su casa, porque tenía changas, porque estaba desocupado. Hoy existe un gran desafío que es ir a buscar a los trabajadores a su lugar de trabajo para que se autorganicen, se autotutelen, para facilitar todos los elementos que se lograron en la lucha y posibilitar que no estén pendientes de las resoluciones de un sindicato que no los identifica, de conducciones que no deliberan, de mandatos que no provienen de las propias bases sino de otros espacios, de los sindicatos amarillos o los sindicatos empresa como se los denomino desde el origen.
Nosotros con el tiempo fuimos variando criterios, porque hemos tenido muchas experiencias en el sector privado no obstante seguir siendo la minoría en los padrones de CTA. La conclusión después de tantas experiencias, pasamos por el sindicato alternativo, pasamos por que la comisión interna es el comienzo para que el trabajador vaya experimentando organizarse en el lugar de trabajo. Todas esas experiencias acumuladas nos fueron llevando que cada caso particular, cada sector, cada empresa tiene que decidir por sí. Porque hay factores que influyen y generan diferencias entre una actividad u otra. Por eso me parece muy importante el discurso de Pablo Micheli al momento de asumir, en donde abiertamente declaró que la prioridad para la CTA es el sector privado. El sector privado es muy amplio, el sector privado en servicios, industrial, dónde se ubican esos trabajadores. Por eso creo que el bloque que se ha conformado, entre la secretaria de formación, entre el instituto que se intenta reorganizar, el observatorio y la secretaria de comunicación tienen que facilitar elementos para poder a su vez ir a buscar al trabajador en el lugar donde está. Por eso creo que también es importante que podamos generar formación para esos sectores que más lo necesitan.
La CTA suele ser señalada como una central anclada en el sector público ¿Por qué? ¿Qué pasa en el sector privado que no hubo ese grado de desarrollo?
Yo creo que hubo defectos fundamentalmente nuestros. La división de la CTA en el 2010 nos ocupó de otro tema, pero a partir de ese momento hay otros grupos que se dieron cuenta que la estructura ocupacional ya no era la misma de la década del 90’. Nosotros tardamos en darnos cuenta hacia donde debíamos dirigir nuestro trabajo y nuestra militancia. Hubo otros grupos, fundamentalmente partidos de izquierda, que supieron cambiar a tiempo. Creo que muchos de los cuadros pensaron en los términos de la década de los 90’ en donde lo fundamental y el trabajo prioritario eran el territorio, el barrio, etc. Esa famosa frase de Víctor De Gennaro cuando dijo el sindicato también está en el barrio.
Los cuadros intermedios, de ATE fundamentalmente, que fueron tan generosos en la década del 90, no alcanzan a percibir la importancia de la solidaridad con otros grupos del sector privado. Creo que ahora lo perciben más a partir de que gran parte de la comisión ejecutiva está convencida. Si uno analiza los discursos en las puestas en posición de los cargos de los secretarios generales, la gran mayoría ha declarado que su prioridad en la provincia va a ser los trabajadores del sector privado.
Hay algunas variantes, hay algunos discursos que señalan que el lugar donde se empieza es en los lugares más vulnerables, los trabajadores tercerizados, los trabajadores no registrados. Ahí no hay sindicato, no es que tenemos que disputar con otros sindicatos, los sindicatos empresa, los sindicatos amarillos, sino que hay muchos sectores no sindicalizados. Gran parte de la estrategia del capital en las tercerizaciones, en las contrataciones y subcontrataciones se debe fundamentalmente a una necesidad de desindicalización. Y por eso es la centralización que hoy tiene el capital en la dirección y la descentralización productiva, es decir donde el producto final se produce en una cadena, en una red de pequeñas empresas. Es ahí donde nosotros tenemos que arraigarnos y para eso tenemos que agudizar nuestra imaginación, buscar en esas redes donde se generan las cadenas de valor. Conocer cómo y en qué condiciones están los trabajadores. Muchas de esas empresas de 6, 10 o 20 trabajadores no son materia de interés por parte de los grandes sindicatos porque a los grandes sindicatos les interesa conglomerados más amplios. Creo que ahí tenemos un gran trabajo para hacer.
La semana pasada hubo un encuentro de trabajadores del sector privado de la provincia de Buenos Aires donde hubo avances sustanciales y la palabra clave, que todo el mundo repitió fue “continuidad”. Es decir que podamos tener continuidad en el trabajo. Para que haya desarrollo dentro del sector es necesario tener base territorial. La experiencia nos indica que donde hay CTA desarrollada, donde tiene una experiencia, una práctica, una situación deliberativa en esos lugares va a haber desarrollo en el sector privado porque va a haber apoyo territorial. Entonces es imprescindible que los secretarios generales locales, regionales, provinciales tomen conciencia que tienen que solidarizarse con aquellos trabajadores que no están organizados o que la organización que propone el sindicato no es la que le satisface.
¿Porque señalan lo de la constancia? ¿Qué diferencia hay con el sector público?
Hay que construir y tener esa constancia porque el sector privado no es cómo el público en donde un cuadro puede llegar a organizar una seccional. Hay un fenómeno que no tiene el trabajador del sector público. Al trabajador privado que apenas se detecta que intenta organizar lo echan. Entonces, si no hay preparado un buen andamiaje para evitar eso pueden llegar a ser intentos fallidos. Hay que ser muy constante y darle mucho seguimiento para poder organizar. Esto no quiere decir que en el sector público no haya trabajadores vulnerables, está lleno de pasantes, de contratados y subcontratados que dependen del humor del jefe. Pero en el sector privado hay mucha mayor explotación, si no fuera por los sindicatos hoy en día proliferaría el trabajo cuasi esclavo como de hecho en muchos lugares se da, como en los talleres clandestinos, en los trabajadores agrarios y recolectores. Ahí hay trabajo infantil y trabajo forzoso, etc. Todo eso se da en los sectores primarios y en sectores no organizados. Ahí también tenemos que estar.
¿Por qué en tu explicación toma tanta fuerza la idea de Libertad sindical?
Durante mucho tiempo el unicato, el sindicato único por rama de actividad, en otro momento tenía un sentido, de ser mercadointernista, de ser distribuidor de la riqueza, de constituirse en contrapoder del sector, de establecer el salario medio de la actividad. Hoy ese mismo sindicato negocia a nivel empresa, a nivel regional y es la misma gente y además negocia en términos en muchos casos desfavorables y sin consultar a las bases. Entonces, hay que adecuar a los nuevos sistemas de producción, porque ese unicato que en un momento determinado significó algo, hoy implica un corsé. Hoy ese sindicato impide el desarrollo de los trabajadores, genera negociaciones sin contar con la voluntad de los que sufren o se benefician con el convenio. Hay un fenómeno de concentración de la representación, eso hay que verlo en los indicadores que da el Observatorio de Derecho Social, que el sujeto que negocia es siempre el mismo. Hay una norma que nunca se cumple o se cumple muy poco que es, por ejemplo, que en la negociación colectiva de empresa tiene que intervenir el delegado de base. Y no interviene el delegado de base, interviene directamente o la federación o la unión. Tampoco hay descentralización de la negociación colectiva regional o provincial. Por lo tanto la libertad sindical implica la posibilidad de que el sector privado, que a diferencia del sector publico donde hubo una pluralidad sindical de hecho, elimine el unicato como elemento disciplinador y en algunos casos aliado de las patronales. Entonces, que esos sectores puedan organizase en el seno de la central es lo más trascendental para esta etapa que viene.
¿Vos crees que la CTA tiene que modificar algo concreto para alcanzar ese desarrollo en el sector privado?
Hay algunos interrogantes que todavía no tienen decisiones tomadas, hay opiniones, pero todavía no tienen el consenso necesario. ¿Cómo se aglutinan los distintos sectores? ¿Se aglutinan territorialmente, se organizan a través de las clásicas federaciones por oficio o por profesión o por actividad? Por ejemplo, hay 7 sindicatos de vigiladores, ¿Se federan? ¿No se federan? Son muchos interrogantes, porque nosotros sabemos que la cuantía, es decir la cantidad de trabajadores que se utilizan en la defensa y en la organización es importante. Porque cuanto más seamos más defensa tenemos a la agresión y adversidad natural que tiene el capital. Entonces, ¿cuál es el sistema colectivo además de la organización de base, el sindicato local, el apoyo inicial en un conflicto? ¿Cuál es la manera para pesar en la actividad y todo ello llevarlo a los salarios básicos? ¿Cómo eso incide en la posibilidad de sindicalizar a los trabajadores que hoy no están registrados para que tengan posibilidades de llegar al trabajo formal y ser reconocidos como una verdadera inclusión? No la que habla la presidenta, sino la de un salario acorde a sus necesidades, con el cumplimiento de las normas de salario mínimo vital y móvil, por normas de seguridad donde el trabajador pueda participar y no como ahora en donde la aseguradora de riesgos de trabajo es un tercero que no le da ni cinco de pelota a la prevención del riesgo en el trabajo.
El tema es la organización y en condiciones que lleven a la empresa a un fenómeno que ha sido constante en nuestra CTA que es la ampliación de la democratización. Democratizar hoy es generar participación rompiendo ese viejo criterio del fordismo donde se decía que la democracia termina en puerta de fábrica. Yo creo que ingresar a la empresa, organizar y democratizar es la función más importante que nos cabe en este nuevo periodo de conducción que acaba de iniciarse.
Por Prensa FeTERA