Para que esto se lleve a cabo se deberá hacer hincapié en la prevención, la cual requiere de la concurrencia en forma periódica al odontólogo (aproximadamente cada seis meses) para el control adecuado de la salud bucal.
Al hablar de prevención debemos mencionar una serie de ítems para llevarla a cabo:
-# Motivación: a partir de los tres años, el niño deberá tomar contacto con el odontólogo para introducirlo, mediante la motivación, en la práctica odontológica.
-# Control de placa bacteriana: mediante las diferentes técnicas de cepillado y uso de accesorios para mantener la higiene bucal, según se trate de niños o adultos, y evitar el depósito de bacterias con la consecuente formación de caries.
-# Topicaciones con fluor: el fluor es un elemento de refuerzo del esmalte dentario utilizado en los niños en forma temprana para mantener una óptima salud bucal.
-# Selladores: también son elementos de prevención, al igual que el fluor y los dentífricos, para mantener la salud bucal en perfectas condiciones.
-# Controles periodonta-les: el depósito de bacterias no sólo provoca caries, sino también enfermedad perio-dontal, deteriorando la encía y el ligamento de soporte del diente.
-# Control de las restauraciones: cuando se tiene restauraciones y/o reconstrucciones en las piezas dentarias, también se deberá concurrir a la consulta de control para evitar el deterioro de las mismas.
-# Control de prótesis: las prótesis mal adaptadas, o en malas condiciones, pueden provocar lesiones importantes en la boca, que se deberá controlar con frecuencia.
-# Control de la oclusión: se podrá prevenir una mala oclusión o mala mordida, con el uso de aparatos de ortodoncia, que si se controla en forma temprana en los niños, se evitarán tratamientos de ortodoncia más complejos.