No hay caso, EDEA S.A. se empeña en ser una empresa distribuidora cuyos valores son la mediocridad y la impunidad. Continuamente trata de maquillarse con reportajes en los diarios y radios locales, mostrando actividades vinculadas con la responsabilidad y la acción social hacia los ciudadanos. O mostrarse exultante con sellos de calidad que nadie que haya tenido que hacer trámites administrativos, o sufrido su servicio, se explica cómo lo obtuvieron.
También sorprende la avaricia con la que lleva adelante su responsabilidad social, con «ayudas» a familias o barrios, aportando realmente poco para la envergadura de una empresa que mueve más dinero que el presupuesto de la Municipalidad de General Pueyrredon.
Pero no solamente los usuarios (a los que EDEA SA prefiere llamar “clientes”) sufren esta especie de careta que EDEA muestra a la sociedad, que se contradice con la impunidad que tiene realmente.
Los trabajadores también sufrimos con una dirección empresaria que cree que los derechos civiles se terminan a partir de que los trabajadores ingresan a trabajar, convirtiéndose en un número de legajo. Además de saturar con cámaras filmadoras los lugares de trabajo, reprime y sanciona sin causa a trabajadores, delegados gremiales y hasta miembros de Comisión Directiva.
Con la anuencia del sindicalismo empresarial, o sea la FATLYF, la EDEA S.A. paga salarios en negro y terceriza sectores claves para el servicio eléctrico.
¿Cómo puede ser que las Cooperativas Eléctricas, empresas de muchísimo menor tamaño que EDEA S.A., cumplan con la Ley, paguen los sueldos de acuerdo al Convenio Colectivo de Trabajo 36/75, incorporen personal cuando se necesita, capaciten a sus trabajadores y atiendan a los usuarios como lo que son?
No hay dudas. Las antes mencionadas son sólo algunas de las cuestiones que nos permiten ver que EDEA S.A. tiene una CARETA de empresa eficiente, de calidad y con comportamiento responsable y solidario. Detrás de esa careta, el grupo italiano CAMUZZI demuestra el desprecio por la Ley Argentina, por los usuarios y los trabajadores.
{{La Comisión Directiva}}