Como si los noventa no hubieran pasado, como si la crisis económica y social, que aún mella en los argentinos fuera ficticia, como si el {¡basta!} que gritaron millones de argentinos el 19 y 20 de diciembre del 2002 no se hubiese grabado en los oídos de nadie, el Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica de Nicanor Otamendi pareciera querer sostenerse en la lógica de esa década infame.
En el balance 2003, la Cooperativa presentó un ingreso, en el sector de energía, de 1.440.000 pesos y una pérdida de 1.355.243. La pregunta que surge es, ¿en dónde se gastó esa plata? El interrogante se pone en rojo si uno se dirige a la página 12 del balance de la cooperativa y allí se entera que el sector eléctrico genera una ganancia de 747.115 pesos.
{Nada queda librado al azar,} dice el Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica, que para explicar la contradicción y como por arte de magia incorpora tres items de gasto. El primero se lo denomina {Gastos de Explotación de Electricidad}, los que, sin buscarle la quinta pata al gato, podrían entenderse como los necesarios para el aprovisionamiento del servicio eléctrico. El segundo se lo llama, {Gastos de Administración de Electricidad}, gastos de la administración en términos generales. En el tercer ítem está el gato encerrado. Allí, el balance habla de Gastos Financieros de Electricidad por 819.032 pesos. Gastos que no son tal y que ocultan una operación que la memoria del balance, en su página 10 refleja, una pérdida por diferencia de cambio en moneda extranjera. La cooperativa compró dolares por 3,70 pesos, que cuando cerró el ejercicio pasaron a valer 2,70.
{{De esta manera, el Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica de Nicanor Otamendi, olvidó su función de invertir los dineros acumulados con el objetivo de resolver los problemas de sus socios, brindándoles mejores servicios de agua potable, cloacas, electricidad, etc, y los colocó en la ruleta financiera.
«Pero el Consejo de Administación no sólo hizo fuertes negocios financieros»,}} dijo nuestro secretario general José Rigane, consultado por el semanario {El Otamendino}, {{«sino que»}}, aseguró, {{«los muestran como gastos de energía».}}
El margen bruto del servicio eléctrico declarado (lo que se gastó para comprar energía en relación a la venta) es del 48 %. Lo que demuestra que el margen de ganancia es elevado. Aún más que el año anterior. Según el balance 2002 el margen bruto del servicio eléctrico era del 46 por ciento con una ganancia de 994.000 pesos en el sector de la energía.
{{“Sin duda, esto demuestra un mecanismo perverso que no hace más que ocultar otros negocios, que salieron mal”}}, señaló Rigane y concluyó {{“acá los únicos responsables son los integrantes del Consejo de Administración, o los abogados y contadores funcionales al Consejo, profesionales que esperan disfrutar de una suma de 17.864,16 dólares por honorarios correspondientes a un recurso de amparo para sacar dinero del corralito.}} Los responsables no son los socios, ni los trabajadores, que aunque se los trate como enemigos, sólo pelean por derechos que se han establecido a lo largo de más de 50 años.
En un comunicado distribuido el 9 de diciembre pasado, bajo el título ¿DONDE ESTÁN LOS DÓLARES?, la Comisión Directiva del Sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata asegura que {{para vivir en un país moderno, justo y con reglas de juego claras, hay que comenzar por lo más sencillo: respetar las leyes. Éstas no son sólo un derecho, son principalmente una obligación.}}
El decreto 392 es una obligación y si la cooperativa tiene dificultades o imposibilidades económicas debe recurrir a la ley laboral y a las instituciones que ella determina para sobrellevar la dificultad.
El documento avanza denunciando que {{considerar al trabajador por su costo laboral es una cortina de humo para que no se vean cuestiones de fondo:}}
{{¿Qué pasó con los miles de dólares en el/los banco/s?
¿Cómo fue que, en una operación financiera, el Consejo de Administración de la Cooperativa, perdió casi un millón de pesos?
¿Cuánto y a quién se le pagó para sacar el dinero del corralito?
¿Por qué la Cooperativa de Electricidad de Dionisia no le paga a los trabajadores, desde enero del 2004, los 50 pesos otorgados por el gobierno nacional como aumento salarial?
¿Creerá más conveniente pagarlo a través de una demanda, para que salga más caro a cada socio de la cooperativa, al tener que pagar honorarios y demás gastos de los profesionales intervinientes?}}