En el marco de la 98º Conferencia
de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT)
–la agencia de la ONU para
los derechos del trabajo que
agrupa a gobiernos, trabajadores
y empresarios– la crisis
internacional provocada por la
especulación financiera ocupó
el centro de la escena. La delegación
de la CTA, integrada
por los dirigentes Adolfo
Aguirre (Relaciones Internacionales),
José Rigane (Organización),
Alejandra Angriman
(Género), Viviana García
(Cicop) y Horacio Meguira
(Departamento Jurídico), explicó
que “todo está impregnado
por el tema de la crisis financiera
y económica mundial;
ya nadie cuestiona o
pone en duda que la crisis
mencionada golpea a los trabajadores
y sectores populares,
generando desempleo,
aumentando la pobreza y la
indigencia; avanza la desigualdad
y en ese contexto
crece la preocupación por el
descuido generalizado, sobre
todo del denominado Primer
Mundo, respecto del
medioambiente”.
En el análisis sobre el encuentro
anual que se realiza
en Ginebra todo los años y
que se inició el 4 de junio, la
delegación ceteatista sostuvo:
“En medio de esta grave situación,
se observó que los
empleadores y la mayoría de
los gobiernos, aunque no
abiertamente, apuestan a descargar
la crisis sobre el conjunto
del movimiento obrero”.
En ese sentido, desde la comitiva
encabezada por
Aguirre, repudió la actitud del
representante empresario por
la Argentina, el dirigente de la
Unión Industrial Argentina
(UIA), Daniel Funes de Rioja,
quien “no tuvo dudas en plantear
que de la crisis se sale
con más flexibilidad laboral,
menos derechos para los trabajadores
y reducción de la
jornada laboral con menos salario”,
lo que muestra a “patronal
y gobiernos de derecha en
ofensiva”.
{{{Cambio de agenda.}}}
El protagonismo de la crisis
internacional obligó a un
cambio de agenda en el encuentro:
“Se incluyó un instrumento
denominado “Plenaria”
para discutir los alcances y
propuestas de solución desde
el organismo tripartito ante la
mencionada crisis sistémica”,
explicó Rigane, pero no dejó
de advertir que en la memoria
del director general de la OIT,
Juan Somavia, “nada se dijo
sobre las causas y los responsables
de tamaña crisis y sí se
insistió, casi como al pasar,
que tanto los empleadores,
gobiernos y trabajadores deben
hacerse cargo de las consecuencias
originadas por el
mercado. Un planteo de igualdad
de responsabilidades con
un objetivo, por cierto no inocente,
de que precisamente,
quienes nada tuvimos que ver
con las razones y causas de
semejante crisis global, paguemos
el precio que los causantes
de la hecatombe no
quieren asumir”.
“Los empleadores, ni lerdos
ni perezosos, acuñaron
rápidamente una frase que lo
dice todo: ‘flexiseguridad´, la
misma nos exime de mayores
comentarios”, ironizó el secretario
de Organización de la
CTA. “Los empleadores y los
gobiernos, en particular los de
la Unión Europea y los Estados
Unidos, sostienen que la
estrategia para superar la crisis
y proteger el empleo se
estructura con medidas
flexibilizadoras”.
{{{La posición de los
trabajadores.}}}
En contraposición, el sector
de los trabajadores realizó
una serie de demandas y propuestas,
como la de impulsar
“la demanda agregada global,
basada en la demanda salarial,
así como en la necesidad
de evitar la deflación; garantizar
un salario mínimo vital;
reequilibrar el papel del Estado
y el mercado; financiar la
infraestructura estatal, los servicios
públicos y la protección
social, incluso mediante la
tributación progresiva y la fiscalización
de las transacciones
financieras internacionales”.
Otros puntos destacados
fueron: “La necesidad de un
cambio en el desarrollo y las
políticas industriales nacionales
para fortalecer el crecimiento
impulsado sobre la
base de la diversificación de
la economía y el aumento del
poder adquisitivo local”, que
se complementa con el reclamo
de una regulación financiera
para poner a las finanzas
al servicio de la economía
real.
Un paquete de normas
para la crisis con un papel fundamental
en la libertad de
asociación y el derecho a la
negociación colectiva, fue
otra de las proposiciones de
la parte trabajadora, así como
la de garantizar “el acceso a
los derechos de los trabajadores
mediante el fortalecimiento
de la relación de trabajo, al
tiempo que las empresas multinacionales
asuman sus responsabilidades
en favor de las
pymes en las cadenas de suministro
».
“Es indispensable continuar
discutiendo y transitar por
modelos basados en el pleno
respeto de los derechos humanos,
las libertades públicas,
las garantías individuales
y colectivas, la equidad y no
discriminación, es decir un
modelo basado en la garantía
de políticas universales y
redistribución de la riqueza,
que contenga la tan postergada
justicia social», fue un punto
planteado por la parte trabajadora.
{{{Solidaridad
internacional.}}}
La comitiva de la Central
se reunió con la Confederación
de Sindicatos Árabes en
una actividad de solidaridad
con los trabajadores
palestinos y de los territorios
árabes ocupados. El mismo
se realizó el miércoles 10 frente
al Palacio de las Naciones
Unidas y en el cual la CTA expresó
el respaldo a sus reclamos
soberanos y el repudio
ante la agresión y violación
sistemática que sufren su pueblo
y su territorio. Aguirre planteó
claramente “el apoyo a la
creación del Estado Palestino,
un pueblo con derechos a su
identidad, a su tierra, a su territorio;
tal como lo expresamos
el año pasado en este
mismo lugar, hoy nuevamente
exigimos al Estado de Israel
que cese con la presión en los
territorios de Gaza y
Cisjordania”.
También hubo encuentros
con centrales de África, en
este caso de Niger y
Camerún, con el aporte de la
CGT de Francia. “Fue un intercambio
muy interesante
tendiente a profundizar las relaciones
de la CTA con las
centrales africanas de habla
francesa; a esto se suma la
experiencia del Seminario sobre
África que se hizo este año
en la CTA junto a la CGT de
Francia y que ahora se profundiza
con una serie de líneas
de trabajo en el sector público,
energético y de género”,
informó Aguirre y agregó:
“Desde la Secretaría de Relaciones
Internacionales hemos
puesto como prioritaria en las
relaciones sur-sur en la actual
coyuntura internacional, al vínculo
con África y estos encuentros
nos permiten seguir
ahondando en esta línea que
no sólo incluye la solidaridad,
sino también la organización
y el crecimiento”.
{{{Cuestión de Género.}}}
Hubo una masiva presencia
de trabajadoras y trabajadores
(unos 140 asistentes)
en la Comisión de Igualdad de
Género, con especial participación
de los países africanos
y de la Unión Europea.
Al respecto, Angriman detalló:
“Los empleadores en
particular insisten en que el
trabajo precario, que es al que
acceden la mayoría de las
mujeres en el mundo, es en la
mayor parte de los casos una
elección de los trabajadores y
niegan al mismo tiempo que estemos frente a trabajos informales.
Fundamentan, sin
ponerse colorados, que los
mejores ámbitos de desarrollo
laboral, que permiten la
empleabilidad de los grupos
vulnerables, como el constituido
por las mujeres del mundo,
son las denominadas “zonas
francas industriales” (ZFI),
a las que conciben como estrategias
de desarrollo exitoso
para algunas economías,
sosteniendo al mismo tiempo
que ellas ofrecen nuevas
oportunidades de trabajo; insisten
en que allí pueden
obtenerse mejores salarios y
condiciones de trabajo, para
los jóvenes y las mujeres en
particular”.
La secretaria de Género
de la CTA subrayó que “con
esta argumentación interesada
y de sometimiento, niegan
las evidentes violaciones que
en estas denominadas zonas
francas se desarrollan contra
las trabajadoras y sus hijos,
lugares que precisamente se
destacan por su falta de control
y de cumplimiento de los
derechos laborales, lo que en
realidad las convierten en zonas
de paraíso del libre mercado
y son, a la vez, una puerta
de ingreso a los tratados de
libre comercio”.
Cabe destacar que el número
total de mujeres acreditadas
ante la Conferencia ascendió
a un total de 741, cifra
que representa el 28,5% del
total de delegadas y consejeros
técnicos, frente al 25,7%
del año pasado.
{{{HIV / Sida}}}.
Ante el flagelo que representa
el HIV/Sida en el mundo
del trabajo y las desigualdades
que se observan en las
políticas públicas de salud de
los distintos países, hubo un
fuerte debate y la discusión de
los artículos de un convenio
sobre la materia. “El debate
que se suscitó en la comisión
de trabajadores fue si se impulsaba
un convenio o una
resolución, ya que los
empleadores y algunos gobiernos
están en contra de un
convenio y sólo aceptarían
una recomendación”, señaló
Viviana García, integrante de
la Cicop y representante de la
CTA en la Comisión.
“La CTA participó activamente
en la discusión sosteniendo políticas públicas universales
en la promoción, prevención
y tratamiento del HIV/
Sida con la intervención de los
trabajadores y las organizaciones
sociales”, enumeró
García y agregó que una posición
clara es la de “luchar
contra la estigmatiza-ción, la
discriminación en los lugares
de trabajo, la libre accesibilidad
para los portadores de
HIV a todo tipo de trabajo”.
E{{quipo de Comunicación
Secretaría de Relaciones
Internacionales – CTA.}}