Sólo unas 20 empresas domésticas de más de un centenar de cotizantes, distribuyeron dividendos durante este año, por un monto total de 658,3 millones de pesos (incluída Siderar) ¡Sólo repartieron a sus socios 200 millones de dólares por ganancias en el 2004!
ALUAR (metalúrgica de aluminio) lidera la distribución de ganancias con 336 millones, es decir, la mitad de las utilidades distribuídas en el 2004. Le siguen Ledesma (azúcar y minería) y Macro Bansud (finanzas) con 69 y 61 millones de pesos distribuídos, respectivamente. Luego aparecen Siderar (metalurgia) y Gas Cuyana (distribuidora de gas natural).
El Mercado de Valores de Buenos Aires, con un integrante en el directorio de la firma energética Enarsa, está en el décimo lugar de los distribuidores de dividendos, por un valor de casi 10 millones, o sea más de 3 millones de dólares.
Claro que hay quienes distribuyen acciones en vez de dinero: entre las extranjeras, la petrolera Petrobrás Energía (PESA) entregó nuevas acciones A y B por un valor de casi 2 millones de pesos.
Los dividendos de las empresas extranjeras son muy superiores: tómese la variable que se quiere, la extranjerización del país surge como carácter de la política neoliberal establecida en la Argentina: el Banco Santander distribuyó más de 1.500 millones de dólares de sus ganancias obtenidas en Argentina, Telefónica más de 1.000 millones. Le sigue Tenarias.
Repsol es un capítulo aparte (tiene el 99 por ciento de las acciones de su filial YPF SA domiciliada en nuestro país): distribuyó por 3.500 millones de pesos, equivalentes a casi 1.200 millones de dólares. Y esto es sólo una pequeña parte de la renta petrolera que esta empresa obtiene y remesa al exterior.